SCARLETT
La sensación de viento gélido en mi cara impregnada de sudor me hizo toser, a pesar de ser aún las 5 de la mañana y estar toda empapada me levante con mucho cuidado sin hacer ni un leve ruido.
Abrí lentamente la cremallera del bolsillo delantero de mi mochila y saqué un paquetito de cigarrillos normales, prendí uno y salí por la ventana hasta tumbarme boca arriba en el tejado en donde aún se divisaba la gran luna creciente y algunas estrellas brillantes en el firmamento que aún no se había escondido tras la luz del amanecer.
Le di una calada y así sucesivamente mientras sentía la sensación de viento gélido que hacía erizar la piel de mis brazos desnudos. Al rato me termine en el cigarro y prendí otro; cuando iba por el tercero noté un ruido dentro de casa y vi como la luz de la mesilla de noche de mi hermano se encendía. Antes de que se diera cuenta de que estaba fumando salte a dentro de mi cuarto y me tumbe rápidamente en la cama hasta taparme todo el dorso frontal hasta el cuello con el edredón y las mantas.
-¿estas bien Scar?- me preguntó suavemente mientras se asomaba por mi puerta.-he oído un ruido y...¿Bueno quieres que avise a mamá?-
-no, estoy bien-mentí usando la mentira más común usada por todo ser humano.- duerme, mañana tienes entrenamiento y no deberías estar cansado-
-okay,pero avísame si necesitas algo ehh-
-sisi, lo hare-volví a mentir.
Espere a que se fuera y la luz de su cuarto se apagará y volví a salir.
[...]
Era un día muy lluvioso, llevaba la capucha de mi la sudadera azul marina del uniforme puesta mientras mi hermano conducía hacia clase.
Observaba la lluvia caer y como alguna gotas se deslizaban por la ventana del coche como hechando una injusta carrera las unas con las otras, el silencio aún inundaba el coche.
-ya estamos aquí-anunció el y aparco en una de las plazas del aparcamiento del insti.
-gracias- respondi y me dispuse a colocarme un tirante de la mochila en el brazo derecho y abrí la puerta. Pero Jace me sujeto del brazo mientras me disponía a salir.
-Scar, ¿sabes que puedes contar conmigo siempre, no?-me menciono soltándome al fin el brazo.
-lo se-afirme y salí del coche dejándole dentro.
[...]
Mientras me dirigía a la entrada pude observar a un tipo alto aproximadamente debía medir 1.85, no pude ver bien sus ojos pero juraría que eran del mismo color verde azulado que los de Matt pero con la luz de este día lluvioso se percibían de un color más grisáceo y un brillante cabello negro azabache, que por un momento me dio un aire a Matt pero descarté aquel pensamiento, llevaba la chaqueta y la corbata del uniforme desatada, solo sostenida alrededor de su cuello y los ajustados pantalones grises del uniforme los lucia con ego.
Deje de analizarlo y me fijé en el montón de chicas le rodeaban, sobre todo las animadoras, nunca le había visto por aquí así que supuse que era nuevo, mujeriego y que babeaban por el. Me dio asco y me largue.[...]
A primera hora tenia historia con la señora Willson quien era una de las profesoras más aburridas que me habían tocado en todo el año, me tire toda su clase pensando en maneras de escapar. A segunda con el señor Feison el profesor de francés, una lengua que se me daba pésima pero que pensé que podría pedirle ayuda a Matt, el era francés al fin y al cabo, pero descarte rápidamente aquel pensamiento, y finalmente con la señorita Staraw, una joven mujer que siempre estaba feliz, como si la vida fuera de color rosa y ella se llamara barbie.
ESTÁS LEYENDO
¿De que están hechas las estrellas?
Roman d'amourPara Scarlett la vida ya no tiene sentido; pues tras perder a su mejor amiga y a su novio en un accidente, a caído en algo muy grave, las drogas. Esta adición que le oculta a su familia la está haciendo caer en un abismo difícil de escapar. Pero su...