Crosh:
Al despertarme, ahí estaba ella, dormía aún, tan tierna, tan bonita, cuidadosamente me levanto de la cama para ir a prepararle es desayuno, para darle una sorpresa, me paro, salgo de la habitación, hoy la llevaría al Cine, me gusta, salir con ella, me gusta que disfrutemos cada momento de nuestras vidas, a su lado yo soy diferente, a su lado me siento seguro de mi mismo, así que prepararé unos panqueques, para acompañar al café, bien caliente, pues al llegar a la cocina me percato de que la calefacción estaba funcionando, por lo tanto no se sentía el fría, al fijarme en el termómetro veo que ya estamos a los -5 grados, vaya, era un día de frío extremo, de pronto enciendo la televisión, sale la noticia de primera plana, los periodistas anuncia que el invierno se despide con un histórico descenso de temperaturas, a pocos días de la primavera, a pocos días de la calidez, el invierno nos estaba condenando con estas bajas temperaturas, una fría mañana sin duda.
Empiezo a preparar los panqueques, caliento la estufa, enciendo la cafetera para que vaya haciéndose poco a poco el café, debería de estar bien caliente, pues fuera de aquí hacía frío infernal, pero a mi me gustaba el frío, a mi me gustaba esta temperatura, ojalá que a Barbara también, pues si no es así, ella se quedará pegada en la cama, no iremos a ningún lado y todo el planeamiento se llevará el viento.
Ya estaba todo el desayuno, eran las nueve de la mañana cuando Barbara había despertado con el dulce aroma al desayuno, todo estaba perfecto, ella se acerca, me da un fuerte abrazo, le muestro las entradas al cine, ella sonría, va al baño a prepararse, a ducharse, de pronto escucho un grito suyo, inmediatamente veo que pasaba, ella me dice que el agua estaba helada, yo le dije que prendiera el calefón, ella no sabía como, entonces entré para mostrarla, obviamente volvió a vestir, entonces ajusto el calefón, le pregunto que tal, ella me dijo que era muy agradable, entonces prosiguió su baño y yo fui con lo mío a la cocina.
Ella era muy tierna cuando se asustaba o cuando reía, sus ojos siempre brillan como una luz, era tan agradable estar en su presencia, al igual que a la presencia de Dios, cuando él esta allí, no hay ser humano quién pueda separarnos, solo él lo podía, ya que lo que Dios une, nada lo puede separar.
Unas media hora después la princesa sale del baño, pues, tan hermosa como siempre, tan suave sus manos, de pronto ella mira el termómetro, muerde sus labios, y me dice que el termómetro estaba roto, yo le digo que no, ella me dice que se quedaría pegada a la cama, lo que temía está sucediendo, entonces le pregunto: ¿Entonces no iremos al cine?; ella me dice que si, quedo confundido, ella ríe, ella siempre dando lo mejor de ella para hacerme el día feliz, ella simplemente de da un fuerte abrazo y me dice: "Dame una campera tuya si quieres que salga contigo". Esta es mi chica, alguien que me saca mis camperas y alguien muy bonita cuando la lleva puesta, yo respondo con un: "De acuerdo", ella ríe y comemos juntos el desayuno.
Dejando todo atrás, empezamos un nuevo día con el pie derecho, el ayer ya paso, el mañana no sabemos lo que podría pasar, pero en el presente si, a disfrutar al máximo con mi bella Barbara, ella lucía muy hermosa, ella era única, pues ya todo estaba listo, fuimos al garaje, allí ya no había calefacción, así que corrimos para entrar en el coche, por fortuna la puerta del garaje era todo automatizado, menos mal, pues el frío se sentía aún al llevar ochenta camperas encima.
Enciendo el coche y nos dirigimos a la sala de cine, a ver una película que ella tanto quería ver, aún no lo sabe, pero se que se divertirá mucho en este día muy fría, una mañana fría, se hace una mañana cálida, cuando estás con la persona indicada, con tu compañera fiel y con el amor de tu vida, y para mi, Barbara era esa persona.
Al llegar a la sala de cine, el local estaba totalmente vacía, pues la sala era solo para nosotros, el frío había afectado al negocio, por lo que éramos los únicos locos paseándose en una mañana helada, nos brindaron la mayor atención, compramos palomitas por montón, bien calentitas, nos ofrecieron también chocolate caliente, pues compramos para más tarde, fuimos a nuestro asiento, al primer asiento de la sala, fuimos los privilegiados ese día, ahora solo queda disfrutar de la película con el amor de mi vida, con la persona más importante de mi vida, allí estaba a mi lado, allí estaba Barbara, mi verdadero amor, dos locos enamorados éramos, pues ni el frío más crudo impedía que pasáramos juntos el tiempo y los momentos.
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Cuarenta Días
RomansaHistoria de amor, un amor que nunca muere y lucha a pesar de todo, una historia romántica que promete mucho.