Mi aventura (One Piece)

Capitulo 70

-¿Y si me pongo un bigote, camisa y otro sombrero? -Ya era la tercera vez que Ace intentaba buscar una forma de ir a la misión, pero en esta ocasión hizo que Andiara soltara una carcajada aún más estridente que en las otras ocasiones, lo que le dio algo esperanza, haciendo que sus ojos adoptaran un pequeño brillo. -¿Qué pasa? ¿Crees que funcionaría?

-Podría ser, así fue como Luffy se infiltró en el coliseo en Dressrosa, después fue Sabo quien se puso ese disfraz. Nadie pareció notarlo. -Al escuchar esto el pecoso hizo un gesto de victoria, alzando el puño mientras sonreía de forma amplia. -Pero Marco y Thatch no te dejarán hacerlo. 

-No tienen por que enterarse, ¿Quien podría tener un bigote falso?

-¡Hey Andi! -El grito de Eiji hizo que ambos se sobresaltaran, no tardó en llegar a su lado sonriendo de forma amplia, se acercó a ellos corriendo . -Marco nos ha puesto en el mismo equipo junto a Dai.

-¿Dai? -Al ver su confusión el pelinegro señaló a su espalda, señalando a un chico rubio con corte militar y cuerpo musculoso que se encontraba junto a la barandilla donde estaban colocando una pasarela improvisada que conectaba con el borde del acantilado. El chico estaba acomodandose una chaqueta, la pelirroja llegó a observar como en el interior de su chaqueta tenía varios cuchillos o dagas colgados. Era bastante intimidante.

-Ah... Vale, ¿Solo nosotros tres? -El pelinegro asintió con la cabeza sonriendo de forma amplia y despreocupada. 

-Si, solo vamos a ir tres equipos de tres personas. Marco también dijo que teníamos que ir directamente a por las provisiones y regresar sin interrupciones, también nos comentó que no podemos llevar armas que sean muy llamativas, así que no podrás llevar tu espada. Pero no te preocupes, yo sé pelear bien cuerpo a cuerpo y Dai controla genial los cuchillos. 

-Ya me lo suponía... -Andaira sonrió de forma leve, dirigió su mirada hacia Dai, al ver que este le estaba mirando apartó de forma rápida la mirada y observó a Ace, al ver que estaba desabrochandose el cinturón las mejillas de la adolescente se tiñeron de un color casi tan rojo como el de su pelo. -¿Qué haces Ace?

-Te voy a dar mi daga, es pequeña, puedes ponerla debajo de tu camisa. -Después de decir eso el pecoso sacó su cinturón, la daga se resbaló por la prenda y cayó sobre su mano, una vez suelta se la ofreció a Andaira. -No puedes ir completamente desarmada. 

-Espero no tener que usarlo. -La adolescente se desabrochó su propio cinturón, retiró la espada que se había colocado desde esa mañana, cogió la daga que le ofrecía Ace y se la colocó donde anteriormente había estado su espada. 

-Es raro ver esa daga en otra persona. -El comentario de Eiji hizo que Ace sonriera de forma leve. 

-A mi también se me hace raro no tenrerla, pero le queda bien. -El peoso se giró para observar al otro pelinegro sin perder su sonrisa. -Tened mucho cuidado y traedme sandías.

-Vale, intentaré cogerte una. -Después de decir esto Andaira le dedicó una pequeña sonrisa antes de darse media vuelta y emepezar a caminar junto a Eiji en dirección hacia donde Dai les miraba con un rostro inexpresivo. 

-Los tres equipos vamos a ir por diferentes caminos para evitar llamar la atención cuando lleguemos a la ciudad, a nosotros nos ha tocado ir por el sur del bosque, creen que es el camino más rápido para llegar desde donde estamos. -Eiji sonrió de forma amplia enseñando los dientes a la vez que llegaban a donde se encontraba Dai, una vez junto al grandullón el pelinegro le dio un par de palmadas en el hombro de forma amistosa. -¿Estáis listos?

***

Casi una hora después de haber salido del barco los tres llegaron a la ciudad, durante el camino llegaron a ver dos puestos de vigilantes pertenecientes a la marina, por suerte supieron esconderse y pasar sin que les vieran, por lo que no tuvieron que pelear.