¿De que están hechas las estrellas?

XXXIII

SCARLETT

A penas podía ver bien y caminar sin caerme.

Intentaba acercarme a Matt pero aquello era imposible, primero porque iba como un pato mareado y segundo porque  todos los secuaces me apuntaban con sus armas pero yo no podía apartar mi borrosa mirada de Matt quien se retorcía de dolor en el suelo.

Era tan doloroso para mi verlo así, una verdadera tortura era no poder correr a socorrerlo, a tenerle entre mis brazos y susurrarle que todo iba a salir bien, ¿pero acaso todo iba a salir bien?

Sí, si lo iba ha hacer. Sobre todo más cuando empecé a escuchar el sonido cada vez más cercano de los coches policías y las ambulancias, estaba segura de que Matt les había llamado. ¿Cómo? No lo sé, pero sabía que de alguna forma lo había tenido que hacer ya que en esta casa que esta en mitad de la nada no hay vecinos que pueda avisar a la policía por nosotros.

A los dos minutos de mantenerme estática para que me no me dispararan, llorando hasta ahogarme en mis propias lagrimas al ver a Matt desangrarse ante mis ojos. Oí a la policía y a las ambulancias a fuera de la casa.

-¡Suelten a los rehenes!-pidió por megáfono desde fuera uno de los policías.

Kai, quien aun seguía con el brazo de la bala dolorido, intercambio unas extrañas miradas a sus secuaces.

-¡No lo vamos a repetir mas veces!-les grito el policía del megáfono.-¡Si no los dejan libres, entraremos!-

Kai se me acerco de nuevo, en su mano/brazo sano sostenía una navaja suiza. Yo, que apenas me podía mover porque todos sus secuaces me apuntaban con sus armas y que estaba tan mareada que si corría me pillarían enseguida, no tuve otra opción que seguir quieta.

Me agarro la mano con fuerza tirando de mi hacia el con la punta de su navaja en las venas de mi brazo derecho, sabía que si me resistía o movía el brazo, la navaja me atravesaría la piel cortando una por una las venas que componían mi brazo.

Pero justo cuando estaba apunto de hacerlo, justo cuando sentí la navaja rajar mi piel,Matt cogió fuerzas de la nada y se le lanzó encima, clavando la navaja en su pecho semidesnudo, acabando radicalmente con la vida de Kai.
Acto seguido ambos nos caimos al suelo empapándolo con litros de sangre y  quedando semi-inconscientes.

Lo que pensaron los secuaces que les daría más tiempo para huir, pero no les dio. Porque para cuando quisieron irse, la policía ya había  entrado en la casa y había visto  Matt y a mi desangrándonos en el suelo. Así que para mi deleite personal, antes de que mis ojos se cerraran por completo, pude ver como los atrapaban y algunos caían muertos al suelo por haberse resistido. Aunque yo quería darles personalmente su merecido, agradecí que al menos les hubieran capturado a esos cabrones.

Cuando mis ojos se apagaron pude ver como nos subían a una camilla a mi y a Matt medio inconsciente uno junto al otro  así que yo aproveche y entrelace mi mano con la suya mientras nos subían a la ambulancia. El me la apretó con toda la fuerza que pudo reunir.

Joder, si que le quería.