SCARLETT
Abrí los ojos.
Me encontraba dolorida por todo el cuerpo y un molesto pitido sonaba repetidamente cerca de mi oreja izquierda. A su vez; tenía clavada una vía intravenosa en la mano izquierda por la que se estaba llevando a cabo una trasfusión de sangre a mi derrotado cuerpo de cansancio.
Recordaba la noche de antes de ayer a cachos; a Matt viniendo a salvarme y metiéndose en una pelea con Kai y el resto de su banda, a Matt en el suelo desangrándose mientras yo le sujetaba en un abrazo cuerpo a cuerpo, la navaja de Kai en mi cuello, el corte que me hizo en el brazo cerca de las venas... me mire las piernas, todas llenas de moratones y en mi brazo el corte de Kai ya con puntos. Me había desmayado, había probablemente perdido mucha sangre.
Una figura familiar hizo aparición en la puerta. Era mi madre.
-¡CARIÑO!-exclamo de manera maternal lanzándose hacia mi para comerme a besos sin importarle que se le volcara el café recién hecho que sostenía en una de sus manos y cayera al suelo derramándose por completo.- Voy a ir a avisar a un médico-anunció tras mostrar todo su afecto hacia mi y acto seguido se marchó de la sala en busca de uno, dejándome a mi otra vez en silencio con el molesto pitido de la máquina.
Pobre mama.
Sus ojeras eran enormes, seguro que no había dormido nada desde lo de aquella noche, deseando y probablemente rezando por que me despertara y estuviera bien. La hice sufrir con lo del accidente y ahora esto...algún día la mataría del susto, o yo me moriría, ya que no creo que la vida me fuera a dar más de las dos oportunidades que me había otorgado ya.
Me alegraba de haber visto a mama, pero a quién realmente deseaba ver, no aparecía por la puerta y nada me aseguraba que estuviera bien. Así que mi mente era una jungla llena de todas las posibles fatalidades que le podían haber ocurrido y un pequeño rayito de luz que se podría creer que era esperanza.
A los 5 minutos aproximadamente, el olor de una colonia de Calvin Klein muy característica de mi hermano, llegó invadiendo por completo la habitación y mis fosas nasales.-¡SCAR!-exclamo el entrando por completo a la diminuta habitación de hospital a toda velocidad para poder venir a abrazarme.- Me alegro tanto de que estés bien, pensa...pensaba que te perdería, otra vez-
Soltó unas lágrimas que nunca espere ver en el, así que le calme con un abrazo lo más fuerte que pude a pesar de los moratones, le quería tanto, joder.El no quería soltarme por nada del mundo, solo tuvo obligación a hacerlo cuando papá seguido por mamá y un médico entraron a la habitación.
Papa se acerco a mi, tenía la corbata torcida y el pelo despeinado, se notaba que había venido del trabajo lo más rápido que había podido cuando se había enterrado de que había despertado. Su abrazo me trajo de vuelta a mi infancia de una manera bastante peculiar.
-Gracias a dios que estés despierta mi niña- me soltó a modo de un sollozo camuflado abrazándome y llorando, un poco menos que mama que aún seguía sollozando, pero llorando.
Mama y Jace también se unieron al abrazo que terminó siendo un abrazo familiar.
-Tranquilos, estoy aquí-les intente tranquilizar a los 3 sin soltarlos a pesar de que me estaban empezando a agobiar .- Y no pienso ir a ninguna parte-
El medico me miro con una sonrisa y se llevo a mi familia a fuera del cuarto para explicarles mi situación con sumo detalle.Acto seguido de que salieran del cuarto, una rubia con pelos de loca, el rimel corrido y restregado por toda la cara entro a mi habitación del hospital entre sollozos y lagrimas. Cèli.
-Se ha ido-consiguió articular dejándose caer de rodillas frente a mi cama con la voz más rota que había oído nunca.-Se ha ido, para siempre-
Tarde unos segundos en adivinar de quien hablaba, mi mente solo trataba de buscar la mínima esperanza de que fuera Kai el que se hubiera ido...
No, no, no, de el no estaba hablando era lo único que conseguía pensar para tranquilizarme, era imposible que la vida me lo quitara a el también, imposible . Pero al ver a su hermana ahí, en el suelo, derrumbada, tan rota, tan pequeña, tan...se me partió el corazón sabiendo que había pasado lo peor.
En una decisión rápida me arranque la vía intravenosa conectada a mi brazo, y grite, y dolió, mucho pero ese dolor no me importaba, valía la pena si le iba a ver a él. Salí de la cama a pesar de que se me vería todo el culo con la bata de hospital y ayude a Céli a levantarse del suelo.
-¿Donde esta?-intente preguntar con la voz más firme posible e internamente tratar de relajar-¿Donde esta Matt?-
Ella se seco las lágrimas a mi lado y consiguió articular palabras.
-Se le llevan-dijo.-Se llevan su cuerpo para incinerarlo, el se ha ido, nos ha dejado-
Las lagrimas de mis ojos no se dieron detener más y mis fuertes sollozos empezaron a resonar en toda la habitación y probablemente en el pasillo ya que Céli se había dejado la puerta abierta. Tenía ganas de gritar y desahogarme, de matar a Kai y a sus secuaces, tenía sed de venganza.
Cogiéndole fuertemente la mano a Céli ,ambas echamos a correr por el pasillo intentando alcanzar a esa persona de la que tan locamente estaba enamorada. Matt, mi Matt.Estaba en la planta baja del hospital, junto a donde estaban más salas de traumatología. Su habitación era la 125.
-Aquí le tienen-anunció Céli cuando entramos a la habitación aún más pequeña de en la que yo estaba, con una sola ventana y una pequeña cama junta ella. El cuerpo de Matt estaba rodeado por sus hermanos únicamente.
Caí de rodillas ahogándome en mis lágrimas que tampoco pude contener esta vez y me araste por el suelo hasta llegar a la cama en la que descansaba él. Sus ojos azules verdosos cerrados y en su rostro solo se veía la paz infinita que solo los muertos trasmiten.
Y dios lo que me dolió verlo así, en aquel momento sentí que mi vida terminaba ahí. Que yo me debería haber ido con él, porque al fin y al cabo el quería vivir, sin embargo a mi no me importaba morir, y sin dudarlo me hubiera cambiado por él.
Céli me abrazo, Marc me abrazó, incluso Aless me abrazo. Y los cuatro caímos al suelo rendidos mirando el cadaver que en algún momento fue un hermano, un novio, un estudiante, un deportista, un lector, un músico,un tonto a veces, un intelectual otras... pero que tubo vida y dio vida a los que estábamos a su alrededor.
Su sonrisa, la que solo se apreciaría en mi memoria y en la de todas las personas que le vieron sonreír; sus ojos, esos en los que te perdías con solo mirarlos; sus labios, suaves y rosados... todo el vivirá en la memoria de algunos pocos suertudos, aunque yo no estaba aún dispuesta a decirle adiós.
Y a pesar de que mis padres quienes me había perseguido hasta aquí, sus hermanos y los médicos me miraban, yo no pude evitar aferrarme a su cuerpo, ese que un dia trasmitió calor y besar sus labios, esos que un día me hacían gemir de un placer extraordinario.
-¿Porque me has dejado?-le susurre sollozando.-Me prometiste que nunca te irías que nunca me abandonarías... y te has ido-
Te has ido repetí en mi mente. La muerte roba a tantas personas, duele mucho cuando alguien muere pero si esa persona ha vivido una vida plena al menos... pero el, tan joven...
Se ha ido.
Y si se había ido, y yo tendría que aprender a vivir con ello.
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¿De que están hechas las estrellas?
RomancePara Scarlett la vida ya no tiene sentido; pues tras perder a su mejor amiga y a su novio en un accidente, a caído en algo muy grave, las drogas. Esta adición que le oculta a su familia la está haciendo caer en un abismo difícil de escapar. Pero su...