Una noche en la playa

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Empieza a refescar por lo que Evan se levanta a buscar ramas y hojas para hacer una hoguera.

De la nada mi móvil empieza a sonar, me sorprendo tanto que no lo cojo inmediatamente, no puedo creer que estando tan lejos de Fairwood, aún tenga cobertura.

—¿No contestas?— Pregunta Evan dejando algunas ramas en el suelo.

—¿Cómo es posible qué todavía haya cobertura? —Cuestiono mientras descuelgo.

Noelia, ¿se puede saber dónde estás? —Dice mi madre nada más descolgar.

—Estoy con Shelly. — Digo automáticamente recurriendo a mi comodín.

Acabo de llamar a Shelly y no estabas, además pensaba que estabas con Nathan. — Me muerdo el labio nerviosa sin saber que responder a eso. Veo como Evan coloca las ramas bien y va a buscar más.

—Acabo de salir de casa de Nathan y me dirijo a la de Shelly. — Comento como si nada.

—¿Piensas pasarte todo el día en la calle?— Pregunta enfadada.

—Voy a quedarme a dormir en casa de Shelly. —Declaro.

No, quiero que vuelvas a casa. —Replica ella y sigo notando el tono de enfado en su voz.

—Mamá, ya estoy llegando a su casa, además papá me deja. —Miento.

No se lo he preguntado a mi padre, pero si mi madre cree que me deja, a ella le va resultar más fácil ceder y dejarme pasar la noche fuera. Para cuando mi padre llegue del trabajo, ya será muy tarde y ella no va a llamar a esas horas de la noche para que vuelva a casa.

Eso sí, cuando me toque volver voy a estar castigada mucho tiempo.

¿Estás segura? — Pregunta desconfiando.

—Sí. —Miento mordiéndome el labio esperando que ceda.

Bueno, id a la cama temprano y se agradecida y educada. —Me avisa.

—Mamá no es la primera vez que me quedo en casa de Shelly.

Lo .Se limita a contestar.

—Adiós. — Me apresuro a despedirme y colgar antes de que cambie de idea y me diga de volver a casa.

Rápidamente marco el numero de Shelly.

Noah, tu madre acaba de llamar.Me avisa nada más descuelgo.

—Lo sé, ¿podrás decirle, si vuelve a llamar, que voy a quedarme en tu casa?—Oigo como resopla y suelta una risa.

¿Estás otra vez con el chico guapo e idiota? —Cuestiona con un tono pícaro.

—No. —Me río, entonces llega Evan y suelta un bufido.

—¿Piensas ayudarme o te quedaras allí sentada? —Entrecierra los ojos. Desde el otro lado de la línea oigo la risa de Shelly porque claramente le ha oído.

Parece ser que el guapo e idiota tiene una voz sexy. —Sacudo la cabeza xom una sonrisa.

—Shelly, gracias por cubrirme eres la mejor. —Ella se ríe.

No lo haré gratis, a cambio quiero que me mandes una foto de él. Pide. Frunzo el ceño. —Quiero saber si vale la pena mentir a tu madre por él. —Suelto una carcajada.

—¿Qué? —Miro a Evan y él esta parado delante mío, con las cejas alzadas. —Ahora voy. —Le susurro a él.

Ya lo has oído, quiero una foto.—Y a pesar de que no puedo verla, noto su sonrisa.

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