XXVI

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El insomnio de esta noche no era causado por el trauma del accidente ni nada por estilo, el insomnio de esta noche era causado por ese viaje, ese viaje...ese viaje a la ciudad a la cual desde niña había querido viajar.

Paris, la ciudad del amor...con su torre Eiffel,sus calles elegantes y luminosas, su gente, su comida, su cultura, todo en sí me había estado volviendo loca desde que era una cría de 10 años a la que le tocó en una presentación de clase sobre capitales del mundo, investigar sobre Paris. Desde entonces, esta niña había crecido y se había dado cuenta de que viajar allí sería algo imposible para ella, hasta ahora...
[...]
Pase toda la noche navegando por el internet, buscando los mejores monumentos, restaurantes,estatuas...en fin, lugares que visitar cuando estuviera allí; Matt me ha prometido que me enseñaría la ciudad de arriba abajo y es que yo sentía que de la emoción me podría morir.
[...]
Cuando amaneció en el día de mi cumpleaños, de mi 17 cumpleaños, la sonrisa que se dibujaba en mi cara era imborrable.

Estaba tan feliz y no creía que nadie me pudiera joder la felicidad que ahora mismo sentía. Esa felicidad tan contagiosa que tan solo con notar a alguien así, te daba ganas de sonreír a ti también.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS, Scar!-me felicitó gritando Jace mientras abría la puerta de mi cuarto de un tirón.- Ya estás más vieja, casi me doblas la edad-bromeó.

Puse los ojos en blanco por su broma, pero de una manera divertida como cuando lo hacen los dibujos animados. Estaba demasiado feliz,más que nunca.
Bueno, ni un solo segundo paso de eso , y ya pude ver a mi madre detrás de Jace con la mayor sonrisa que jamás la había visto, seguida de mi padre quien también sonreía de oreja a oreja.

-¡CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ...!-canturreo gritando con un enorme plato repleto de tortitas recién hechas en la mano al cual le había encendido una vela encima para que soplara.-¡TE DESEAMOS SCAR, CUMPLEAÑOS FELIZ...!-

Cuando termino de cantarme el cumpleaños feliz, se acerco a mi y me coloco el plato de tortitas con la vela encendida tan cerca que me podría haber quemado la cara por completo.

-Venga, aunque esto solo es una tarta provisional, deberías soplar y pedir un deseo que se hará más fuerte esta tarde cuando lo vuelvas a pedir con la tarta de verdad- me comentó mi madre sosteniendo aún el plato de tortitas en mi cara.

Sople, pidiendo un deseo que sabía que era improbable que se cumpliera nunca, pero a pesar de aquello la esperanza es lo único que se pierde.

-felicidades Cariño- me felicito de nuevo mi madre dando un enorme abrazo de mamá oso después de haberle entregado el plato de tortitas a Jace para que lo sostuviera.Acto seguido me lleno la cara de besos sonoros.

-Gracias Mama-la agradecí devolviéndola el abrazo y después se apartó para dejar que mi padre entrara en escena.

Este se acercó a mi con esa calidez y paciencia que tan solo él podía transmitir.

-Felicidades Scar- me felicitó abrazándome de la misma manera que me abrazaba cuando era niña y le esperaba a que volviera del trabajo, cuando no trabajaba tanto.

-Gracias papá-le agradecí dándole un beso en la mejilla que provocó una sonrisa por su parte.

[...]
Después de las felicitaciones familiares, pase el resto de la mañana ayudando con los preparativos para la tarde. Seguía aún teniendo pocas ganas de celebrarlo, pero el regalo de Matt había dado un giro a mi estado de ánimo.

Dios, Paris...no lo asimilaba aún...

El teléfono sonó cortándome los pensamientos.

-¡Tia, necesito tu ayuda, es muy urgente!-exclamo Céli cuando descolgué el teléfono.

Mi cara de torno en una expresión preocupada por si algo malo la había pasado o la estaba pasando.

-¡¿Que ocurre Cé?! ¡¿Estas bien?!- exclame muy preocupada y nerviosa dejando en el suelo la bolsa con velas que estaba colocando en cada mesa.

-Si, estoy bien-me confirmo al otro lado de la línea.-Lo que pasa es que no se si ponerme el vestido amarillo de lentejuelas ajustado o el rojo más de princesita-

¡¿QUEEEEE?! Ese susto de muerte solo porque no sabe que ponerse, la mato, yo la mato...

-¡¿Me has dado un susto de muerte porque no sabes que vestido ponerte para mi fiesta?!-exclame estupefacta.-Dios mío Céline Brigitte Dumont, eres de lo que no hay-

Céli bufo al oír su nombre completo que al igual que sus hermanos, odiaba su segundo nombre.

-lo siento Scarlett Sallow-se disculpó.-¿pero ya me puedes decir cual de ambos me queda mejor para poder llevarlo?-

Me lleve la mano izquierda a la frente en señal de esta esta loca y lo sabe.

-Y...- siguió presionando en busca de mi repuesta.

-El rojo que te da aire de princesita-la dije decidiendo una de sus dos opciones de vestido.-Te ves muy poderosa con el y un pinta labios rojo fuego-

Céli asintió y acto seguido se puso a interrogarme sobre el vestido que llevaría a la fiesta, prohibiéndome aparecer en ella con jeans y un suéter.

Después de 2 horas, literalmente 2 horas de charla (por parte de Céli más que por la mia) me pude poner de nuevo a terminar con los preparativos para poderme ir al fin a ducharme.

[...]
Teniendo todo listo; habiéndome dado una ducha, comido y maquillado, solo me faltaba ponerme el vestido y los tacones y ya estaría lista para la fiesta.

Céli se había encargado de escoger el vestido, ella era la que mejor gusto tenía en moda así que yo me había dejado completamente guiar por ella. El vestido que había escogido era un vestido de tonalidades verdes que hacía que mis ojos resaltaran; se componía de una parte de arriba con un corsé ajustado, seguido por una falda de tela larga como la de los vestidos de princesa hasta los pies y finalmente unos tacones a juego con el.

El pelo lo tenía recogido en una media cola, con pelo suelto y ondulado y unos mechones más cortos en la parte delantera de mi pelo.

Parecía una princesa sacada de un cuento de hadas de fantasía pura, aunque mi torpeza al usar los tacones le quitaba la magia al momento.

[...]

Media hora después de que estuviera lista, la fiesta dio comienzo y los invitados( la mayor parte invitados por mi madre, así que yo ni siquiera les conocía, o casi no los conocía) fueron llegando a casa y dando comienzo a la celebración.

Pero de todos los que fueron llegando a la fiesta, con el único con el que deseaba de verdad de la buena en aquel instante celebrar mi cumpleaños, era Matt.

¿De que están hechas las estrellas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora