Así, sin apenas darse cuenta, habían pasado casi tres semanas, dieciocho días, cuatrocientas treinta horas, para ser exactos.
Al final, Nicholas había tenido que estar fuera más tiempo del esperado. Pero eso no les impidió hablar prácticamente a diario. Durante horas cuando les era posible, por mensajes de texto cuando estaban más ocupados.
Sólo faltaban un par de días para que al final se produjera el tan esperado encuentro. Una parte de Amelie no estaba tan nerviosa como al principio, porque se conocían bastante mejor y habían desarrollado cierta confianza; pero otra, que sentía que Nick le empezaba a gustar de verdad y de manera seria, estaba completamente histérica.
También tenía que contarle a sus amigos lectores y a los fans de Nicholas que iban a encontrarse. Habían dejado de insistir con el tema cuando él les contó que estaba fuera del país y por tanto tendrían que posponerlo hasta su regreso.
Ella no esperaba que fijaran su encuentro justo un día después de su llegada, pero así se lo pidió él y Amelie evidentemente aceptó.
Ahora que el día estaba casi llegando comenzaba a arrepentirse y a sentir un poco de pánico ante el momento. No porque no quisiera verle, o estar cerca de él, si no porque todas sus inseguridades comenzaban a gritarle fuerte y las ansias se la comían un poco por dentro.
Pero silenciaría todo, tenía que hacerlo. Bris tenía razón cuando se lo dijo, no podía sabotear, aunque fuera de manera inconsciente, otra relación. Y menos, si eso implicaba salir con el mismísimo Nicholas Collins.
Otra cosa que se había pospuesto era el encuentro con el futuro Steve Russell. Por ciertos problemas en la agenda del actor que le impedían reunirse con ella para hacer el anuncio oficial.
Eso era otra tema que la preocupaba, tal vez un poco menos que el otro y la llenaba de sospechas. Intentaba acallarlas, pero a veces aparecían por ahí asomando su apestosa cabeza para recordarle que tal vez todo lo que Nicholas hacía o le decía era mentira.
Tenía que admitir que era bastante raro que justamente, ambas personas, tuvieran que retrasar su reunión. Aunque también le resultaba difícil relacionar la imagen encantadora que Nick le daba al hablar con ella, con la de un engañoso y un falso.
A lo mejor quería contárselo todo en persona, por eso tanto empeño en encontrarse en cuanto tuvieran la primera oportunidad. Puede que a pesar del contrato ella le gustara, tal vez no tenía nada que ver con el papel y el personaje.
Había tantas dudas flotando en su cabeza...
Ya se preocuparía de eso luego, ahora mismo tenía trabajo que hacer. Se acomodó en su pequeña terraza y activó la cámara para realizar un vídeo en el que llevaba tiempo pensando y por supuesto, posponiendo.
"¡Hola a todos y a todas! ¡Tengo una gran noticia que han estado esperado durante algún tiempo!
¡Va a pasar! ¡El momento de la cita con Nicholas Collins ha llegado! ¡Por fin voy a saber cómo fugarme a Marte!"
Se acerca a la cámara justo antes de dar la noticia y luego se aleja con una gran sonrisa.
"No les puedo decir a donde iremos, porque él ha dicho que será una sorpresa. ¿No les parece encantador? Solo puedo adelantarles que será en unos pocos días. ¡No me lo puedo creer!
Ya les contaré todos los detalles en cuanto esté de vuelta en casa. Y además, necesito pedirles un favor muy, pero muy, importante, otro."
Se queda seria y mira directamente a la cámara. Vuelve a esperar unos minutos para crear expectativas.
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¿Me voy a Marte o me quedo contigo? [COMPLETA]
RomanceAmelie Lennox es una escritora novel a la que gusta estar muy cerca de sus lectores y compartirlo todo con ellos y con su amiga Bris, claro. Todo funciona genial en su vida, hasta que conoce a Nicholas Collins, una sensación en Hollywood y el hombre...