Capítulo 27

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Estamos de vuelta. Espero que disfruten el capítulo


¿Me ayudan a poner un nombre con el que shippear a Axel y a Ellen?

¿Axllen? ¿Allen?

No lo sé, soy muy mala para esto. Mejor los dejo escoger a ustedes  <3


—Ellie...

Soy vagamente consciente de que alguien ha estado susurrando mi nombre desde hace algunos segundos, así como también de que hay una mano acariciando mi cabello, es un roce casi imperceptible, pero ahí está. Mis párpados pesan, me toma varios intentos poder abrir los ojos por completo y cuando por fin lo consigo debo pestañear varias veces para aclarar mi vista y enfocar la silueta de la persona que está sentada frente a mí.

—Empezabas a preocuparme, cariño —susurró despacio. Su mano continuaba acariciando mi cabello.

—¿Qué ocurre? —pregunto. Mi voz suena todavía adormecida, probablemente se daba al par de horas que llevo durmiendo, ni siquiera puedo recordar en qué momento me quedé dormida—. ¿Qué hora es?

Tía Olivia desvía la mirada al reloj que tiene en su muñeca.

—Son casi las cuatro —me mira a los ojos—. Has estado dormida mucho tiempo.

Como si tratara de confirmar sus palabras mi vista se traslada a la ventana por donde terminan de entrar los últimos rayos de luz. Y, entonces lo recuerdo, en un parpadeo llegan a mi mente los sucesos de las últimas horas. El frío se instala en mi cuerpo y se vuelve peor cuando vuelvo mis ojos a tía Olivia y ella tiene una sonrisa amable en el rostro.

—Siento mucho lo que pasó antes, yo no quería..., no quería...

Ella negó con la cabeza impidiendo que pudiera seguir.

—Eso no es importante ahora, cariño.

—Sí que lo es —protesté.

Su mano dejó de acariciar mi cabello y ahora acunó mejilla. La calidez de su mano se sintió reconfortante contra mi piel.

—Hablaremos sobre eso luego, ahora... —Una sonrisa divertida adornó sus labios—. Hay alguien que está buscándote.

¿Qué cosa?

—¿Cómo dices? —pregunté en un hilo de voz.

—Dije que hay alguien que está buscándote —ríe y se pone de pie—. Un chico para ser exacta.

Mierda.

—No digas groserías —me regaña y hasta entonces me doy cuenta de que lo dije en voz alta. Le doy una sonrisa de boca cerrada a modo de disculpa.

Olvidé mi (no) cita con Axel. Otra vez mierda.

—Es guapo —señala—. Muy guapo, de hecho —sonríe ampliamente mientras mi pulso comienza a dispararse—, Ya me hubiera gustado a mí que en mis tiempos existieran chicos así, ¿de dónde lo sacaste Ellie?

Tía Olivia se detiene en el centro de la habitación y me mira directo a los ojos. Y yo me quedo ahí, quieta, tan tiesa como una estatua.

—Yo no..., él es... bueno...—balbuceo.

—Ahora que lo pienso, creo que ya lo había visto antes —murmura, ignorándome por completo.

Hay un momento de silencio. Mi respiración se acelera ante la idea de que ella pueda...

La lista de los Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora