Día 31 parte 3 (Una Noche Helada)

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Barbara:

  Al llegar a Casa de Crosh, él había preparado palomitas, después de ducharme ya preparo todos mis cosas, pues mañana ya tendríamos clases de vuelta, la magia ya se acabaría, estábamos ya en el último momento del día, esta noche estaba siendo fría, ojalá nunca se terminara, yo simplemente deseo que él siga a mi lado, que nada nos impida demostrar lo que sentimos, lo amaba tanto, él era único, a pesar de todo, lo he encontrado yo.

Al ver la cena que estaba preparando, simplemente lo observo, él se da cuenta de que estaba allí, me llama, voy y me da un dulce beso en la mejilla, vaya él siempre creativo, siempre con ganas de sorprenderme en las pequeñas cosas que hace, yo eso amaba de él, la verdad siempre amaba su creatividad, su misterios y su forma de ser, a pesar de que algunas veces discutimos, pero con la buena comunicación que teníamos, al final del día ya estábamos perfectamente nuevamente.

Esta es una noche muy fría lo oí decir, yo simplemente digo que sí; él me pregunta si quería ir a casa, yo con mi mirada perdida, le dije que no, ya que había traído mis cosas, pero el me pregunto si no tendría frío mañana en la universidad, simplemente le respondí; "Para eso tengo mi novio". Él abre sus ojos como plato, suelta un risa, a veces eres muy tramposa me dice, yo simplemente quedo callada, y luego nos echamos a reír, él era dulce, yo a veces hacía trampa, pero así como soy me quiere, así que le dije: "Así de tramposa y simpática me quieres", Él río y me dijo que no me quería, simplemente que me amaba, ambos nos quedamos abrazados, de pronto la comida ya empieza a pedir socorro, pues ya estaba lista, una vez más casi habíamos echado a perder otra comida, pero bueno, así éramos nosotros, así era nuestra noche de locuras, una noche que nunca olvidaré.

Llegada la hora de ir a la cama, simplemente , me recosté en su cama, él me dijo que me había equivocado de pieza, yo le dije que tenía frío, él sorprendido cierra la puerta y se tira en la cama, me da un fuerte abrazo, los besos llegan, tan dulce, tan hermoso, él me estaba besando, me hacía sentir amada, era algo inolvidable, yo lo quería más cerca, yo quería que se pegara a mi, que entrara en mi, de pronto todo se detuvo, él quería que nos casáramos antes de tener una relación tan íntima, así que lo respetaba, yo también quería hacer eso, ya que Dios nos da el santísimo matrimonio, un sacramente de amor, de pureza de alegría, él me dice que nuestra boda ya está programada, yo simplemente le digo un lo se, ya que desde que me pidió matrimonio, desde allí ya estuvimos viendo todo, me dijo que aún quedaba mucho por recorrer, pero yo sabía que el día más importante de mi vida llegaría, quién hubiera imaginado que en el día 31 sería un día feliz, un día en que comenzaba algo nuevo, un día en que finalizaba una etapa, tanto amor, tanto cariño, tanta dulzura, él estaba mirándome, entonces lo abrace, el me correspondió, y poco a poco, fui cayendo en un sueño profundo, su calidez, su alegría, energía, cariño, bondad y nobleza estaban siempre en mi, él estaba siempre conmigo y yo siempre estaba en sus proyectos y él en mis proyectos, lo amo tanto, solo Dios sabe hasta cuando estaremos luchando, hasta cuando estaremos juntos, pues algún día él nos llamará a uno de nosotros y el otro deberá quedarse, para dar aún más de él o de mi misma, quien sabe, solo se que estaría con él en cada momento de nuestras vidas.

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