Capítulo 41

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He intentado apresurarme con el capítulo y lo he conseguido a medias. Mejor tarde que nunca, ¿no? Jeje

Sé que ya es noche buena en muchos países, así que consideren esto con mi regalo para ustedes. Mi forma de forma de agradecerles, como siempre.

Feliz navidad.

Cuando abro los ojos a la mañana siguiente me toma un momento acostumbrarme a la luz que entra por la ventana, al olor a lavanda de las sábanas que me invade la nariz y a la calidez del cuerpo que esta junto al mío. Me toma un momento dame cuenta de que mi mejilla está apoyada sobre el pecho de alguien y que precisamente ese alguien me tiene rodeada con su brazo aprisionándome a su costado.

Todos los recuerdos de la noche anterior llegan a mi mente en segundos, y entonces me golpean imágenes que se reproducen casi que en cámara rápida. Recuerdo los besos, las caricias por debajo de la ropa y sin ella puesta, el inicio de sus respiraciones que terminaban perdidas en mi boca. Recuerdo el calor, su piel quemando la mía, nuestras piernas enredadas y los suspiros entrecortados que se mezclaban con el silencio... Hasta que dio el amanecer. Hasta que nos cansamos del otro. El pulso se me acelera sin que pueda evitarlo. Una sonrisa también se me escapa. 

Miro a Axel que sigue dormido, tiene el pelo desordenado, su pecho sube y baja con lentitud, mi mano está justo encima de su corazón. De forma distraída mis dedos comienzan a dibujar círculos sobre su piel, caricias suaves que me permiten sentir el vello que empieza a crecer sobre esa zona, su piel un tanto erizada y sus lunares regados en todos lados, sin ningún orden en específico. Sonreí, esta vez con toda la intención.

Entonces, cerré de nuevo los ojos y me permití disfrutar del momento. Sin pensar. Porque justo en ese instante se sentía correcto. Y no me arrepentía de nada, de modo que tampoco le di importancia a las consecuencias. Lo que sucedería a partir de ahora. Prefería no tener que pensar en ello y dejarlo estar, dejarnos llevar por el mismo impulso de anoche y ver hasta donde nos llevaba.

No pasa mucho hasta que Axel se despierta, lo noto en el segundo que sus dedos se mueven sobre mi piel, trazando lentas caricias sobre mi hombro. De arriba hacia abajo, tan sutiles, casi imperceptibles pero que logran que mis dedos se paralicen en su pecho.

Mhm, eso empezaba a gustarme —murmuró con la voz ronca.

Me perdí un segundo en la forma en como sus labios rozaron mi cabello.

—Creí que seguías dormido.

—Si aun lo estuviese ¿seguirías haciendo eso con tu mano? En serio lo estaba disfrutando.

Reprimo una sonrisa y retomo el movimiento de mis dedos sobre su pecho. Creo que noto el momento exacto en el que él empieza a sonreír. Axel tira de mi para pegarme a su cuerpo y deja una suave presión de labios cerca de mi sien. Me toma por sorpresa, pero lo último que hace es disgustarme. Sin embargo, intento no pensar demasiado en lo fácil que ha sido para él acercarse de aquel modo, casi que por inercia, como si lo hiciera de toda la vida, a mí en cambio me ha dado un vuelco el corazón.

—Buenos días, bonita —murmura al cabo de unos segundos.  Yo me relajo entre sus brazos.

—Buenos días.

—¿Has dormido bien? —inquiere en voz baja.

Asentí con la cabeza.

Axel se aleja un poco para mirarme. Sus ojos me detallan el rostro.

—¿Segura? —Su tono me hace mirarlo con curiosidad

—¿Qué quieres decir?

Alcancé a ver como se mordía el interior de la boca. Había notado que era un gesto que hacía cuando estaba nervioso. Lo miré con más atención.

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