Cuando los amigos partieron hacia una nueva aventura, Crosh fue con su mejor amiga a ver la reserva, a disfrutar de la maravilla que la naturaleza le brindaba en ese momento, a pesar de todo lo que habían pasado, era momento de que los amigos se divirtieran, así que vinieron a esta reserva para pasarla bien.
Eran ya las tres de la tarde cuando el reto había regresado, ya faltaba poco para el evento así que comenzaron a prepararse, pero aún faltaban dos personas, dos personas que eran buenos amigos, ellos ya pensaban que algo raro ocurría entre ellos, de pronto Crosh avisa a Jony que llegarían a las cuatro de la tarde, que se preparen los demás, pues la primera parte del evento lo ocuparían ellos, Crosh había dado la oportunidad de demostrar al grupo de lo que era capaz, así que ellos empezaron a planear todo lo que harían, pero quien sabe lo que Crosh y Liz estaban haciendo, quien sabe que ocurrirá con estos dos amigos, ya que ambos se llevaban bien y uno le entendía al otro, pero ambos sabían que uno no era del otro.
CROSH
Ya estábamos por partir a una gran aventura, el cielo era perfecto, las nubes blancas, el sol brillaba tan fuerte que se sentía todo el calor del mundo, no sabía hacia donde iría, de pronto los recuerdos de este lugar vienen a mi memoria, pero ahí estaba ella, ahí estaba Liz sonriendo, tan tierna, tan bonita, era alguien especial realmente, quizás Barbara solo era un espejismo a la realidad, quizás ella solo me estaba ayudando a encontrarla, pero también sabía que ella era mi mejor amiga, no quería que me odiara o que se alejará de mi, pero tampoco estaba seguro de lo que sentía por ella, pues Barbara ocupaba todo el tiempo mi mente, aquella imagen en la que la vi besar a aquel hombre, fue tan devastador, aquella imagen cuando vi alejarse de mi lado, me sentía tan solo, pero sabía que Liz estaba para ayudarme, para tal vez cuidarme y animarme en cada momento de mi vida, pero había momentos en que no podía más, simplemente me dejaba caer en la oscuridad, en una oscuridad en la que volvía a sentir, pero a pesar de todo eso, estoy aquí, estoy con la chica más bonita, bondadosa y fantástica que había conocido.
Cuando salimos del puerto, yo estaba remando, ella simplemente miraba las maravillas que nos rodeaba, al percatarme, el grupo ya se había dividido, pues decido llevarla a un lugar que había descubierto ya hace casi diez años, rogaba para que aquel lugar aún existiera, nos fuimos adentrando al bosque, ella quedaba confundida, ella me había preguntado a donde íbamos, yo simplemente le dije que era una sorpresa, pero lo malo era que llegaríamos en unos treinta minutos, así que saco mi móvil, envío un mensaje a Jony, al percatarme que no había señal solo me resigno y envió el mensaje, quizás lo vea cuando mi móvil logre obtener señal, ojalá a Liz le agrade el lugar, a la futura doctora le agrade la naturaleza, sin duda yo ya era programador, pero no me quedé muy convencido, así que decidí dar un paso atrás a esa profesión, para adentrarme a una nueva aventura, a un nuevo mundo, a aquel mundo que estuvo siempre en el fondo de mi corazón.
Habíamos llegado al lugar, al parecer estaba intacto, pues estaba lejos del puerto, nadie había descubierto esto, allí estaba una cascada, nosotros estábamos debajo de ella, pero alejados obviamente, así que pregunté a Liz si había traído ropa para cambiarse, ella asintió, amarré la balsa en la costa, bajamos de ella, dejamos nuestras cosas en la balsa, eramos descuidados tal vez, pero la seguridad del sitio nos dejaba una tranquilidad, seguridad y certeza de que nada iba a pasar, así que pregunto a Liz si no quería ir bajo la cascada, allí había una cueva para sentarse a disfrutar de las aguas cristalinas, ella asintió con un poco de miedo, la mire, con confianza para que esté segura, ella sabía que solo quería dar lo mejor para hacerla sentir bien, también sabía que ella quería despejarse, relajarse de todo aquel mundo que ha dejado atrás. Poco a poco, paso a paso entre las rocas estábamos posicionándonos debajo de aquella cascada, el sol a pleno brillo, veíamos una arcoíris formándose al chocar las aguas con las rocas, ella temblaba un poco, pues el agua estaba helada, ella se estaba congelando, pero debajo de la casada alumbraba el sol, en aquella cueva se podía ver un sol brillante, aquella magia de la naturaleza daba un lugar fantástico, ella me sonríe, yo hago lo mismo, el lugar estaba muy bien, ella aún estaba temblando, así que me acerco a ella, la abraso, ella me lo permite, me mira de vuelta y me dice: "Lo que se haga acá, será un secreto nuestro", yo abro los ojos como platos al ver a una Liz juguetona, una chica libre, simplemente asiento, entonces estábamos de acuerdo, ella me abrazaba muy fuerte, estábamos debajo de una casaca pasando una tarde inolvidable, un viaje inolvidable, un paseo muy romántico, pero sabíamos que ambos nos éramos el uno para el otro, ella sabía que quería a Barbara, pero aún así estaba pasando una gran momento con ella, eso no podía creerlo, ella me cuenta todo lo que había pasado, ella simplemente era maravillosa, de pronto ella me mira con los ojos fijos, no sabía lo que iba a pasar, era muy tensa, ya que ella me había abierto su vida, me dejaba entrar en ella, yo no sabía que hacer, ya que nunca había estado tan feliz con alguien, creo que después de esto, Barbara ya sería historia, de pronto ella me dice: "Te Quiero", mi corazón comienza a latir a mil por hora, hasta que sus ojos se acercan a mi, siento su aliento, su olor, pero no podía creer lo que estaba pasando, hasta que se termina nuestro espacio.
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Cuarenta Días
RomanceHistoria de amor, un amor que nunca muere y lucha a pesar de todo, una historia romántica que promete mucho.