Diferencias

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Corro por el bosque todo lo que mis piernas me permiten y no me detengo hasta que mi cuerpo me obliga a ello. Respiro pesadamente, con las manos en las rodillas intentando recuperar el aliento.

Cuando vuelvo a respirar con normalidad me pongo derecha, suspirando y mirando a mi alrededor.

La imagen del chico muerto y la de su novia gritando su nombre, cruza mi mente.

Me doblo sobre mí misma y suelto todo el contenido de mi estomago, me cojo el pelo para no ensuciármelo de vomito.

Nunca había visto un cadáver en persona y alguien tan joven como ese chaval...

Cuando ya no queda nada más en mi estomago me pongo a caminar de nuevo y por muy estúpido que parezca, ahora mismo no me importa estar perdida, me da igual que sea de noche y esté todo oscuro, me da igual donde queda el camino de vuelta a la fábrica o incluso el de vuelta a casa.

Solo quiero alejarme.

Alejarme del chico muerto, de la chica, de Evan, de Juli y de todos.

Solo quiero estar sola.

Empiezo a respirar forzadamente y mi respiración se hace más pesada me siento en el suelo y apoyo la espalda en el tronco de un árbol mientras escondo la cara entre las rodillas.

Empiezo a hacer respiraciones profundas para recuperar el aliento.

Una, dos, tres, cuatro,...

—¡Noah! —Oigo como alguien grita mi nombre seguidos de pasos acercándose, pero no me muevo, solo espero que se alejen y me dejen en paz. —¡Noelia! ¡Contesta! — Esta vez la voz está tan cerca que no me cuesta mucho trabajo identificar a Evan.

Pero no va solo.

—¿Se puede saber qué coño hacemos? —Oigo como le espeta Alex, están lo suficientemente cerca, los puedo oír a la perfección, rezo para que no me vean, quiero que se alejen y me dejen sola.

Quiero estar sola.

—Buscarla, por si tu única neurona no se da cuenta. — Le contesta Evan con sarcasmo.

—Eso lo sé, pero joder, es una de ellos. ¿Qué coño hacemos buscando a una chica del otro lado? —Al oír sus palabras me estremezco y no hace más que confirmar toda mi revelación de hoy.

Nunca seremos iguales, por muchos intentos que haga, siempre me seguirán tratando diferente y solo por tener un estúpido Oasis marcado en el hombro.

Oigo como se detienen detrás del árbol donde apoyo la espalda, por lo que sus voces me llegan desde detrás de mí.

Es de noche y el bosque es tan frondoso que no se ve ni un ápice de luz, lo cual lea dificultará mucho verme a pesar de estar justo delante de sus narices, hecho que agradezco ya que ahora mismo estar con ellos es lo último que quiero.

—Joder, Alex— Espeta enfadado Evan, su tono hace que me sobresalte. —¿Por qué mierdas no quieres entender que ella es diferente? — Replica todavía con el mismo tono.

—Pensaba que para ti todos eran iguales. ¿Acaso no recuerdas lo qué le hicieron a tu madre? —Le suelta como pulla Alex con el mismo tono usado por Evan.

—Noelia, no le ha hecho nada. — Escupe el chico de ojos azules.

—Pensé que los despreciabas a todos, que te daban asco, sean quienes sean. —Replica de nuevo su amigo. —Cuando me dijeron que estabas atrapado en una cueva con una chica del otro lado, me compadecí de ti, pensé que al odiarles a todos no podrías aguantar toda l noche con ella, pero nunca pensé que llegaras a pillarte por ella. —Le contesta con rudeza.

—¿Qué mierdas estás diciendo, Alex? Joder, mira, sí, tienes razón, cuando me quedé atrapado con ella en la cueva, juro que pensé que no lo aguantaría, joder que no podría estar con alguien que vive con unos asesinos, porque eso es lo que son, asesinos. Pero Noah no, ella no lo es, y me lo demostró la otra noche, ella es diferente a todos a los que hasta ahora nos hemos encontrado y ya te lo he explicado, Noah no es una de ellos, los desprecia tanto como lo hago yo, ¿o es qué no te das cuenta? Mira a tu alrededor tío, estamos buscando una del otro lado, en el bosque, propiedad de los Abandonados. ¿Cuándo has visto tú alguien del otro lado aquí, por su propio pie y que no sea para matarnos? Contesta, porque a ver si te das cuenta de que Noah, como ya he dicho, es diferente. Apartaron a mi madre de mi lado, a ella le han quitado su hermana y a su tía. Joder, ¿de verdad sigues pensando que no es de los nuestros? — Trago saliva por sus palabras. No esperaba que saliera en mi defensa de esta manera, a pesar de su confesión de que ayer ni siquiera soportaba la idea de estar conmigo en un mismo sitio.

—Tío, lo último que quería era cabrearte, pero no logro entenderte. Lo único que se me ocurre es que estás por ella. —¿Tanto le cuesta creer que estoy con ellos?
Nunca seremos iguales. Da lo mismo todo lo que yo haga, nunca nadie me llegará a aceptar como una más.

—He dicho que es diferente no especial. — Le contesta frío.

Siguen caminado mientras siguen discutiendo, de tanto en tanto oigo como Evan grita mi nombre, pero a medida que sus pasos se alejan sus voces también.

Recuesto la cabeza en el tronco e intento tranquilizarme.

Y hasta que no han pasado diez minutos no empiezo a considerar la idea de volver a casa, hasta que recuerdo a Ally enferma en su colchón. No puedo volver a casa sin ir a verla antes. Me levanto dispuesta a volver a la fábrica sin saber como volver a ella. Conozco bien el camino de la plataforma a la fábrica y de la fábrica a la plataforma y puedo hacerlo siendo de noche, pero estar en medio del bosque sin saber siquiera donde queda uno de esos dos lugares me está dificultando mucho más las cosas.

Empiezo a dar vueltas sin sentido intentando recordar por donde he venido, cuando oigo pasos acercándose y alguien gritando mi nombre.

Aunque esta vez me cuesta reconocer la voz hasta que no está a solo unos metros de distancia y puedo llegar a diferenciar a Seth.

—Noah, joder te hemos estado buscando, empezaba a pensar que te habías ido a casa. —Me dedica una sonrisa e intento devolvérsela, pero me sale una mueca.

—¿Sabes cómo volver? — Él asiente.

—Claro. —Saca algo de su cinturón y cuando lo tiene en las manos me doy cuenta de que es un walkie-talkie, aprieta un botón y habla. —Grace, la he encontrado, volveremos a la fábrica, encuentra a Evan y Alex y diselo.

—Bien. —Se oye la voz de Grace desde el otro lado.


                           *********

Le doy un beso a Ally y me despido de Juliette, ella me dedica una mirada de preocupación, pero la ignoro y me levanto, salgo de la fábrica concentrándome en mirar al frente para evitar la tentación de darme la vuelta y poder ver a la chica que han encontrado y a la cual están curando y alimentando.

Holly, se llama, viene de Chersmille, se fugó de allí con su novio, que era un Abandonado, pero los cogieron y a él le dispararon mientras se metían en el río para esconderse y despistar a los perros, y de allí a que llegarán hasta aquí.

Pero es algo, que por muy egoísta que suene, ahora mismo me de igual, solo puedo pensar en que yo no debería estar aquí, no debería de haber venido nunca, se me aparece en la mente Ally y en su sonrisita y me siento culpable, si vengo aquí es por mi hermana y me da igual lo que piense nadie, llevo viniendo ocho años, unos ocho años increíbles con mi hermana.

Además, yo no tengo que agradarle a nadie, no tengo porque llevarme bien con nadie ni tener que pertenecer a su grupo, vengo por mi hermana y eso es todo.

Camino y oigo pasos y las voces de Alex y Evan, que parece que siguen discutiendo.

Me escondo tras un árbol para no toparme con ellos y verme obligada a intercambiar palabra con ellos.

—Eres un pesado Alex, ya te lo he dicho, no voy a cambiar de parecer. Hemos venido aquí para cambiar de aires, para olvidarnos de todo el daño sufrido en Cherwood. Ni tú, ni Seth, ni yo queríamos seguir viviendo cerca de los asesinos de nuestros padres, pero hay que dejarlo allí. No podemos arrastrarlo siempre. Vinimos para escapar del pasado. —Dice la voz de Evan.

—¿Entonces por qué mierda sigues queriendo creer en ella? —Le espeta Alex.

Dios, no dejarán el tema nunca.

—Porque ella no es de los suyos, no miente Alex, ella realmente los desprecia, lo vi en sus ojos. —Le comenta en tono cansado y yo tampoco entiendo porque sigue defendiéndome, tendría que dejarlo estar, si alguien como Alex no quiere creer en mis intenciones bien por él.

—Bueno mira, haz lo que quieras, pero eso sí, luego no digas que no te he avisado. —Le replica en respuesta.

—Alex, no eres mi madre, iba a hacer lo quisiera de todos modos y te voy a demostrar que ella no es igual al resto.

—Como sea, pero ya me...—Siguen hablando, pero no llego a oírlos ya que se encuentran demasiado alejados de mí.

Suspiro aliviada.

Evan se empeña a desmostar algo en lo que Alex no cree, que haya Privilegiados sin malas intenciones. En realidad, no pienso ni que Evan crea en ello pero bueno, él sabrá lo que hace.
De ahora en adelante no pienso hacer nada para gustarles, pienso venir aquí, estar con mi hermana e irme.

Seguiré trayendo cosas, claro, pero no pienso portarme mejor, ni ser mejor persona para gustarle ni a Alex, ni a Evan ni tan solo a Grace, seré yo misma, si así les caigo bien, perfecto, y si no, pues también.

Deslizo la plataforma metálica y salto dentro, alargo los brazos y la cierro.

Como es de noche dentro de la plataforma está más oscuro de lo habitual pero la conozco tan bien que se guiarme sin ayuda, bajo las escaleras y encuentro sin esfuerzo la linterna, la enciendo y me pongo a caminar de vuelta a casa.

OASISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora