❀ » Décimo octavo capítulo.

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58 días

Hoy me siento un poco mejor, ver a Tae y escuchar sus historias me han ayudado mucho a comprender que no soy tan asqueroso como creía, sin contar que me ayuda mucho cuando salimos para apreciar la hermosa vista que este lugar ofrecer.

A Jin Hyung, no lo he vuelto a ver, me duele, pero es lo mejor para todos, no deseo provocar que se continúe molestando por mi culpa, creo que piensa que no me doy cuenta de las cosas, pero tengo claro que soy un gasto enorme para la empresa.

Siento como abren la puerta de la habitación y al mirar, veo el rostro de preocupación de Tae y de la psicóloga, es preocupante, pero no puedo precipitar las cosa y admitir que algo está mal, ¿cierto?

—Bueno días, Jungkook —me regala una hermosa sonrisa.

—Ho-la Tae —intento pronunciar, pero mi garganta arde.

La señorita se pone frente de la cama, eso provoca que me sienta nervioso, quiero que se vaya, aunque dudo que eso ocurra, deseo estar a solas con Tae, es la única persona que me hace sentir tranquilidad.

—Jungkook, vinimos hablar algo importante —siento como toma aire para continuar— ¿sabes por qué te encuentras aquí?

Al escuchar la pregunta enseguida niego, ya que siempre he pensado que es porque no puedo caminar a causa de algunas vitaminas que me falta en mi cuerpo. Jamás me lo dijeron, pero he sacado esa conclusión.

—Jungkook, es hora de decirte la verdad —Tae, me sonríe y toma de mi mano— la verdadera razón es porque sufres de depresión y problemas alimenticios.

Intento ingerida lo que me dice, pero no le encuentro sentido, ¿yo con depresión? ¿problemas alimenticios? ¿Cómo es posible? Jamás he notado algo extraño en mi, es una completa locura.

—Tae, no tie-ne sen-tido —intento tomar aire para continuar— ja-más he no-ta-do algo ra-ro en m-i.

—Kookie, es normal que jamás no hayas notado, por eso mismo, te pido que nos dejes ayudarte por favor.

¿Necesito ayuda? ¿Estoy loco? ¿Desde cuándo? No pueden enterarse de esto o mi reputación caerá, tengo miedo. Ahora comprendo la molestia de Jin, pero si necesito ayuda, entonces podre terminar pronto con esto.

—De-bo pen-sarlo, Tae —muerdo mi labio— Jam-ás he not-ado algo ra-ro.

—No te preocupes, Kookie —aprete mi mano— piensa las cosas y nos avisas.

—Yo me retito, gracias, señor Kim— al escucharla hablar me sorprende, había olvidado su presencia.

—¿Qué desea hacer hoy, Kookie?

—¿Po-de-mos sa-lir?

Al escuchar mis palabras suelta mi mano para traer la silla de ruedas, al tenerla la prepara y me ayuda sentarme, al estar listos deja un beso en mi mejilla y salemos del lugar. Todo es confuso, a tal punto que me cuesta comprender que ocurre.

—Kookie, tomate tú tiempo para ver la realidad y analiza bien la situación —escucho esa preciosa voz decirme.

Asiento con la intención de no hablar mucho, ya que mi garganta arde mucho, aunque ahora que lo pienso hace mucho no tomo agua, eso necesito:

—Ne-ce-sito ag-ua —noto el rostro sorprendido del chico, pero veo como enseguida, me deja para ir a buscar lo pedido.

Pasan unos 5 minutos y llega con una botella, me la entrega con emoción, pero intento ignorar su reacción para luego beber un poco. Sé siente muy refrescante, extrañaba esta sensación, aunque un cuenta me había dado que ya no bebía.

—Tae, me sien-to me-nos incomodi-dad.

—Me alegra saberlo, realmente me alegro.

Dato: Es normal que las personas que padecen alguna enfermedad metal no sé den cuenta de lo que les ocurre realmente.

Hola, espero que les este gustando la historia. Va lento porque todo proceso tiene su ritmo.

✦•Haru Haru.•✦ (KookTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora