2. Lluvia de comentarios

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Al principio se extrañó al entrar en la aplicación. Había cientos de mensajes, muchísimos más de los habituales, incluso sus seguidores parecían haber subido. ¿Qué había sucedido? No podía deberse solo a un estúpido post en el que ella hablaba de un famoso ¿O sí?

Empezó a leer los comentarios por encima, tratando de averiguar que era todo aquel caos y que lo había ocasionado. Había unos cuantos hirientes, como siempre, pero en su mayoría eran adorables, divertidos y curiosos. 

Un momento... ¿Qué era eso? ¿La gente había creado Hashtags al respecto? ¿Por qué?

No podía ser... siguió leyendo, ahora con más detenimiento. Había varios, a cuál más descabellado, #Amelie<3Nicholas, #AmelieEnamorada, #NicholasCollinsesSteveRussell, #NicholasCollinsYAmelieLennox, #SeñoraAmelieCollins, o el peor de todos y por desgracia el que parecía más frecuente: #NicholasPideleUnaCitaAmelie

No sabía si reírse por las ocurrencias de la gente o esconderse bajo una piedra por la vergüenza. 

Seguramente la segunda opción era la mejor, con la magnitud de comentarios era más que posible que el video se hubiese hecho viral y si eso realmente había sucedido, significaba que él podría verlo. 

¡NO! ¡POR FAVOR QUERIDO UNIVERSO QUE NICHOLAS COLLINS NO VEA MI TONTO VIDEO! Rezó al viento, sin saber muy bien a quién o dónde. 

Pero la verdad es que ella nunca había sido una persona con mucha suerte. Y lo comprobó definitivamente cuando al seguir navegando por los mensajes, vio que habían hecho una especie de cadena donde mencionaban su cuenta personal y le pedían repetidamente de millones de formas que hablase con ella.

Buscó su teléfono para llamar a Bris pero no fue necesario, porque en ese mismo instante ella estaba haciendo lo mismo.

— ¡Dime que lo has visto! — fueron las primeras palabras que salieron de su boca en cuanto su amiga contestó a la llamada — ¡Dime que estás viendo toda la locura que se ha desatado con tu video de hoy en la mañana!

— Precisamente ahora iba a hablarte por eso. No puedo creerlo... tengo tantos comentarios. 

Amelie seguía deslizándose por los mensajes, leyéndolos todos y a la vez sin detenerse en ninguno concreto, tratando de comprender que estaba sucediendo. Todavía sin entender como es que aquello había acabado desmadrándose tanto. 

Era solo uno más de sus inofensivos videos. 

— Es viral, realmente viral. — Dijo Bris de manera categórica. — He hecho una búsqueda rápida y lo han compartido montones de veces, incluso ha llegado a Tumblr. Seguramente también esté en otras redes. 

—¿Qué? ¿Por qué? ¡Solo es un tonto vídeo sin mucho sentido como casi todos los que hago!

— No lo sé — era evidente que Bris trataba de contener su risa—Pero has enloquecido al fandom y no solo al tuyo, al suyo también. Por eso hay tanto movimiento

— Si, eso estoy viendo, no puedo creerlo... Al menos en general les gusto, ¿no? 

Trataba de encontrar el lado positivo a aquella descabellada reacción que había despertado sin querer, aunque le estaba costando bastante. Dicen que no existe la mala publicidad, pero realmente ella podría haber prescindido de todo ese caos. 

— Si, aunque hay haters como siempre. En su mayoría están encantadas y super ilusionadas de que él salga con alguien como tú.

— ¿Alguien como yo? ¿Qué se supone que quieres decir con eso?

— Ya sabes... una pringada con la se sienten identificadas — luego de decirlo se echó a reír con todas las ganas que llevaba un buen rato aguantándose.

— Ja- ja- muy graciosa mi querida amiga.

— Sabes que es broma, bueno en parte. Pero lo decía porque son evidentes las malas elecciones que ha hecho el muchacho últimamente con sus parejas y esas supuestas relaciones por publicidad. Y como bien sabes tu fandom te adora, quieren desesperadamente que seas la protagonista de una fantástica historia de amor y además, eres tan buena gente que se emocionan ante la idea de que él salga contigo. Ya sabes, como si de alguna forma el sueño de todas se hiciera realidad a través de ti.

— Bueno, te perdono — aceptó Amelie  divertida, aunque no estaba del todo convencida de sus palabras. — Pero solo por que con ese comentario lo has arreglado bastante bien. — Soltó un suspiro agotado sin poder contenerse — Uf, madre mía... no puedo con tanta responsabilidad sobre mí ¿Qué voy a hacer? Es una locura... ¿Y si él lo ve?

— Bueno, si lo ve supongo que pasarás mucha vergüenza, tendrás que cambiarte el nombre, la nacionalidad e irte a vivir al otro lado del país, o tal vez del mundo. — Comentó con seriedad, como si estuviese hablando totalmente enserio. — Habrá que esperar a ver el alcance de todo esto. Pero de todas formas no te preocupes, no tienes que abandonar tu sueño porque puedes seguir escribiendo con seudónimos, nadie lo notará.

— Realmente eres la mejor amiga que cualquiera podría desear, Bris. No sé qué he hecho para merecerte —comentó irónica, aunque divertida — Me alegro tanto de tener en mi vida...

—Oh, oh...

—¿Qué? ¿Qué ha pasado? Por qué dices; oh, oh, ¿de esa forma? ¡NO ME ASUSTES Y DIME DE UNA VEZ QUE ESTÁ PASANDO! ¡Habla! — Exigió entre exclamaciones. 

— Eh, bueno... es que me acabo de dar cuenta de que... Lo ha visto. 

Pronunció lo último bajito y de manera tan trabajosa que no estuvo segura de que su amiga lo hubiese oído o incluso comprendido. De todas maneras se daría cuenta tarde o temprano si seguía leyendo todos los comentarios, como estaba segura de que haría. 

—¿Qué? — Gritó Amelie incrédula, para luego repetirlo con voz aguda y algo estrangulada —¿¡Que!?

— ¡Qué él lo ha visto! ¡Nick, alias Ojos de Paraíso, ha visto tú vídeo y te ha dejado un comentario! — gritó también. 

— ¿Qué? Nah... te lo estas inventando todo y yo he picado como una tonta, que mala persona — Ella se rio nerviosa, pero a la vez algo aliviada de que todo fuera una broma de Bris. — Por favor, creo que hasta se me ha parado el corazón por un momento. ¡Mala!

— ¡No tonta, es verdad! — chilló tratando de convencerla — Está ahí, un bonito comentario de su cuenta verificada, eso es lo que debe de haber provocado que esto se expanda aún más.

— ¡No puede ser! ¡No puede ser! — repetía mientras buscaba el mensaje, rogando porque no apareciera y solo fuera un chiste de su amiga— ¡Dime por favor que te estas burlando de mí! O si no tendré que mudarme a otro planeta y aun no me siento preparada para vivir en Marte.  ¡Seguro que aún no saben hacer buenas pizzas allí! ¿¡Qué voy a hacer Bris!?

Se deslizó rápidamente por el mar de comentarios hasta dar con el tic azul que indicaba la cuenta verificada y aparecía justo después de su nombre: Nicholas Collins. 

Definitivamente él lo había visto e incluso se había tomado el tiempo de dejar un comentario, madre de Dios... 

¿Era posible morirse de vergüenza? No lo sabía, pero estaba segura de que alguien en el mundo, en algún momento de la historia puede haberlo hecho. Si no había pasado aún, ella sería la primera y entonces entraría en libro Guinness de los récords o alguna cosa similar como: "La primera mujer en el mundo que murió de vergüenza"

@ImNickCollins: Sí que sabe armar una buena fiesta online desde bien temprano en la mañana señorita Lennox. #Amelie<3Nicholas 

¿Me voy a Marte o me quedo contigo? [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora