Mi aventura (One Piece)

Capitulo 41

-¡Gané! -Luffy se había movido rápido aprovechando que todos estaban centrados en Usopp y su derrota para poder vencer a uno de los Kung Fu Dugon. Todos giraron la cabeza para observar como el pobre animal estaba tirado en el piso, Ace soltó una pequeña risa y Sabo no pudo evitar sonreír al recordar como él y sus hermanos peleaban contra los animales de al montaña Corvo. 

-¡Ganarles es aún peor! -Después de que Vivi dijera esto el Kung Fu Dugon que fue derrotado por Luffy se levantó e hizo una reverencia, lo que confundió al pelinegro. Cuando el animal levantó la mirada para observarle todos pudieron observar como los ojos del animal brillaban de forma peculiar mientras miraba a Luffy. Vivi soltó un pequeño suspiro y se apoyó en la barandilla del barco. -El código de los Kung Fu Dugon es que deben de convertirse en discípulos de todo aquel que les derrote. Es un arte marcial muy duro. 

Mientras Vivi decía esto todos los Kung Fu Dugon que habían en la zona se acercaron a donde estaba Luffy y lo rodearon mirándole con los ojos brillantes y moviendo levemente su cola. Sabo se llevó la mano a la nuca para poder rascársela observando como su hermano era rodeado por esos animales que parecían adorarle. 

-¡Bien! ¡Todos síganme! -Todos los Kung Fu Dugon gritaron emocionados al escuchar a Luffy, quien se puso en pose de ataque siendo imitado por los animales, quienes procedieron a imitar todo lo que el pelinegro hacía. -¡Hagan esto! ¡Ataquen así! 

Todos los animales imitaron los golpes del pelinegro, quien lanzaba ataques al aire mientras sonreía de forma amplia siendo observado por todos los que estaban en el barco, quienes negaban con la cabeza o sonreían de forma amplia al ver como Luffy enseñaba a los Kung Fu Dugon de forma orgullosa. 

***

Después de tener que negociar con los Kung Fu Dugon y conseguir que dejaran de seguir a Luffy para que se quedaran gobernando el barco a cambio de darles parte de sus provisiones, el grupo empezó a caminar por el desierto siguiendo a Vivi. Media hora después de haber estado caminando entre las dunas consiguieron llegar a Erumalu, una ciudad que estaba desértica y que anteriormente había sido conocida como La ciudad verde. Cosa que le costó creer a todos los presentes debido al actual estado de la ciudad. 

Mientras atravesaban la ciudad Vivi aprovechó para contarles la historia de Arabasta en general, contándole que era un reino donde a penas llovía y que la única región donde si solía llover era la capital, donde vivía el Rey. 

Aunque el pueblo lo llamaba un milagro, un tiempo después se descubrió que solo llovía en esa ciudad debido a unos polvos ilegales que permitían forzar a la lluvia en una región quitando la lluvia a las regiones vecinas, lo que ocasionó una guerra entre los reinos colindantes y Arabasta. 

El padre de Vivi no sabía que era lo que estaba sucediendo y desconocía de que se usaran esos polvos en el reino, aunque se encontraron varios sacos guardados en el castillo. 

-¿Qué es este camino Vivi-chan? -El grupo paró de caminar al notar un camino bastante notorio y ancho entre algunas ruinas, no parecía ser un camino comercial debido a lo ancho que era y al cambio de altura que había entre ese camino y el resto de la ciudad, es como si se encontrara aún más hundido. 

-Por aquí fluía antes el canal que usaba la ciudad para traer agua desde el río Sandora. Aún así, este canal fue misteriosamente destruido por alguien. -Andaira soltó un pequeño suspiro y observó como Chopper cogía una pequeña piedra para acercarse a un pozo que había a un lateral, tiraba la tierra y esperó a oír algún indicio de agua, pero el sonido que hizo la piedra al llegar al fondo fue seco, no había ni una sola gota. -Sin el canal, la gente no pudo mantener su suministro de agua. Esperaron durante un tiempo albergando esperanza... Pero la lluvia se negó a caer y el canal nunca se recuperó. La gente acabó huyendo a otros oasis para evitar el conflicto que estayó y poder obtener agua. Las ciudades quedaron abandonadas...