Conversación telefónica

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Dejo caer la mochila en el suelo, delante de Ally.

-Es comida. -Le digo neutral. Ella me sonríe tiernamente.

-Se la llevaré a Gabrielle. -Asiento ausente.

Ella coje la mochila y camina entre medio de los colchones y cosas desperdigas. Hoy casi no hay nadie.

Solo veo a Charlotte, Ashley y a Holly, con las cuales hace mucho que no hablo.

Hace como un mes que me han dado la fatal noticia sobre la enfermedad de mi madre.

Y no lo soporto más. No soporto nada.

Mi madre está lanzada en la cama, como si tuviera un gripe común, pero todos somos conscientes de que no lo es.

La están medicando. Pero no se puede hacer mucha cosa más.

No le he contado a nadie lo de mi madre. No me parece justo, sobretodo por Seth. Él perdió a Sam, y quejarme yo ahora de perder a mi madre, no me parece para nada justo.

-¡Noah! -Exclama, Ally. Se arrodilla delante de mi, y me seca las lágrimas que se han deslizado, sin permiso, por mis mejillas. -¿Qué ocurre? -Me demanda.

-Es mamá... -Susurro. A ella no puedo esconderselo, también es su madre. -Mamá esta enferma. Va a morir. -Alison abre la boca sorprendida por la chocante noticia.

-Dios mio... -Susurra. Me abraza fuertemente. -No puede ser. -Sigue susurrando. La abrazo fuertemente.

-¿Noah, ocurre algo? -Oigo a Holly. Me separo de mi hermana, me limpio las lágrimas y esbozo una falsa sonrisa.

-No te preocupes. No es nada importante.-Miento. Las tres chicas me miran sin creer mi estúpida mentira. Pero ninguna indaga más en el tema.

-¿Podemos ir fuera? -Mi hermana me mira suplicante, con los ojos brillantes por las lágrimas. Asiento. -Me gustaría ir a verla. -Susurra, cuando estamos fuera, me coje con fuerza la mano. -Se que no es posible, pero me gustaría al menos no se... -Suspira.

-Puedes hablar con ella. -Le sugiero. Ally me mira esperanzada.

Saco mi móvil, y llamo a mi madre. Lo pongo en altavoz.

-Dime cielo. -Contesta mi madre con la nariz congestionada. Me la imagino en la cama, que ha ocupado durante las ultimas tres semanas y media. Con el tono de piel cada vez, más y más amarillento.

-Mamá, acabo de conocer a una niña. -Voy improvisando sobre la marcha. Me siento y hago que mi hermana pequeña se siente sobre mi regazo. -Se llama Ally, y tiene casi nueve años, y me ha recordado a... -Mi madre me interrumpe.

-Alison. -Susurra. Mi hermana se tensa, y mi corazón empieza a latir con fuerza. -De Alison es de quien más me arrepiento ahora mismo. No debería de haber dejado que la separasen de mi, no he sido una buena madre. -Se lamenta. Quiero protestar.

-¡No! -Exclama Ally de pronto. -Has sido muy buena madre. He visto lo que has hecho con Noah, ella es una buena chica. Y seguro que Alison también lo es, no creo que te odie, es más seguro que esté donde esté, ella te quiere como su madre. -Dice, abrazo a mi hermana pequeña, con un brazo mientras sujeto el móvil con la otra mano.

-Oh. -Suspira mi madre. -Tu debes de ser Ally. -Ally tiembla a mi lado, cuando se percata de que nuestra madre se dirige a ella.

-Si. -Contesta con un hilo de voz.

-¿Y donde has conocido a Noelia? -Pregunta mi madre, Ally me mira buscando ayuda.

-Eh... En el parque que hay cerca del instituto, estaba jugando cuando se ha chocado conmigo y nos hemos puesto a hablar. -Me invento rápidamente.

-Oh vaya, ...¿y porque me llamas? -Pregunta, la oigo toser fuertemente. Un escalofrío me recorre la espalda.

Buena pregunta.

-Se lo he pedido yo. -Se interpone Ally. -Noelia me ha hablado mucho de ti, y me ha contado lo de... ya sabes... Solo queria que supieras que vas ha estar bien, tienes una familia que te quiere, y espero que te mejores. -Le dice. Oigo a mi madre suspirar desde el otro lado de la linea.

-Oh cielo, muchas gracias, eres una buena chica, tus padres deben de estar muy orgullosos de ti. -Veo como las lágrimas le bajan por las mejillas de mi hermana mientras asiente.

-Si, seguro. -Susurra Ally.

-Mamá cuelgo, estaré en casa pronto.

-No te preocupes, cariño. Tomate tu tiempo. Se que los últimos años siempre he estado sobre ti. -Un nudo se me forma en la garganta.

-Te veo en casa. -Dicho eso cuelgo la llamada para atender a Alison.

-¿Estas bien? -Ella me abraza.

-Te quiero, gracias Noah, gracias. -Susurra en mi cuello, mientras solloza. La abrazo fuerte.

Me siento miserable. No puedo hacer nada. Nunca.

Después de despedirme de mi hermana camino hacia la plataforma metálica, con la intención de volver a casa.

Pero como siempre las cosas nunca me salen como planeo, porque una chica se detiene delante de mí. Tiene em pelo castaño y lo lleva suelto a un lado de su hombro, sus ojos son de un color oscuro, lleva una sudadera que reconozco rápidamente como de Evan. Cosa que me hace fruncir el ceño. Se cruza de brazos y me mira de arriba abajo.

¿Quién coño es esta tía rara?

Intento rodearla y pasar, pero me vuelve a cerrar el paso.

—¿Entonces tu padre se ha cargado a Sam? —Pregunta con frialdad. Doy un paso atrás, petrificada.

¿Como lo sabe? ¿Evan se lo ha dicho? ¿Quién es ella?

—¿Quién eres? —Le pregunto.

—No eres más que una estúpida zorra. —Dice antes de darme un golpe. Me aparto sorprendida. ¿Pero de qué coño va?

Intenta darme otro golpe, pero me aparto cogiéndole la mano inmovilizándola, y con la rodilla insertándole un golpe en las costillas, dejándola sin aire, le doy otro en la espalda dejándola tirada en el suelo.

—No me conoces. —Escupo antes de ponerme a caminar de nuevo.

—Si que lo hago. —La oigo gritar. —Eres la asesina de Samantha, una zorra mentirosa. —Me grita. —Y voy a encargarme que Evan lo sepa, que Evan conozca quien es la zorra de la que se ha enamorado. —Grita. Eso me detiene.

¿Se puede saber quién mierdas es esta?

—Cierra la boca Brianna. —Le espeta Seth. Me doy la vuelta, le veo detrás de ella, la tal Brianna, está de pie cogiéndose el estómago.

—Seth es ella la que me ha atacado. —Se defiende.

—No mientas, lo he visto. Tú la has atacado. —Le espeta furioso.

—¿Porque la defiendes?

—Porque es amiga mía. —Le replica.

—No puedes solamente ser amigo de una de ellas. Su padre mató a Sam. —Grita. Seth la mira fijamente.

—Lárgate de aquí, Brianna. Nunca me has caído bien. —Le espeta. —Vuelve a Cherwood, que aquí nadie te necesita. Olvida a Alex. Y olvida a Evan. —Le dice. Ella abre la boca, y se muerde el labio, sorprendida por las palabras de Seth.

—¿Seth, vas en serio? La prefieres a ella antes que yo, alguien con quien has crecido. —Seth resopla.

—Que le caigas bien a Evan, no significa que me caigas bien a mí. —Le replica. Se acerca a mí y me arrastra fuera del alcance de la tal Brianna.

—¿Quién era esa tía? —Le pregunto a Seth cuando estamos alejados de ella.

—La mejor amiga de Evan.

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