¿Han sentido que no son ustedes mismos?, ¿que sólo son un espectro que flota en el aire?, ¿que nada está bien?. Ninguna emoción, ninguna razón para sonreír. Mi rompimiento con Cameron no me afectó en lo absoluto, sabía que aún seguíamos siendo amigos; la idea de cambiar de casa era algo que me agobiaba cada segundo que lo pensaba, ¿cómo iba a dejar el lugar que me vió crecer?, el lugar en donde hice mi primer amigo, donde conocí a un molesto pelirrojo. Si, era una estupidez preocuparme por eso y no por el rompimiento de mi primera relación semi-formal con mi mejor amigo que resultó ser un famoso actor. Respira Aleena, tú sólo respira; la mudanza es una opción, no es como que mañana ya estarás en una nueva casa en qué sabe qué barrio o en qué ciudad.
-Vamos Al, eres muy exagerada, dejas que tu propia mente te coma viva. -Me dije a mi misma mientras golpeaba levemente mi frente con mi puño derecho- No es como si fueras Rapha a punto de ir a la guerra, no es como si fuera tu dinero el que se va a invertir... Pero son ese montón de recuerdos que estas 4 malditas paredes guardan.-
¿Sería inteligente de mi parte quedarme encerrada aquí mismo, en este preciso momento en el que mi cerebro se calienta con cada segundo que pasa?, ¿sería inteligente de mi parte hacer algo totalmente contrario a lo que la Aleena que todos conocemos haría?. Debía de cambiar mis pensamientos, debía desviar la atención, debía de distraerme. ¡PIENSA ALEENA!
-¡AJÁ! -Levanté mi dedo índice, mientras abría mis ojos, una idea...- ¿Dónde rayos quedó ese maldito aparatejo de cuarta? -Busqué entre mis almohadas y cobijas- ¡Te encontré! -Tomé mi celular entre mis dedos, temblorosos por la adrenalina y la actitud impulsiva que me atacó- No hay vuelta atrás Al.-
Unas cuantas llamadas, ideas y conversaciones después, me arreglé lo más rápido que pude, me puse un suéter gris y mis botas militares, preparé una pequeña mochila con audífonos, dinero y mi libreta de dibujos, había 2 cosas en mi cabeza, algo descabellado pasaría al final del día y estaba dispuesta a vivir con las consecuencias que vendrían después, a estas alturas y a mis 19 años creo que puedo soportar un sermón de 1 hora por parte de mis padres.
-¡¿Mamá?! ¡Saldré un rato! -Grité desde la puerta de entrada, mientras ponía uno de mis pies fuera de la casa, mi hermano y sus amigos ya no estaban- ¡No te preocupes, volveré antes de lo que canta un gallo!-
-¡De acuerdo! -Contestó mi madre desde alguna parte de la casa, la oficina posiblemente- ¡Nada de hablar con extraños!-
Salí de casa, los audífonos puestos, Iron Maiden a todo volumen, después de algunas horas en las que no sabía el significado ni existencia de las emociones ni sentimientos, ahora mismo mi corazón bombeaba adrenalina pura, emoción, ansiedad, apuesto que había una sonrisa en mi rostro, apuesto que las mejillas me dolerían después. Una gota de rebeldía fue la que se derramó del vaso y ensució mis ropas, rebeldía que nunca había querido experimentar en mi vida por miedo. Había vivido 19 años bajo control, sí, era justo y necesario, pero soy mayor de edad, prácticamente soy una adulta, puedo hacer este tipo de cosas impulsivas de un momento a otro sin pensarlo, aunque... Sé que está mal, aún vivo bajo el techo de mis padres, dependo económicamente de ellos y debí hablarlo por lo menos, para tener su permiso, tampoco puedo ser tan estúpida, debí llegar a un acuerdo.
- No pienses tanto Aleena. -Volví a hablarme a mi misma mientras caminaba- Si piensas más, te arrepentirás y volverás a casa. -Suspiré pesadamente- Y probablemente después lamentarás todo esto, no seguir con el plan.-
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My little best friend, "the famous"
ФанфикEra mi mejor amigo... Tuvo que marcharse de la ciudad junto con su madre. ¿Por qué?, yo no podía entenderlo, era mi compañero de juegos, mi guardador de secretos y contador de historias... Te extrañaré Riley, vuelve pronto niño zanahoria. Traté de...