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capítulo 47 madre de coraz

Konoha rebosaba de flores a donde sea que uno volteara había flores había llegado la fecha en qué la florería yamanaka tenía mucho trabajo pues pedidos de flores le llegaban a cada minuto aldeanos entraba ni salía con flores en sus manos y como cada año sarada entraba por tres ramos.

Sarada: hola está listo lo que pedí.

Ino: sarada lo lamento pero he tenido mucho trabajo y no he podido preparar tus ramos qué flores deseas llevar.

Sarada: no pasa nada esta vez llevaré un ramo de flores de cerezo otro de tulipanes rojos y por último uno de rosas blancas por favor.

Ino: claro aquí tienes.

Sarada: Muchas gracias hasta luego.

Ino: cuidate.

Sarada salió de la florería pues tenía que entregar los ramos se dirigió al hospital y como esperaba su madre no se encontraba en su oficina abrió la ventana y entró dejando el ramo en un florero salió de ahí en dirección a otro sitio el cual no le agradaba mucho pues eran los padres de su madre no convivía mucho con su abuela así que se limito a ir a dejar el ramo de tulipanes recargado en la barda de la casa tocó la puerta y desapareció solamente le faltaba uno el cual para ella sería el más complicado llegó a casa deshizo la puerta y entró escucho ruido en la cocina de puntillas avanzaba de reojo observó y sí ahí estaba quién recibiría el último ramo se sentía nerviosa pues había caído en cuenta que era la primera vez que no lo llevaría al cementerio.

Sarada: estoy en casa.

Mikoto: ay dios...

Sarada: Perdona te asusté.

Mikoto: un poco lo que pasa es que no te he escuchado entrar dime necesitas algo.

Sarada: no, pero podría decirte algo.

Mikoto: claro dime.

Sarada: bueno Antes que nada me quiero disculpar porque tengo un carácter nada fácil y muchas veces te he hecho daño con mis palabras y realmente pues tú no tienes la culpa de que yo tenga días malos pero también quiero agradecerte ya que a pesar de que algunas ocasiones te eh gritado también te he dicho que no te quiero cerca y mi comportamiento contigo a veces no es el correcto  tú nunca me regañas no te enfadas conmigo me tienes mucha paciencia me has cuidado cuando estoy enferma te has preocupado por que yo tenga un plato de comida caliente en la mesa me has hecho sentir cómoda siempre has estado en mis peores momentos me has dado palabras de aliento te agradezco porque a pesar de todo intentas entenderme aconsejarme protegerme gracias.

Mikoto: no me agradezcas eres mi nieta y te quiero a pesar de todo lo que pueda pasar cuando nos necesites tu abuelo y yo siempre vamos a estar para ti no importa en qué circunstancias los motivos o la distancia si te encuentras lejos haremos todo lo que sea necesario para llegar a ti nunca dudes que cuando nos necesites ahí estaremos nunca te dejaremos siempre estaremos contigo, siempre estaremos para ti.

Sarada: gracias ahora podrías cerrar los ojos.

Mikoto: porque?

Sarada: por favor hay algo que quiero darte pero necesito que cierres los ojos.

Mikoto: de acuerdo los cerraré pero que me quieres dar.

Sarada: no los abras hasta que yo te diga.

Mikoto: bien así lo haré.

Sarada tomo el ramo de rosas blancas con algo de nervios y con un nudo la garganta se acercó hacia su abuela Tragando la saliva que se le había acumulado se tranquilizó y hablo.