"Un día alguien te va a abrazar tan fuerte que todas tus partes rotas se unirán de nuevo"
Anónimo
Es en momentos como este donde me replanteo que tan buenas son las decisiones que tomo, y definitivamente esto no fue una buena idea, todo es culpa de mi estúpida curiosidad por querer saberlo todo. Mi mirada está fija en la cama, donde se encuentra aquel chico envuelto entre las sábanas.Parpadeo unas cuantas veces antes de regresar mi vista a los dos chicos frente a mí.
—¿Él está bien? —señalo con mi dedo índice al pobre chico acostado sobre la cama que luce casi muerto.
Alterno mi mirada de su cuerpo a los dos pares de ojos que me observan expectantes. Ambos dirigen su vista al que al parecer es el hermano de Axel, asienten en su dirección y se encogen de hombros.
—Estará bien. Siempre es lo mismo, vomita hasta el cansancio, duerme un par de horas y luego está como nuevo —dice Klaus con tranquilidad —. Revivirá en unas cuantas horas.
Por breves segundos me preocupa la tranquilidad de ambos, sin embargo, al parecer están acostumbrados a lidiar con esto, así que asiento con mi cabeza y me quedo en silencio sin saber qué decir. Mi mirada se encuentra en todos los rincones de la habitación evitando a toda costa hacer contacto visual con Axel, quien no ha despegado sus ojos de mi cuerpo y me observa como si yo fuera el ser más interesante de ver.
—Bueno... —Klaus rompe lo que al parecer se estaba convirtiendo en un incómodo silencio—. Creo que lo mejor sería salir de la habitación y dejar al vomitón de Ashton descansar, ¿no lo creen?
Las palabras de Klaus hacen espabilar a Axel, aleja su mirada de mí y asiente estando de acuerdo con su amigo. Giro mi cuerpo y salgo con rapidez de la habitación, me escabullo por el pasillo hasta llegar a la pequeña sala y segundos después ambos chicos se abren paso en el lugar. Klaus se dirige a la cocina mientras Axel se deja caer despreocupadamente sobre uno de los sillones, para luego invitarme a tomar asiento.
Me siento en el sillón que se encuentra más alejado del suyo y como si supiera lo que pretendo niega con su cabeza y sonríe con picardía. No mentiré, desde que puse un pie en este apartamento la tensión en él ambienta ha sido palpable, no sé que sucede conmigo cuando él está a mi alrededor, pero no puedo evitar estar a la defensiva y ser un manojo de nervios.
—Deja de mirarme de esa forma —declaré concentrando mi mirada en sus ojos.
—¿De qué forma? —relame sus labios retándome con la mirada.
Sonrío bajando la mirada a mis manos que se encuentran entrelazadas sobre mi regazo, mientras él espera una respuesta de mi parte, dirijo nuevamente mi mirada a sus ojos y suelto un suspiro antes de decir:
—¿De verdad haremos esto? —cuestiono poniéndome cómoda en el sillón.
Axel entrecierra sus ojos hacia mí y se mantiene en silencio, aprovecho su silencio y dirijo mi mirada a la cocina donde se encuentra Klaus que se mueve de un lado para el otro con lo que parecen unos audífonos en sus orejas.
—¿Hacer qué exactamente? —su voz hace que regrese mi atención a él.
—Esto —nos señalo—. Tener esta conversación. Me miras como si estuvieses a punto de saltar sobre mí y evidentemente crees que yo estoy esperando a que lo hagas, pero no es así. Así que deja de hacerlo.
Me pongo en pie con la intención de ir a la cocina y pedirle a Klaus que me lleve a casa, sin embargo, Axel es más rápido, se mueve con agilidad y antes de que pueda dar un paso más se levanta del sillón y me retiene colocándose frente a mí.
ESTÁS LEYENDO
La lista de los Corazones Rotos
Teen Fiction«Porque incluso, una persona rota y lastimada nos puede enseñar a vivir con las heridas, mostrándonos la forma de encontrar los pedazos de un corazón roto» Una lista sería la encargada de colisionar sus mundos y lo que comenzó como un simple juego t...