SCARLETT
Sábado por la mañana.
Un lluvioso sábado por la mañana.
No paraba de mirar por la ventana viendo la lluvia deslizar por ella, llevaba una semana lloviendo y no parecía que fuera a parar pronto, pero una silueta empapándose en la lluvia me animo.
Abrí la ventana y la saque la cabeza sin importarme el hecho de estar mojándome.
-Chss,Scarlett-susurró la voz.-baja-
-Puedes hablar alto, mis padres no están en casa y son las doce de la mañana-le conteste en un tono de voz normal mientras salía a encima del tejado.
Baje del tejado sin resbalar y me encontré cara a cara con Matt, tenía el borde del ojo morado pero no me atreví a preguntar porque. Jadeaba, se nota que había estado corriendo.
-definitivamente eres spider-women-bromeó sacándome de mis pensamientos.-¿como no has podido matarte bajando?-
-es un talento oculto-dije alzando los hombros.-¿que haces por aquí?-
-La casa de un amigo de mi hermano pilla por aquí cerca así que he decidido parar a visitarte- mintió, se le notaba bastante, y no parecía tratar de ocultarlo.
-ayer después de dejarme en casa desapareciste, no me dio tiempo a darte las gracias-cambie de tema porque se notaba que no me iba a dar explicaciones al respecto de su ojo.
-Wow, Scarlett Sallow dándome las gracias, esto es algo nuevo-bromeo de nuevo, hoy estaba de buen humor, y por alguna razón su buen humor estaba siendo contagioso.
Rodé los ojos.
-bueno, ven conmigo-soltó y como hace desde que nos conocimos tiro de mi .
Matt paro frente a la puerta de un restaurante de pinta francés por el nombre Bistroit á vin, porque aunque hable fatal francés era obvio que ese nombre no estaba en mi idioma. Entramos a dentro y el mesero pareció reconocer a Matteo ya que le guiño un ojo y nos condujo por una sala llena de imágenes de Francia hasta una mesa para dos frente a la ventana.
-bienvenida a a el restaurante Bistroit á Vin- dijo marcando énfasis con su acento francés en la pronunciación del nombre.
-es bonito, muy acogedor-comente sentándome en una de las sillas, el se sentó enfrente.
-me gusta que te sientas cómoda-me dijo el con una sonrisa.
Yo al no saber que decir así que me quede callada. Pero una de las camareras rompió nuestro silencio. Era alta y delgada, con unas piernas infinitas y delgaditas, tenía unas suaves curvas que la hacía verse muy bien y debajo de las luces del restaurante contrastaban con su piel canela. Su pelo era de un color moreno muy rizado y sus ojos negros como la noche.
-¡Matteo! Hace tanto que no te veo- le saludo con una gran sonrisa, hizo ademan de abrazarlo pero al final no lo hizo-¿que tal están tus hermanos?¿y Céline?-
Ella también tenía un marcado acento francés.
-hola Agathe-le saludo el de vuelta marcando su acento en el nombre de la morena.-Están todos bien-
La chica se limito a sonreír y pude ver como se detenía a mirar el puñetazo del ojo de Matt pero no pregunto nada al respecto.
-me alegro mucho, haber si los veo, mi madre se muere de ganas de que vengáis a comer-le comento y se giro hacia mi.-Hola, encantada, soy Agathe-
-un placer yo soy Scarlett, pero prefiero Scar-la salude.
Ella sin dudarlo me abrazo y cuando me soltó esbozo una sonrisa.
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¿De que están hechas las estrellas?
RomancePara Scarlett la vida ya no tiene sentido; pues tras perder a su mejor amiga y a su novio en un accidente, a caído en algo muy grave, las drogas. Esta adición que le oculta a su familia la está haciendo caer en un abismo difícil de escapar. Pero su...