Eran las ocho de la mañana cuando desperté, el clima estaba bastante frío, la temperatura indicaba unos cinco grados, para estas horas hacía bastante frío, bueno era lo lógico, el invierno se acercaba, voy al baño para lavarme los dientes, al ver la habitación de Barbara, veo que aún está durmiendo, eso sería una gran ventaja para mi, pues me daba tiempo a prepararle el desayuno, nada más bonita que una amanecer bonito, con el desayuno en la cama, entro a la cocina, después de haberme lavado los diente y desperezadome, entonces empiezo a batir los huevos, le prepararé unos dorayakis, era el postre favorito de Doraemón, así que sería algo que ambos recordaríamos, ya que ella me había contado que le gustaba ver Doraemón, pues a mi también, así que aprendí a hace ese manjar, realmente era delicioso, como relleno yo había puesto dulce de leche, ya que con eso era mucho más sabrosos, la cocina olía de maravilla, luego empecé a preparar chocolate caliente, pues hacía un frio de locos, nadie por las calles, menos mal que mi trabajo era en mi sala de estudio, por lo que no tenía que ir a ningún lado, bueno eso pensé hasta que vibra mi celular, eran los chicos diciendo que estaban organizando un asado al horno, con pollo en casa de Mario, pues los demás iban a irse tranquilamente ya que todos vivían en el mismo departamento, pero yo debía de ir, salir, me daba flojera pero sabía que eran mis amigos y no podía defraudarlo, inmediatamente contesto un allí estaré, entonces llega un mensaje de Liz diciéndome si no podía ir con nosotros, pues simplemente con un pulgar arriba le mandé una respuesta positiva, bien, entonces me dije, a prepararnos para otra gran aventura con mi novia, miro de reojos la por la puerta, pues ya había despertado, estaba preparando sus apuntes, ella lucía muy concentrada en sus estudios, así que golpeo la puerta, espero a que me diga para pasar, pero no fue hasta que ella misma abrió la puerta, bueno ya estaba medio abierto, le dije si quería ir al almorzar con los chicos, ella asintió, entonces le dije lo bonita que era, aún así toda despeinada y recién levantada, ella miró hacia la bandeja de desayuno, era algo maravilloso verla sonreír, ella ría tiernamente y me dice que prepare el baño por si mi comida le caía mal, ella siempre con sus bromas, yo simplemente le dijo que he preparado un paquete de pañales, ella me mira con una mirada de te voy a matar, nos echamos a reír, dejo la bandeja y salgo para que ella disfrute del manjar que le había preparado.
Mientras ella se preparaba yo me encargue de ordenar todo lo que había en el garaje, ya que anoche lo dejamos todo tirado allí, pero ahora si ya estaba bien ordenado, pero el garaje estaba vacía, ya que mi vehículo se encontraba en mi quinta, solo estaba el bus, y el pequeño coche eléctrico que se encontraba en un compartimiento especial, pues no podía ir con ese, ya que llevaría a Liz, éramos tres, y el coche era solo para dos personas, así que me encargue de guardar el mini coche en el garaje y preparé e bus para marcharnos, mando un mensaje a Liz diciéndole que ya todo estaba correcto, así que ella sale, sube al bus mientras yo espero a Barbara en la cabina de mando, cierro la puerta en donde se encontraba Liz, ella disfrutaría de la comodidad del bus, era algo raro, ir con tres personas en un bus para veinte pasajeros, llaveo todas las puertas cuando ella sale, era tan bonita que no pude resistir abrazarla en medio del horrendo frío, era tan agradable estar con ella, así que aborda, cerramos las puertas y nos vamos a l sitio de encuentro.
Al llegar al sitio eran las diez de la mañana, así que Liz baja rápidamente después de abrir las puertas, vaya, al parecer había algo entre Liz y Mario, que le da un fuerte abrazo, ya que él debe de abrirnos las puertas para poder ir, entonces cierro el bus, bajamos con Barbara y antes de que bajemos, tengo una loca idea, le pregunte a Barbara si quería ir a conocer mi quinta, ella asintió, pero le había prometido ver unas películas, así que iría en la quinta a traer el coche, entonces nos quedaríamos allí viendo películas y porque no pasar la noche en ese lugar, a pesar del frío nosotros sabíamos como pasarla bien.
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Cuarenta Días
Storie d'amoreHistoria de amor, un amor que nunca muere y lucha a pesar de todo, una historia romántica que promete mucho.