Capítulo 65.- Confianza.

25 3 3
                                    

-Sí, como te dije, al nacer en Salem, automáticamente todos creen que sabes de brujería o que eres un brujo, es demasiado cliché, por eso decidí no volver ahí -Evan terminaba de narrarme su historia de cómo pasó de ser expulsado en la escuela secundaria por romperle 2 costillas a un compañero de 3er año, a ser militar y uno de los mejores de su pelotón, a el accidente que lo dejó con un agujero del tamaño de una moneda en su pulmón...- Aunque la historia es lo mejor, si eres alguien interesado por la historia de Salem, ese lugar simplemente es oro puro.

-Me gustaría ir. -Ahí estaba yo, terminando un dibujo que, honestamente no sé por qué lo hice.- No por la parte cliché, aunque dicen que es su único atractivo.-

-Salem es atractivo por todo.-

-A ti te dicen Salem.- Lo miré.-

-Y mírame, soy hermoso.- Bromeó, yo solo solté una risilla y terminé mi café, que por cierto, ya estaba frío.- Déjame ver eso, ¿Que dibujaste?-.

-¡No!, ¡Espera! Aún no lo he terminado.- Intenté tomar el cuaderno, pero mis dedos no lo alcanzaron a tiempo-.

-¿Todo este tiempo me estuviste dibujando?-.

-Bueno.- Sentía un pequeño sonrojo subir hasta mis mejillas- No es como que tenía otra cosa en frente qué dibujar, además, me sirve para aprender a dibujar más expresiones faciales.-

-Te lo dije, tienes talento, Allen.- Dejó el cuaderno en la mesa y miró por la ventana del local- Y... Está lloviendo.-


     ¿Lloviendo?, ¿Cuándo empezó a llover?, ¿Cuánto tiempo había pasado? De nuevo perdí la noción del tiempo, maldita sea, mi padre va a matarme. Revisé mi celular, sólo 1 hora había pasado, rápidamente escribí un mensaje y me disculpé por no enviar el 1er mensaje hace media hora, soy una estúpida que se distrae hasta con una mosca en pleno vuelo. ¿Cómo volvería a casa ahora? Yo no conduzco.


-¿Dónde vives? Puedo llevarte si quieres, dudo que la lluvia pare en un buen tiempo. -Ofreció Evan-.

-No es necesario, yo...-

-No es problema, no tengo nada qué hacer, además, no sería educado de mi parte dejarte ir caminando bajo la lluvia, podrías enfermar.-

-De acuerdo, sólo porque se me acabaron las ideas.-

-Esa respuesta es suficiente para mi... Aunque también podrías llamar a tu hermano.-

-No, está muy ocupado, o eso dijo.- Honestamente no sabía si realmente había terminado ya sus asuntos o no, si había llegado a casa o estaba cerca de ésta zona.- Como sea.-

-Andando entonces, antes de que sea imposible conducir por las calles.- Tomó las llaves de su auto, quitando la alarma e indicándome que el auto estaba estacionado frente al local.- Veo que no traes un paraguas tampoco...-Miró a su alrededor en busca de alguna idea- Toma ésto y cubre tu cabeza y mochila, no queremos que ese cuaderno se arruine.- Evan me acercó su chamarra, la cual no era muy gruesa, pero de seguro no dejaba pasar ninguna gota.

-Demasiado caballeroso...-Dije, mientras acomodaba las cosas rápidamente y tomaba el suéter.

-Digamos que aún conservo mis modales, después de mi rebeldía en la adolescencia.-


     El auto de Evan era muy cómodo, y olía a limpio, se notaba que era un chico cuidadoso... No como el auto de Uno o el de Ben, que usualmente tenían bolsos de comida chatarra o latas vacías, además que el de Ben a veces olía a humo de cigarro porque, por lo que entiendo, Steve sólo fumaba cuando estaba bajo mucho estrés. El camino a casa en auto fue relativamente corto, pero fue suficiente para agradecerle miles de veces a Evan el sacrificio de desviarse de su camino para traerme hasta mi casa, él simplemente decía que no había ningún problema. Todo estaba saliendo perfecto hasta que aparcó fuera de mi casa y vimos un auto llegar detrás. Todo estaba saliendo perfecto.

My little best friend, "the famous"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora