Mi aventura (One Piece)

Capitulo 54

-¿Qué sucede? -Al escuchar la voz de Ace Andaira consiguió reaccionar, corrió lo que le quedaba de pasillo y cruzó por la misma puerta por la que el pecoso había entrado hacía un par de segundos.

Frente a ella se encontró con una escena que le confundió bastante. La niña con la que se habían encontrado esa tarde al llegar al hostal estaba forcejeando con una mujer que se parecía un poco a ella y que tendría un par de años más de los que tenía Ace. En su mano la niña tenía un cucharón y lo agitaba de forma frenética mientras las lágrimas salían de sus ojos. 

Al lado de la niña y  la mujer se encontraba la señora que se encargaba de dirigir el hostal, mirando con los ojos llenos de lágrimas a su nieta mientras su marido, el alcalde de esa ciudad y quien les había recibido, le daba pequeñas caricias en la espalda, como si estuviera consolándola. 

-Acaban de venir unos marines para preguntarnos acerca de la situación de la isla, por lo visto se han enterado de alguna forma de lo que sucedía... Después de decirles lo que sucedía nos han dicho que a Tomura, nuestro hijo, lo tienen encerrado en una jaula donde lo hunden cada cierto tiempo en el agua del mar. -Andaira abrió levemente la boca con sorpresa, en esa isla hacía mucho frío. A parte de lo horrible que tiene que ser que te hundan, estar mojado con este tiempo debe de ser horrible, y seguramente haya llegado a enfermarse. -Por lo visto ha llevado la contraria al comandante de la base e intenta que libere a todos los ciudadanos. 

-Los marines nos han dicho que no pueden hacer nada ahora mismo por que son de rangos inferiores a ese maldito... Irán al cuartel general e informarán para que sus superiores actúen lo antes posible. 

-¡Pero no podemos esperar! ¡Papá lo está pasando mal y hace mucho frío! ¡Tenemos que ir a ayudarle! -La niña, quien seguía forcejeando con la mujer que acababa de hablar, levantó la mano que sujetaba el cucharón con intención de golpear la mano que la retenía, pero antes de que pudiera golpear a esa mujer Ace sujetó el utensilio, evitando así que le golpeara. Al ver que su arma improvisada había sido sujeta la niña empezó a dar tirones mientras lloraba de la rabia y la impotencia.

-Hana, tienes que relajarte, nosotros no podemos hacer nada contra los marinos... -La mujer que estaba reteniendo a la niña habló con la voz temblorosa mientras atraía a la niña aún más a su cuerpo sin saber que más hacer para tranquilizarla. 

-Yo si puedo. -Todos los presentes pasaron la mirada a Ace, quien tenía una expresión seria. -Iremos a ayudarle, patearé el trasero de ese marine. 

-Pero es peligroso que vayas tú solo, los marines están armados y podrían hacerte daño. -Al escuchar al alcalde de la ciudad Ace sonrió de forma confiada y soltó la mano de la niña antes de posar su mano sobre la castaña melena de la menor.

-No se preocupen por mi, derrotaré a ese hombre y traeré de vuelta al padre de Hana. -Después de decir eso el pecoso sonrió de forma tranquila y se giró para caminar hacia la puerta donde Andaira se encontraba, por la cual salió sin decir ni una palabra más.

Al escuchar al pecoso decir esto el cuerpo de la niña se relajó, dejó de forcejear con la mujer que le estaba reteniendo, quien Andaira supuso que era su madre. No tardaron demasiado en escuchar los sollozos de Hana, quien se abrazó a la mujer rompiendo en llanto y dejando caer el cucharón al piso. A su vez, los ojos del alcalde y de su mujer se cristalizaron debido a las lágrimas que se asomaban de sus ojos debido a la esperanza que afloraba dentro de ellos ante la idea de que toda la tiranía que habían estado sufriendo llegaran a su fin. 

-¿No deberíamos de esperar a Withey Bay como acordamos? -Andaira, quien se encontraba en el baño colocándose ropa que le permitiera aguantar el frío y moverse con libertad, habló con un tono alto para que Ace pudiera oírle desde el otro lado.