Capítulo 4

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Un riachuelo, un mar, un océano de emociones pasaban y calaban en mí. Algo que me agradaba y aterraba a la vez. Ella irradiaba un aura de confianza, amabilidad y hermosura mientras parecía una persona sedienta de venganza que se dirigía a mí como si fuera su próxima víctima.

Luego de las explicaciones y con ayuda de la directora, llegamos hasta mi clase e ingresamos para informar a mis compañeros de la nueva aprendiz y sus cualidades.

Mariángeles empezó con su discurso, teniendo a Virginia a un lado y la profesora de literatura al otro, busqué a mi amigo con la mirada.

No se encontraba en su lugar sino que lo localicé en la otra punta del aula. Cuando se percató de mi presencia, lo primero que hizo, fue levantar las cejas. Por su picaresca innata descubrí las tres preguntas que formula con aquel gesto:

¿De dónde salió ese bombón?

¿Por qué la vas escoltando?

¿Sabes su nombre o como se llama en Instagram?

A pesar de que no tenía importancia alguna en ese momento, yo permanecí de pie a una cierta distancia de la chica que había generado esa interrogación. Por eso me rehusé a decirle por gestos las respuestas o me vería medio curso. Me limité a dejar los ojos en blanco en un claro:

Larga historia, luego te lo digo

Las demás reacciones eran diversas pero muy predecibles. Los chicos sufrieron una oleada de hormonas y detallaban los atributos de la joven. Virginia era más baja que yo pero mantenía una estatura promedio. Poseía una caderas igual de amplias que la distancia entre los hombros, unas piernas tonificadas, cintura estrecha y unos pechos de forma deliciosa y tamaño proporcionado a su cuerpo.

Un grupo de chicas que vivían de los rumores, comenzaron a murmurar sin escrúpulos.

¡¡Qué detestables son!! o eso sentía yo cada vez que las veía porque mi concepto de privacidad era sagrado y me desagradaba que se metieran en los asuntos ajenos.

Por último podrías encontrar personas indiferentes y tímidas. Yo mismo me consideraba así. Son seres que no demuestran sus lados más característicos sino que observan a una distancia prudente y sin lastimar a nadie. Ellos tenían mucha más gracia y espíritu que las creídas de mi grupo.

Entre esas personas, destacaba Diana Álvarez. La conocía desde que tenía uso de razón, era una mujer bonita, de gran intelecto y buen corazón. Una joven natural y encantadora. Teníamos una amistad tan fuerte que parecía una relación amorosa pero nunca tuvimos la valentía de encararnos, frente a frente, para hablar de los mutuos sentimientos. Conocía hasta el más mínimo detalle de su vida y sus gustos, o eso creía...

No había tenido oportunidad de preguntarle o contarle cosas sobre el verano, solo sabía que se había mudado cerca del colegio, lo que implica que se hallaba en el casco antiguo la nueva vivienda.

Ella estaba concentrada escuchando a Mariángeles, admiré que la misma ya estaba concluyendo la charla y busqué a Virginia con la mirada. Sus labios estaban rectos y llevaba la cabeza en alto.

Los comentarios que se escuchaban de fondo me hacían enfurecer, no habían pasado ni 5 minutos y ya especulaban sobre su vida. La ciega no sé inmutaba.

Cuando la directora se marchó, entendí que empezaría una gran odisea.

.....

El ser de melena pelirroja dependía completamente de mí. Luego de que la directora culminará con su discurso, la profesora de literatura nos explicó que Nahuel fue reubicado ya que, en el asiento de delante mío, se colocaría Virginia. Así habría más accesibilidad a la hora de ayudarle y comunicarme. Ella no usaba bastón blanco, sino que tomaba la mano de la persona que la acompañaba y éste le indicaba si hubiese elevaciones o descensos durante el camino.

Logré guiarla hasta su silla sin incidentes. Ella se acomodo y con sus dedos buscó la cremallera de la mochila para sacar una libreta, un par de lapiceras y el ordenador.

Me reí para mi adentros cuando toda la clase se quedó alucinada por ello.

El mismo lo encendió y entró, con un juego de teclas, a un documento donde apuntaba las cosas más importantes que se decían durante la clase.

El recreo fue el primer desafío. Nuestro salón se encontraba en la segunda planta, eso implicaba que descendiéramos poco a poco por la escalera. En tanto se sujetaba de mi mano y la barandilla. Aprecié como, de manera disimulada, media el ancho y alto del escalón con el pie, así cada vez se iba más ligero.

Al salir del colegio, debido a que el receso se realizaba en la plaza de enfrente, la guié a un grupo de compañeros, los más interesantes del curso. Nadie hizo alusión a ella ni se le preguntó nada, no sé si por respeto o ignorancia. Ella no mencionaba palabra salvo que sea extremadamente necesario, desconocía si por timidez o por ser una chica antisocial.

Al mediodía tuve que llevarla hasta la sala de profesores. Tenía entendido que comía allí ya que no hay comedor en esta escuela. No pude quedar con Nahu para comer y pensé que repasar para el examen de inglés sería más productivo. Cuando volví estaba sentada en el escritorio de la profesora y charlaron sobre la asignatura durante la evaluación.

Finalmente, se acabó el día lectivo y la bajé hasta la entrada. Allí había un coche, un extravagante Audi S5 Sportback, color negro del que salió el hombre que estaba en el despacho esta mañana. Ambos se montaron y se fueron.

Como todos los miércoles, mi amigo iba a clases de fútbol y yo no tenía con quien o que distraerme y renovar mis emociones que se encontraban algo extrañas y melancólicas.

Fui a probar suerte a la casa de mi artista pero al llegar sobre las seis no se percibía mucho. Como soy un chico paciente decidí esperar bajo la ventana mientras el tiempo pasaba y se notaban voces y movimientos.

Luego de un rato mi musa se colocó en su piano para llenarme de vida y pena con sus melodías. La de hoy parecía mucho más rítmica y fuerte, como si mi bella pianista se encontrará enojada y quisiera decírselo a las teclas.

La sesión no duró mucho. Al llegar a mi cuarto decidí reflexionar sobre la nueva composición de mi ángel que me hacía acordar a la misteriosa Virginia Vitali y como se había colado en mi vida.

Sácame de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora