Abro los ojos notando mi cuerpo entumecido y mojado.
¿Dónde estoy?
Los recuerdos se agolpan en mi mente y de repente lo recuerdo todo.
¿Iba a suicidarme?
No... Me he suicidado.
Dios, no, no, no...
No estaba en mi momento de lucidez, pero ahora lo veo, era un error, no... Ha sido un error.
¿Estoy en el cielo?
Tenía entendido que quien se suicida no tiene cabida en el reino de Dios.
¿Pero entonces porque hay un ángel ante mí?
Levanto la mano y le toco la cara.
Él cierra los ojos en una mezcla de dolor y alivio.
Y cuando habla me doy cuenta de que no estoy muerta, que no estoy en el cielo y que mucho menos es un ángel.
—¿Por qué? —Susurra con dolor.
Intento incorporarme, y acabo vomitando agua a un lado.
Evan me ayuda a incorporarme.
—¿Por qué has hecho algo tan estúpido cómo eso? —Me suelta en una reprimenda bastante enfadado.
—¿Qué haces aquí?— Cuestiono en un susurro, notando un mal gusto y la garganta raspada. Evan suspira y se sienta a mi lado.
—Estaba aquí desde mucho antes de que llegaras.— Suspira.— Quería pensar y preferí venir aquí. —Se encoge de hombros. —Estaba sentado allí... —Señala hacia un poco más lejos de donde nos encontramos. —...cuando te vi aparecer. Al principio pensé que habías venido a buscarme, pero cuando vi que ni siquiera mirabas a tu alrededor, supe que no. No me di cuenta de lo que estabas haciendo hasta que no fue demasiado tarde. —Le miro, sus ojos están clavados en el mar, no me dedica ninguna ojeada. —Cuando te vi adentrarte, después de que te tomaras lo que fuera que hicieras, me pareció raro, pero no me di cuenta de nada hasta que vi el frasco caer de tu mano, entonces lo comprendí. —Susurra por lo bajo. Baja la mirada y me mira. —¿Por qué lo has hecho? —Susurra.—¿Cómo has conseguido que no...? —No termino la pregunta pero él lo entiende.
—He hecho que vomitaras las veces suficientes como para que no quede nada en ti. —Me explica. Lo miro.
—¿Porqué? ¿Por qué lo has hecho? —Cuestiono. Él me mira sorprendido.
—¿Qué por qué lo he hecho yo? —Dice enfadado. —¿Por qué lo has hecho tú? —Exclama. —¿Estás loca? —Pregunta. Me encojo de hombros.
—Estoy cansada de todo. —Suspiro, la lucidez me ha vuelto, ahora misma ni siquiera sé porque lo hecho...
—¡Y yo! —Grita sorprendiéndome. —Pero no me dedico a tomarme un bote de pastillas. —Dice con enfadado. —Joder, Noelia, pensaba que eras más lista. ¿Qué hubiera hecho si no huberias despertado? Y si... —Se le quiebra la voz, y aparta la vista hacia el agua. Lo miro sorprendida.
—¿Evan...? —Pregunto en un susurro.
—Joder, ¿y si no hubieras despertado? Cuanto más pasaba sin que abrieras los ojos, más me desesperaba. —Me confiesa. —¿Qué hubiera sido de Ally si no hubiera estado yo aquí? —Pregunta volviendo la vista hacia mí.
—Hubiera pasado mucho antes de que Ally se enterase.—Susurro, recordando de que Ally esta ahora en Chersmille. —Ella está en Chersmille, con Dylan. Jonathan la busca y no podía quedarse aquí. —Le aseguro. Evan me mira sorprendido.
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OASIS
Teen FictionUna sociedad distópica, donde la gente es separada. Tener o no una marca puede decidir tu destino. Tener la marca -un círculo atravesado por dos flechas- significa vivir una buena vida, en la ciudad. Mientras que no, significa vivir fuera de la ci...