Lo primero que sintió Andaira al despertarse fueron unas caricias suaves y lentas que empezaban en su rodilla derecha, ascendían por el muslo y pasaban por su cadera antes de terminar en el estómago. Donde dibujaban un par de círculos antes de realizar el camino a la inversa.
Sonrió aún adormilada mientras cogía una bocanada de aire antes de soltar un bostezo.
-Buenos días enana. -La voz de Ace sonó un poco más ronca de lo normal debido a el tono bajo que usó, ella supuso que tampoco hacía mucho rato desde que se había levantado.
-Buenos días... -Levantó una mano para restregarse el ojo, al notar que le dolían los músculos del brazo soltó un pequeño gruñido. -Me duele todo.
-¿Fui muy duro ayer? -El pecoso apretó un poco el muslo de la pelirroja de forma cariñosa, sin hacerle daño, mientras disfrutaba de la expresión vergonzosa que puso ella mientras enterraba la cara en la almohada.
-Idiota... Es por la pelea.
-Si, claro, hagamos que es de eso. -Ella soltó una pequeña risa mientras levantaba de nuevo su rostro, momento que aprovechó él para sujetar su barbilla y hacer que girase un poco más la cara para darle un pequeño beso mañanero en los labios.
Ella respondió el beso con una sonrisa mientras giraba su cuerpo hacia él para así no tener el cuello girado de forma tan brusca. Ace aprovechó para deslizar su mano a la parte trasera de su muslo, una vez ella se volteó él deslizó su mano hacia su nalga, a la cual le dio un pequeño pellizco que hizo a Andaira dar un brinco mientras se reía rompiendo el beso.
-Cabrón, que eso duele. -Ace sonrió de forma traviesa antes de volver a unir sus labios, volvió a cerrar su mano sobre su nalga, esta vez en un apretón, mientras la atraía hacia él para pegar sus cuerpos.
Andaira colocó por reflejo sus manos sobre el pecho de Ace, el cual acarició mientras correspondía al beso.
Llegó un momento donde tuvieron que separarse para respirar, pero el pecoso no quiso romper el momento. Se inclinó un poco para poder dejar besos por el cuello de la adolescente, quien soltó un pequeño suspiro.
Y entonces, como no podía ser de otra forma, el sonido de alguien llamando a la puerta les jodió el momento.
El pecoso soltó un gruñido lleno de frustración mientras apoyaba su frente sobre el hombro de ella.
-Como no sea cuestión de vida o muerte pienso matar al que esté tocando. -Andaira negó con la cabeza mientras se reía y dirigía su mirada a la puerta.
-¿Quien es?
-Soy Eiji. -Los dos compartieron una mirada llena de confusión. -Es que me han mand...
-¡¿Por qué tardas tanto?! -Se escucharon unos pasos apresurados antes de que el pomo de la puerta se moviera y esta se abriera dejando ver a un Tatch con el pelo suelto y mojado, le llegaba hasta los hombros y mezclado con su cara de mal humor hacía una imagen bastante graciosa.
El cocinero entró a la habitación como si fuera la suya propia, Andaira agradeció que anoche hubieran dormido con pijamas por que si no en vez de hacer gracia, la situación sería incómoda.
-Buenos días, ¿Qué ha pasado? -Tatch observó a su alrededor antes de mirar a Andaira, al verla relajó un poco la expresión y se hizo unos mechones hacia atrás para que no le estorbaran la vista.
-Buenos días Andi.
-Yo también estoy aquí eh. -El castaño pasó de Ace, se giró hacia el armario y caminó hacia ahí.
-Hemos entrado en una zona donde hay mucha lluvia, y gracias al boquete que tenemos en nuestra habitación se nos está empapando todo. -El comandante revolvía la montaña de ropa que pertenecía a Ace en busca de algo, dejando las cosas de Andaira intactas. -Maldita sea Ace, ¿Por qué tienes tanta ropa si siempre usas los mismos putos pantalones?
ESTÁS LEYENDO
Mi aventura (One Piece)
FanfictionUn día una chica se despierta en el barco del hombre más fuerte del mundo de One Piece, el Yonkō Shirohige. Andaira no recuerda cómo llegó a ahí, pero si recuerda una cosa. Ella no pertenece a ese mundo.