Era mi mejor amigo... Tuvo que marcharse de la ciudad junto con su madre. ¿Por qué?, yo no podía entenderlo, era mi compañero de juegos, mi guardador de secretos y contador de historias... Te extrañaré Riley, vuelve pronto niño zanahoria.
Traté de...
Había pasado ya un mes desde que Steve, Ben y Uno habían venido... La madre de Candace tiene ahora 6 semanas de gestación, mi abuelo estaba preparando sus maletas para regresar a su vieja casa y Raphaahora podía ponerse de pie pero con ayuda de unas muletas... Hablo con Cameron todos los díaspor la noche y he vuelto a la escuela, fue una decisión repentina, pero no aprendo igual que en casa...Mis primeros días se sintieron como el infierno mismo, las miradas sobre mí, los comentarios a mis espaldas...
-Bien, son las 7 en punto... Según tu horario, entras a las 8, así que quiero que estés lista.- Dijo mi madre.
-Lo sé má... Sólo ayudaré a Rapha a acomodar su yeso de nuevo y me cepillo los dientes.-
-Yo la iré a dejar a la Universidad, puedes irte ya.- Contestó mi padre.
-Está bien –mi madre besó a mi padre en los labiosrápidamente- No quiero que llegue tarde.-
-Padre:Llegará antes de su hora...-
-Sí, lo promete – bromeé- Nash irá por unospapeles, así que él se asegurará que yo esté temprano.-
-Tu ex profesor, ¿cierto?, es raro que sea muy tu "amigo"-
-Ese profesor ha de querer algún favorcito –Rapha hizo un gesto con sus manos simulando un oral.
-¡NO SEAS GROSERO, RAPHAEL!- Regañó mi madre.
-Eres un cochino... -Le di un golpe en el hombro- Pero ese "favorcito" sólo se lo daría a Uno... -susurré.
-Eres una asquerosa...- Mi hermano susurró de regreso.
-Pues Uno lo merece más que ese tal Nash–El abuelo apareció en la cocina como un fantasma.
-Maldición saco de huesos... me has sacado un susto...-Puse una de mis manos sobre mi pecho, sintiendo los latidos de mi corazón.
7:45de la mañana... Ya estaba llegando a la Universidad, pocos estudiantes llegaban antes de sus clases. Bajé del auto y caminépor los pasillos hasta mi casillero, frente a él estaba Nash con una caja de un tamaño mediano.
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-Buenos días, Nash.-
-Buen día Aleena... Llegas antes.-
-Órdenes de mi madre, ya sabe cómo son de estrictas.-abrí mi casillero, dejando algunos libros- Usted llega muy temprano, ¿se puede saber?-
-Tu cumpleaños se acerca y no estaré aquí para desearte un buen día... Conseguí un trabajo temporal.-
-Pues lo felicito por eso, en serio. Dígame que hará lo que le gusta y no estará dando clases.-
-Se puede decir que sí... Así que –me entregó la caja que cargaba en sus manos-Feliz cumpleaños adelantado... ábrelo ese día.-
