Han pasado tres semanas desde la muerte de Lucca, Evan no me ha contado mucha cosa más. Se ve que Jonathan y Walker, ordenaron la ejecución por vía conferencia, y se quedaron allí mirando, como si de una película se tratara. Llego a estar yo allí y hago que el ordenador les atraviese el cráneo, por eso agradezco de que Evan me hiciera salir de casa.
Lucca ha sido acusado de traición y yo aún no sé cómo han llegado a tal acusación sin llegar a mí, pero lo que más me destroza es que Lucca no me delatara, con lo fácil que hubiera sido, y él mantuvo su promesa hasta el final.
Me he prometido que Jonathan va a pagar las consecuencias de sus actos, ha matado a personas de entre ellas, Samantha y Lucca, dos personas muy importantes para mí.
Evan ha investigado un poco, resulta que los padres de Lucca están muertos y él vivía solo en Chersmille, hasta que ha cumplido la mayoría de edad y ha podido mudarse a Fairwood, para unirse al ejército y alejarse de su hogar.
No sé si hubiera sido mejor que no me lo contara, saber esto lo hace aún más horrible.
Desearía no haberme cruzado nunca en su vida, él seguiría vivo, si ese sábado él hubiera disparado, aún seguiría con vida.
La cuestión es que no lo hizo y ahora está muerto, por mi culpa.
Suspiro y salgo de la cama, no veo a Evan por ningún lado, pero no me preocupo. Últimamente apenas para quieto, si no está todo el día fuera con los chicos, donde en realidad debería estar, está aquí, abrazándome y consolándome por las horribles pesadillas.
Sí, han vuelto las pesadillas.
Pero ahora no sueño solo con Sammy, sino que también lo hago con Lucca. Él me sonríe hasta el último momento, donde Jonathan le mete una bala en la cabeza.
Y aunque Evan siempre esté de aquí para allá, le noto raro, muy raro. Intenta mantenerse normal conmigo, pero siento que me oculta muchas cosas. Ya no es el Evan que conocí hace siete meses. Él era transparente conmigo, a pesar de ocultarme lo de su oasis.
Cuando el pregunto por el otro lado, me dice que Kyle aún no ha vuelto de su visita a Chersmille, y que mi hermana sigue en Chermille con Dylan, que no me preocupe, así que no lo hago.
Lo que sí que me preocupa es él, apenas se mantiene quieto, siempre está haciendo algo y sé que no tengo derecho a preocuparme porque él haya decidido mantener la mente ocupada, pero me preocupa que no me diga que es lo que realmente esconde, lo que no quiere que sepa.
Suspiro y me levanto, tengo que ir al instituto, y no espero día en que esto se acabe.
No he hablado con mi madre, Jonathan dice que está demasiado ocupada con el tratamiento, que no la dejan comunicarse mucho, que tendré que esperar a que ella me llame.
Así que apenas puedo hacer nada más, voy a clase, con Shelly, que últimamente está muy callada. Solo me habla a mí, y a veces le contesta alguna que otra cosa a Christian, pero ya no es la amiga risueña que era antes de contarle lo del otro lado.
En ese modo, ella ha cumplido, no le ha dicho nada a nadie, ni a Nathan, con el que no tiene secretos, y debo agradecérselo.
La muerte de Lucca la ha afectado mucho más que saber mi secreto, la ha afectado de tal modo que incluso evita venir a mi casa para no verle la cara a Jonathan, que es justo lo que yo haría si no viviera bajo el mismo techo que él.
Llego al instituto y ella se acerca a mí. Me dedica una sonrisa triste y yo sé la devuelvo de igual modo.
—¿Qué tal estás? —Pregunto. Ella se encoge de hombros.
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OASIS
Teen FictionUna sociedad distópica, donde la gente es separada. Tener o no una marca puede decidir tu destino. Tener la marca -un círculo atravesado por dos flechas- significa vivir una buena vida, en la ciudad. Mientras que no, significa vivir fuera de la ci...