OASIS

Eres de los nuestros

Han pasado dos semanas desde que que encontraron a Holly y solamente he ido cuatro veces a la fábrica.

¿La razón?

Lo que le pasó a Holly me ha afectado de verdad.

No puedo estar fuera de la ciudad, en el bosque, sin que se me seque la garganta, que se me forme un nudo en el pecho y que me dé ansiedad.

Todo lo que he estado haciendo durante los últimos ocho años, ahora de repente me provoca un pánico alucinante. Y aunque intente comvencerme de que lo hago por Alison, eso ya no me calma.
Lo cual es extraño, porque si he estado rompiendo las normas, hecho que me condena a una directa muerte, ha sido por un solo motivo: Ally.

Inspiro profundamente intentando calmar el nudo de mi pecho mientras camino por el bosque de camino a la fábrica.

Cuando llego, bajo a la parte subterránea y busco a Ally con la mirada.

Frunzo el ceño cuando la localizo sentsda junto a Holly, la chica que encontraron en el rio. 

¿Qué hace Ally con Holly?

Camino hacia ellas, mi hermana al principio no me ve, está concentrada en algo que le está contando Holly, pero a medida que me acerco, ella se da cuenta y me enseña una sonrisa de oreja a oreja mientras salta de su sito y se acerca a mi con brazos abiertos. Me da un abrazo que le devuelvo aunque sigo confundida por la presencia de Holly.

En las últimas dos semanas, he evitado hablar con nadie que no fuera Ally, tía Juli y Gabrielle.

Me pone nerviosa solo pensar en lo que me podría suceder si me descubrieran, es algo en que no reparé hasta que vi el cadáver de Jason.

Me siento en el colchón, cerca de Holly, Alison se sienta a mi lado, apoya la cabeza en mi pecho mientras yo le paso la mochila llena de comida.

—Hola. —Me saluda Holly con una sonrisa triste.

Está hecha polvo, con ojeras bajo sus ojos verde esmeralda, su pelo rubio está recogido en un moño mal hecho y noto sus facciones cansadas y aún así, no puedo evitar reparar en que es bonita.

Lleva un vestido naranja bajo una chaqueta vaquera e intento olvidar el hecho de que el vestido fue mío alguna vez, supongo que usa la misma talla que yo.

Muchas veces cuando tengo mi armario demasiado lleno (cosa que ocurre muy a menudo, por culpa de mi madre) traigo ropa para que las chicas de aquí puedan vestir.

—Hola.— Le devuelvo el saludo. —¿Donde esta tía Juliette? — Le pregunto a Ally. Ella levanta la vista.

—Está con Grace, salieron hace un rato, se ve que alguno de los amigos de Grace, ha traído bolsas llenas de ropa, Juli ha querido ir para ayudarles. —Me explica rebuscando en la mochila.

—¿Y cómo es qué no has ido con ellos?

—Querría quedarme por si venías.— Dice abriendo la bolsa de patatas que le he traído.

Le sonrío y le doy beso en la sien.

—Juliette le había pedido a Evan que se quedara conmigo. — Al oír su nombre me estremezco recordando su conversación con Alex.Ellos son dos de las personas que más he intentado evitar y de momento lo voy consiguiendo. — Pero vino Seth y tuvo que irse. —Sigue diciendo Alison. —Y le pidió a Holly que se quedara conmigo, hasta que volviera él.— Me alegra saber que al menos Evan no ronda por aquí cerca.

—Gracias.— Le agradezco a Holly.

—No ha sido problema.— Sonríe y se levanta dispuesta a irse.