Era mi mejor amigo... Tuvo que marcharse de la ciudad junto con su madre. ¿Por qué?, yo no podía entenderlo, era mi compañero de juegos, mi guardador de secretos y contador de historias... Te extrañaré Riley, vuelve pronto niño zanahoria.
Traté de...
¿Y quién era yo como para mentirme a mi misma sobre lo que estaba sintiendo?, no podía seguir mintiéndome, negándome; esto no era yo. Tomé aire y me levanté de mi cama, de regreso a la universidad. Hice mi rutina diaria y bajé a la cocina, no me daba tiempo para tomar un desayuno completo así que tomé un poco de fruta y jugo.
-Nos vemos a la salida má.-
-Hablé con Diane –soltó secamente girando sobre sus talones- A Cameron le salió un trabajo de última hora.-
-Ah –rayos- bien por él, ¿no?... Es lo que quería.- Intenté no tocar el tema de la noche anterior, ni verme molesta o... o triste.
-Haremos una comida para despedirlo, tienes que estar aquí a tiempo.-
-Ya, basta, si me vas a dar un sermón puedes hacerlo ya. Sé que quieres peguntar sobre lo de anoche pero no tengo tiempo, se me hace tarde.-
Subí al auto de mal humor, casi podía sentir humo saliendo por mis orejas como en las caricaturas; mi padre ya me estaba esperando con su termo de café en la mano.
-Al fin, pensé que me iría sin ti y que Dios se apiade para que tu madre quiera llevarte en su día libre. ¿Qué tal ayer?, no te vi en todo el día.-
-Desventajas de trabajar hasta noche papá. –Me puse el cinturón de seguridad- Nada.-
-Escuché que fue Cameron...- Me miró de reojo.
-No quiero tocar el tema hasta que me sienta cómoda.-
-Bien –tomó el volante- ¿Te parece bien que ahora tengamos un perro?-
-Eso sí que lo puedo contestar... Siempre quise un perro y agradezco que Uno trajera a Bob. Siempre quise un perro. –miré por la ventana un poco nostálgica, recordando cuando mis abuelos tenían un perro- ¿Crees que pudding esté con la abuela?, ¿o en un "cielo" especial para perros?.-
Una vez en la universidad, y para ser más específicos, en mi salón, saqué una libreta y me puse a dibujar, como si mi vida dependiera de ello, mi mano sólo hacía líneas y figuras sin que mi cerebro reaccionara, el tiempo se me fue hasta que vi a varios de mis compañeros entrar, miré a la hoja de nuevo y ahí estaba un lobo, la cabeza de un lobo, para ser más precisa; recordé que mi hermano veía Game of Thrones y esto de los lobos estaba incluido, sobre todo porque una vez bajé a la cocina y estaba viendo el capítulo de la boda roja... Quería vomitar con la escena pero aún así comencé a ver la serie junto con él.
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-Lobos feroces pero tranquilos, ¿quién lo diría?...-Susurré para mi misma.
-A quién le importa –Candy se sentó a mi lado- Ya estás de nuevo con los lobos. ¿Dormiste bien?-
