Capítulo 30.- Retirada o nada

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10 minutos habían pasado, ya estaba en la sala de espera con mis padres, Cam y Diane. Sólo escuchaba sonidos de máquinas molestas, doctores corriendo de un lado a otro junto con enfermeras, ninguna noticia, ni una sola, las uñas de mis manos ya no podían más después de tanto morderlas, tan ansiosa estaba. Mi hermano estaba muriendo lentamente, no me dejaban pasar a donar sangre hasta que me hicieran algunas pruebas... ¿¡QUÉ RAYOS!?, soy la única de la familia que tiene su mismo tipo y no me dejan hacer nada.


-Calma... estará bien -Dijo Cameron mientras trataba de calmarme-, Rapha es un tipo duro, probablemente sólo fue un rasguño. -

- Puede quedarse sin caminar si tratan de extraer la bala cerca de su espina dorsal. Un movimiento en falso y dejará de ser un soldado, un movimiento en falso y pasará el resto de su vida dependiendo de una silla de ruedas. -Dije seria, manteniendo mi mirada en un punto fijo del suelo, aún mordisqueando mis uñas-.

- Tu hermano es fuerte, podrá con todo, sabes que nada lo para... La silla de ruedas no va a detenerlo. -Me reconfortó Diane-.

- Al -Se acercó a nosotros-, tienes que donar, ahora...-

- Sí madre -Mi respuesta fue tan dura-, En seguida voy.-


     Me tocaba devolverle el favor a mi hermano mayor, después del accidente, yo le debía la vida. Pasaron 20 minutos, me habían sacado 1 litro de sangre, por el momento eso necesitarían para mantenerlo con vida mientras seguían con la cirugía. Estaba mareada y con un jugo de manzana por un lado, Cameron trataba de mantenerme despierta, había llamado a Candy y a Noah diciéndoles las noticias, vendrían por la mañana.


- Aleena, es mejor que vayas a casa, te ves cansada y mañana tienes que ir a la escuela. -Dijo mi padre mientras se acercaba a mí-.

- No, no iré hasta saber que mi hermano está bien... Llamaré al director si es necesario, pero no me iré del lado de Rapha ahora.

- Te sientes en deuda, ¿No es así?.

- Más que eso, lo sabes, lo sabía... Le dije que esto podía volver a ocurrir si regresaba.

- Supongo que era problema de él y no tuyo. No debes de meterte en esas cosas.

- Es mi único hermano, entiende eso; él me salvó la vida una vez y yo lo intenté... 


     Mi voz comenzaba a quebrarse, mi madre ya tenía los ojos de tanto llorar, mientras que yo evitaba hacerlo, me hacía fuerte ante la situación.


-¿Familiares de Raphael Allen? -El Doctor encargado de Raph salió de una de las habitaciones con los guantes llenos de sangre-.

- ¡Soy su madre!, ¿TIene noticias de mi hijo?

- Una de las balas, la de su estómago, fue extraída ya, perdió bastante sangre, queremos que la recupere para poder continuar con la segunda bala situada cerca de la espina dorsal. -secó el sudor de su frente- Quiero que sepan que a partir de ahora todo puede suceder, puede vivir, morir, quedar paralítico. Se hará lo que se pueda, no podemos asegurar nada. -Me miró- ¿Eres la hermana?, ¿La donante?

- Sí, soy yo...

- Queremos tu aprobación de poder donar 3 litros más, como sabes, en el banco de sangre no tenemos de su tipo y solo tú lo eres.

- -Me miró atentamente, poniendo una de sus manos en mi hombro- No estás obligada a hacerlo pequeña, ¿Entiendes?.

- Lo haré, sin problema alguno... Podré mañana a primera hora si lo necesitan.

My little best friend, "the famous"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora