Capítulo 16

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El médico salió de la habitación después de revisarme y confirmar que todo está bien. Bueno, no del todo bien, pero no es como si fuera a morir. Solo necesito comer mejor e intentar dormir más y, por supuesto, aliviar los altos niveles de estrés que me hacen parecer una persona de cincuenta años en lugar de una de diecisiete. Palabras del doctor no mías.

Termino de bajar de la camilla a la vez que Axel se pone de pie y me observa, cauteloso.

—¿Qué sucede? —entrecierro mis ojos en su dirección.

—Nada, solo... —hace una mueca—. Olvídalo

Frunzo mi ceño, pero no digo nada al respecto. Me encamino a la salida del consultorio sintiendo sus pasos detrás de mí.

La silueta de mi madre junto a la de tía Olivia es lo primero que captan mis ojos cuando llego al pasillo donde se encuentra la habitación de Ben. Ninguna de las dos se ha percatado aún de nuestra presencia, ya que conversan distraídamente recostadas sobre una de las paredes del corredor. Axel camina a mi lado mientras nos acercamos.

Tía Olivia es la primera en notar que caminamos hacia ellas.

Mi mirada se pierde al final del pasillo cuando logro divisar como el doctor Newman se acerca a ellas. Acelero un poco el paso y me sitúo al lado de tía Olivia justo cuando el doctor comienza a hablar.

—... Afortunadamente su cuerpo está reaccionando positivamente al tratamiento. La crisis no causó daños graves al músculo del corazón, que era nuestra mayor preocupación. Los exámenes arrojaron que no se generaron coágulos de sangre que pudieran obstruir alguna arteria y eso es bueno —informa—. Hay que esperar que Benjamín despierte para tener más detalles de su estado actual.

De mis labios escapa un suspiro de alivio al escucharlo decir esas palabras.

—¿Podemos entrar a verlo? —me escucho decir causando que los cuatro pares de ojos pongan su atención en mí.

El doctor Newman me observa para entonces dirigir su mirada a Axel que se encuentra a mi lado y ladear su cabeza, noto que por sus ojos cruza la confusión, pero sabe disimularla muy bien antes de volver a poner su atención en mí.

¿Qué fue eso?

—No es prudente hacerlo en este momento, lo mejor es esperar a que despierte —asiento y permanezco en silencio.

Me alejo junto a tía Olivia hacia el otro extremo del pasillo cuando mi madre se queda conversando con el doctor Newman. Mis ojos recorren el lugar buscando a Axel, pero no logro encontrarlo. Hace unos segundos estaba justo aquí.

—Y... —pongo mi atención en tía Olivia—. ¿Quién es el apuesto chico que estaba aquí contigo?

La observo aguantando una sonrisa.

—¿Cuál chico? —finjo demencia.

Me da una mirada de reproche para luego agregar. —No te hagas la tonta cariño, sabes de qué estoy hablando.

Ruedo los ojos para después cruzar los brazos sobre mi pecho y recostar mi espalda a la pared.

—Es... — pienso en que responder—. Un conocido, nada más.

Suelta una pequeña risa antes de decir.

—Puede que ya esté un poco vieja, cariño, pero no ciega y estoy segura de que no es un simple conocido como tú lo llamas —hace comillas con sus dedos al decir la palabra conocido para después negar con su cabeza en mi dirección—. Además, no cualquiera se queda toda una noche durmiendo en el frío piso de un hospital con una conocida.

Río ante sus ocurrencias.

—Nos conocimos hace unas semanas y solo fue amable. Se ofreció a traerme al hospital, se hizo tarde y se quedó a hacerme compañía, eso es todo— no es del todo mentira lo que estoy diciendo, solo omito algunos detalles.

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