40) Aún no

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ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʀᴇɢʀᴇsɪᴠᴀ

≪•◦ ❈ ◦•≫





Luego de tantos problemas que se lograron resolver, prometiendo decir la verdad y contestar todas las preguntas que Taehyung deseara saber, los días trascurrieron normales.

Como este día.

El menor del grupo quería pintar su departamento de algún color llamativo con lo cual pidió ayuda a sus amigos quienes con gusto dieron una mano, estando en ese momento Jimin, Seokjin, el dueño del lugar y Taehyung.
Ya que los demás estaban ocupados hasta muy tarde pero prometiendo que luego ayudarían.

Habían decidido comenzar con la habitación, así que luego de llevar todas las pertenencias del pelinegro que estaban en el lugar elegido a la sala, comenzaron a pintar.

Entre risas y juegos el trabajo se volvió más largo de lo que debía y un poco más cansador. Taehyung, al reír tanto de la risa de Seokjin, fue hasta la cocina así tomar un poco de agua fresca pero en el trayecto lo de tuvo un objeto que se le hizo familiar.

Un retrató enmarcado estaba tirado en el suelo, seguro había caído cuando movieron las cosas con fuerza y no percataron su caída.
Al alzarlo, sus ojos recorrieron la foto. Un pequeño parque ecológico se veía de fondo mientras delante de los arboles sedosos y verdes logró distinguir su figura de adolescente abrazando a Jimin y a su derecha Seokjin era alzado ligeramente por Jeon.

De un momento a otro se sintió en ese lugar, su piel logró sentir el aire fresco y a su olfato llegó el aroma fresco y limpio de los árboles. Escuchó la brisa que pasaba por los árboles, la risa de sus amigos y el murmullo de la gente.

Estaba en ese lugar.

En ese momento.

–¿Qué ves Tae? –Jimin, que se había acercado para tomar agua, preguntó mirando la fotografía y sonrió al reconocerla. –Ooh esa foto, la sacamos en el parque ecológico pero en realidad íbamos a...

–A conocer tu familia Hyung... En Busan.– Lo interrumpió para completar la frase. Y ante el repentino hablar, la cocina quedó callada. Siendo el único sonido, sus respiraciones.
El rubio clavo su vista en Jimin y en segundos su mente comenzó a proyectar una ráfaga de imágenes donde cada una le regalaba un pedazo de información. Y todo, absolutamente todo comenzó a tomar su lugar.

Recordaba a Jimin.

Con su mirada y una sonrisa nerviosa observó al pelirrojo intentando trasmitirle su emoción.

Hey ¿Porqué tardan tanto?

Seokjin entró a la cocina sin entender las sonrisas en los rostros de sus menores, y menos cuando Taehyung sonrió más grande cuando lo observó a él.

¿Pero cómo no iba a estarlo el rubio? Cómo, cuando ese Hyung de hombros anchos lo ayudo de mil maneras. El mismo que con la escusa de regalarle galletas de chocolate caseras intentaba enamorar a su hermano mayor. Ahora recordaba sus locuras con el castaño y sobre todo...

Recordaba a Seokjin.

Hyun-ng yo...

–¿La idea era que pintara solo mi cuarto hyungs?

Antes de poder explicar su menor llegó. Aquel que se habia enamorado de él cuando solo lo había ayudado, el mismo que lloró cuando sin intención le habían tirado al suelo la primera torta de dos pisos que hacía.

Era él.

Lo tomó de los hombros con una sonrisa y pequeñas lágrimas de emoción en los ojos, repitiendo como disco rayado lo mismo.

Jungkook te recuerdo, Jungkook te recuerdo... – El pelinegro pestañeo unos segundos intentando entender lo que los labios ajenos le decían.

¿Hyung, es verdad o una broma? –Jeon, sin dejar de lado su confusión, fue sujetado por las mejillas mientras conectaba la mirada con el rubio.

No es una broma, Jungkook te recuerdo – Repitió sin miedo. Luego observó a todos. –Los recuerdo a todos.

Ese había sido el inicial para ser sostenido en un abrazó grupal, donde las lágrimas y risas se mezclaban en gozó genuino.

Jimin lo tomo de los brazos, siendo el que más emocionado estaba.

–¿Recuerdas a todos?

–Si, no del todo pero los recuedo.–Habló con una sonrisa de oreja a oreja y comenzó a nombrar.– A ustedes, Nam hyung, Yoongi hyung, mi amado sobrino Jhioon, Beak Hyung, mamá...

–Y... ¿Recuerdas a Hoseok?

Seokjin ante la alegría preguntó, arrepintiéndose cuando la sonrisa geométrica del rubio se desvanecía.

No podía ser.

No entendía el porque todo comenzaba a tomar su lugar en su mente, menos una persona.

Sin ánimos y con su vista al suelo su voz pronunció las palabras que los demás no deseaban que sean reales.

No, aún no.




















Lamentó la demora 😢😢...

les regaló uno flor por
la espera 🌷💕

Y otras más 🌹🌹🌹🌹
por el drama que
se viene 👀...


HMD

¿Y tu eres? | HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora