El camino hasta el bar se me hace eterno.
Entre los nervios que lo único que hicieron fue aumentar y el cruce de miradas para nada intencionado con Axel, creí que nunca llegaríamos. Pero, afortunadamente pude volver a respirar cuando el auto se detuvo y Klaus anunció que habíamos llegado. Cora encabeza el grupo cuando nos dirigimos al interior del lugar, seguida de Klaus y June, luego yo y de ultimo Axel. A medida que avanzamos todo el lugar se vuelve incluso más impresionante, más luces de colores, más personas, más ruido, todo el doble de intenso.
Subimos unas escaleras que nos llevan a un salón un poco más pequeño y privado, hay una barra de bebidas, muchas mesas y... un escenario justo en el centro.
De inmediato busco la mirada de Axel, que se había detenido a mi lado mientras que los otros buscaban la mesa.
Una pequeña sonrisa bailaba en mis labios.
—¿Un karaoke?
Axel se encogió de hombros, queriendo restarle importancia.
—Digamos que cambie un poco los planes.
Eso me arranca una sonrisa. Porque sí que es importante, lo era para mí y él lo sabe. Lo siguiente que sé es que nos hemos acercado a la mesa donde están los demás. Owen es el primero en vernos, su expresión es la de siempre, pero hace un esfuerzo por mostrar una leve sonrisa a forma de saludo. Axel y yo tomamos asiento junto a June y Klaus. Al otro lado, Cora y Mike se ponen de pie para ir por las bebidas, yo prefiero pedir una botella de agua al igual que Klaus que aún no puede beber por los medicamentos.
Él hace una mueca de disgusto.
—Parece que seremos el agua y yo toda la noche.
Cuando los chicos regresan dejan las cervezas sobre la mesa, yo me sirvo un vaso con agua y lo bebo de un trago. Empezaba a hacer calor. Noté como Axel me miraba de reojo mientras escondía una sonrisa. Bebi un poco más. En eso, Mike se puso de pie, tomando una bebida.
—¡Un brindis! ¡Enhorabuena por la exposición, June! —exclamó con una gran sonrisa, levantando la cerveza en el aire.
Todos lo seguimos y coreamos más felicitaciones para June. A ella no le cabía la sonrisa en el rostro. La exposición de sus fotografías sería el próximo sábado y aunque no podía estar más nerviosa por ello, justo ahora todo parecía valer la pena. Yo sonrío, mirándolos a todos, haciendo un esfuerzo por guardar este momento en mi memoria.
Klaus y Mike son los primeros en ponerse de pie y subir al escenario, emocionados.
—Nos van a amar —dice Klaus por el micrófono, señalando nuestra mesa.
Sugar de Maroon 5 empezó a sonar por los altavoces del recinto. Ambos cantan a todo pulmón, desafinados y sin pegarle a una sola nota, pero dejando todo en el escenario. Owen niega con la cabeza, casi decepcionado del ridículo que estaban haciendo, Cora los graba con su teléfono mientras se ríe.
Eran todo un desastre.
June se anima a subir cuando acaba la segunda canción. Hace un dúo con Klaus y en la siguiente ronda se les une Mike. Axel intenta ocultar su sonrisa mientras los observa, pero era inútil, lo había pillado más de una vez sonriendo.
—Alguien que les quite el micrófono ya —Owen hace una mueca, casi como si le diese vergüenza conocerlos.
—Deja de ser tan amargado —le dice Cora—. Se están divirtiendo.
—Mientras matan todo el repertorio de canciones.
Cora niega con la cabeza y continúa grabando, parecía acostumbrada a tener que soportar la actitud de Owen, quien termina por ponerse de pie y dirigirse a la barra para reponer su cerveza.
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La lista de los Corazones Rotos
Roman pour Adolescents«Porque incluso, una persona rota y lastimada nos puede enseñar a vivir con las heridas, mostrándonos la forma de encontrar los pedazos de un corazón roto» Una lista sería la encargada de colisionar sus mundos y lo que comenzó como un simple juego t...