My Littler Chaos

41.

Pasaron las horas, y fue cuando lograron sacar a los guerreros atrapados por el hoyo que había hecho Lolito con ayuda de Mangel, y Auron porque los otros dos no dejaban de pelear. Al salir, fueron a luchar contras las bestias de las nieves, con un plan bien elaborado, currada de Vegetta, seguido de esto regresaron al pueblo de Karmaland para celebrar su victoria, además degustaron del festín que les habían prometido para después recibir las recompensas de su misión.

Se encontraban todos muy bien vestidos, sentados en una mesa grande, platicando en espera de la comida que se les sería servida allí mismo.

Rubius cargaba a Lucas en brazos, muy feliz por ser esa las primeras navidades con su bebito, quien poco a poco tomaba más forma en su preciosa carita.

— ¿Este es tu hijo? — preguntó Auron a su lado viendo al niño, que evidentemente era hijo de Rubius, pero nada más quería llamar su atención para hablar un poco.

— Se llama Rubius Junior — contestó el híbrido de oso con una sonrisita.

— Ostia, pobre niño, qué feo nombre le ha tocado. — hizo una mueca de asco un tanto exagerada.

— Calla tío, que Auron no es para nada bonito.

— Pues yo no le voy a cagar la vida a mis futuros hijos poniéndoles mi nombre de guerrero. — bufó y sonrió — Yo les voy a cagar la vida poniéndoles mi nombre de pila.

— ¿Raúl? Qué malo, ostia — ambos rieron bajito, y el de mechón flamante asintió.

— Pero ya, en serio ¿cómo se llama el niño?

— Lucas, le hemos puesto así porque es parte de la historia bibli-

— Porque os gustó el puto nombre y ya esta, no te lies. — rió otra vez, y el otro sonrió.

— Qué puta rata eres tío, no es coña.

— ¿¡DOBLAS, QUÉ HABLAMOS DE LAS GROSERÍAS FRENTE A VJ!? — gritó Vegetta desde uno de los extremos de la mesa buscando un poco de ponche.

— ¿Pero como cojo-? — el híbrido rió al igual que el hombre a su lado, impactados de las habilidades auditivas de Vegetta.

— Tío, pobre de tí — dijo entre pequeñas risas Auron.

— ¡¡NO GRITEIS, CUERDA DE MACACOS!! — gritó Mangel desde otra de los extremos de la mesa. — ¡¡QUE ME DUELE LA CABEZA, OSTIAAAAAA!!

— ¡¡CALLAROS QUE ME DESPERTAIS AL NIÑO!! — Rubius, eso fue una mala idea, porque Lucas sí que se despertó y para peor, a llanto.

— Nooo, que imbécil — se quejó Auron para después reír un poquito.

— Tío, Rubius — dijo Mangel, y Lolito al unísono — ¡¡MI NIÑA SOMOS GOALS!! — volvieron a gritar juntos, está vez abrazándose y dándose besitos.

Rubius rodó los ojos después de ver la escenita de la característica pareja, seguido a su acto de desagrado se fue a calmar a su bebé.

Pasarían la noche todos juntos, reunidos como los viejos tiempos, esa había sido idea de Luzu, quien no paraba de recordar buenas historias de misiones pasadas, en las cuales de vez en cuando mencionaba lejeramente a sTaXx, Alexby no podía disimular mucho la emoción de escuchar ese nombre otra vez, eso a Fargan no le gustaba mucho, de hecho no le gustaba nada.

— Tío ¿cómo nos han dividido la casa esta? — interrogó Auron saliendo del tema de las historias.

— En la planta de arriba están las habitaciones, tienen vuestros nombres, además las llaves se supone que les tenéis — respondió Vegetta a Auron.

— Vale, es que me imagino ver mi nombre en letras de oro, sería la-

— Auron, hijo de una hiena fea, me has interrumpido contando mi historia de como llegué a karmaland — dijo Luzu lo más apasible que podía, e interrumpiendo a su Alfa.

— LUZU HAS VISTO CÓMO ME QUEDÉ METIENDO ENTRE LA NIEVE, TÍO, LA POLLA, FARGAN ME HA SACADO.

— Ojalá te hubieses QUEDADO ALLÍ, DÉJAME TERMINAAAR — contestó Luzu, y luego hizo un pequeño ademán con la mano, y siguió en lo suyo.