43) Una semana

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ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʀᴇɢʀᴇsɪᴠᴀ
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Una semana o siete días, como quieras decirlo, da el mismo resultado. Era el tiempo que transcurrió desde aquel trágico día.

Con sus manos dentro de los bolsillos del pantalón, caminaba a paso lento por los pasillos fríos, vacíos y tristes del hospital. Como hacía hace siete días, sin falta. Caminando junto a la esperanza hasta llegar a donde el cuerpo del chico que pintó de colores su vida blanquecina, permanecía postrado en una camilla.

Guardado entre cuatro paredes sobrias que tiempo atrás lo habían recibido y ahora, una vez más, estaba dentro. Como si lo hubiese esperado la habitación 282.

Hoseok.

Su vista se dirigió hasta la voz que lo llamó siendo Yoongi. Por un momento no entendía porque estaba ahí hasta que recordó que habían permitido que más de una persona podían visitar a Taehyung.

Como su salud era de riesgo el doctor había dejado que Hoseok sea el único que lo vea pero ahora todos podían entrar a la habitación y estar tiempo con el rubio.

Su brazo izquierdo fue tomado por el pelinegro y sin tener alguna explicación fue arrastrado por los pasillos.

Yoongi-Hyung ¿Qué sucede?.

–Ya lo sabrás, solo corre.

Con esa respuesta siguió el cursó que su mayor le trazaba hasta que algo llego a su mente. El recuerdo de aquel día. Estaba sucediendo lo mismo, su mayor lo llevaba arrastrando con emoción hasta la habitación de Taehyung y cuando llegaba...

Con una sonrisa ahora él tomo el brazo del pelinegro comenzando a correr con fuerza, acortando el recorrido. El pelinegro no se quejó, incluso aceleró el andar más aún hasta que llegaron pero cuando abrió la puerta notó como el castaño se quedo quieto frente de la habitación.

–¿Hoseok?

Su llamado no tuvo respuesta. El castaño permanecía sordo a todo su alrededor porque al estar parado adelante de la puerta blanca con el grabado de 282 en la madera, el final del recuerdo llegó.

Y sintió miedo.

Miedo que al entrar a la habitación su menor lo analizará con sus ojos abiertos para al final, decir que no recordaba. No recordaba su vida, ni sus amigos, su familia, que no lo recordaba a él.

Hoseok. –Saliendo de su mente miró con sus ojos asustados a su amigo, quien con una sonrisa suave insistió.–Entra, por favor...

Con una respiración onda cruzo el umbral notando a todos sus amigos, su suegra, al doctor y... A Taehyung, despierto.

Estaba despierto.

Lento, con miedo, se acercó a la camilla teniendo la mirada atada con la del menor.

T-Taehyung...

El rubio que permanecía mirándolo con cara neutra cambió de inmediato, regalándole una sonrisa a Hoseok.

Hola Hobi-Hyung.

Su cuerpo enteró tembló, como si se derrumbará ante la mención de aquel apodo que hace tiempo no escuchaba.
Sus ojos nublados de emoción y con el corazón a mil por hora, se acercó más hasta tener en sus manos la mano de Taehyung y poder formular la pregunta que le confirmaría mil cosas.

T-Taehyung... Tu... ¿Me r-recuerdas?

El rubio sostuvo aún más fuerte la mano del castaño mientras se acomodaba mejor en la camilla (Tanto tiempo acostado entumeció su cuerpo) y con una sonrisa más grande habló. Logrando despejar todo tipo de idea en la mente del mayor.

Si Hyung. Te recuerdo...

Y sin más, ambos se abrazaron. Sintiendo el calor de la emoción y felicidad.

Todo volvió a ser como antes.









HMD

¿Y tu eres? | HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora