Capítulo 74.- Un mejor futuro.

16 3 0
                                    


Han pasado ya un par de años desde ese día, terminé la universidad en línea, me uní al equipo de tatuajes que mi hermano y yo frecuentamos, ya no por tinta, sino por simples charlas, aunque admito, Candace y yo nos hemos hecho un par de tatuajes juntas, al igual que Evan... Sí, Evan y yo nos hicimos muy unidos, todo empezó muy raro y, podría decirles que comenzamos a salir; Uno se molestó al principio, alegando que ya no sería mi "número uno", pero sabía que yo estaba en buenas manos. Obviamente Candace le ayudó al chico a preparar todo, como una "venganza" por yo ayudarle a JJ.


~Flashback~


-No sé qué le voy a decir, no tengo ni siquiera el momento perfecto para decirle, soy un estúpido, no la merezco-

-Cállate Salem, le gustas, se nota, lo sabes, te gusta, está más que claro, hasta sus padres lo saben, cualquier momento será especial si sólo están ustedes dos, ¿se deshizo de todos los regalos que le dio Cameron?-

-Sí Candy, lo hizo, los puso en una caja y se los dio a la señora Diane-

-Pues, esa es tu señal, lo olvidó por completo, cerró ese capítulo de su vida, es tu turno. Ella ama los unicornios, la música, dibujar, el café... Creo que tienes una buena variedad de cosas para elegir correctamente-


~Fin de flashback~


     ¿Cómo me pidió que fuéramos oficialmente novios?, sin duda alguna, de la mejor manera posible y no, no quise que la tierra me tragara, no morí de vergüenza... Fue en el cumpleaños de Uno, todos estábamos en el jardín de su casa, posiblemente con algunas copas encima pero no tanto, mis amigos y familia presente, él sólo se acercó para pedirme que fuéramos a un lugar un poco más apartado, pero no tanto, hablamos de cosas sin sentido y después sólo me besó. Carnosos labios con sabor a alcohol, extraño pero maravilloso. De fondo sólo pude escuchar a mi madre, Candy y a la madre de Uno gritar de felicidad, mientras que Rapha y Uno gritaba un "al fin" a todo pulmón.

     Ustedes dirán que es una manera extraña de preguntar o pedirlo, lo es, pero es mejor que las palabras, a mi parecer. Fue en el momento que él se sintió seguro y decidido, y yo, bueno, yo ya sabía qué quería desde hace meses atrás, ya que, salíamos seguido a cafés o bares, él pasaba horas en mi casa haciendo absolutamente nada en el suelo de la sala, hasta habíamos ido a la casa del abuelo para ir a pescar. Técnicamente actuábamos como si ya estuviéramos en una relación, claro, sin los besos ni nada.

     Ahora mismo estoy en su departamento, haciendo algunos diseños para pintar la pared de su estudio, comenzará a grabar videos para una plataforma, subirá rutinas de ejercicio y meditación para ex militares que estén asistiendo a diferentes terapias.


-¿Pondrás colores neutros?, no va mucho conmigo, como te podrás dar cuenta.- Recargó uno de sus pesados brazos sobre mis hombros.- Tampoco un diseño tan extravagante.-

-¿Quién es la persona que estudió psicología y dibuja aquí?, ¿a caso tú, "Salem"?- Dije, mientras lo miraba con seriedad, pero a punto de estallar en risas.

-Tú nunca me dices así, malvada enana.-

-Yo sé lo que hago, Júpiter me dio varias ideas antes, la pared y tu estudio están en buenas manos.-

-Como sea, vámonos ya, tu hermano nos espera en tu casa, dijo algo de hacer una barbacoa o algo así.-

-Es su cumpleaños, era obvio.-Suspiré pesadamente mientras guardaba mis cosas en una mochila que Evan había diseñado para mi en navidad- No tardo, ve subiendo a tu auto.-

My little best friend, "the famous"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora