Un sirviente sin memoria que es una bola de un solo ojo. Un dueño que necesita una pareja humana para no morir. Lo único que Sae debe hacer, es evitar enamorarse de tu dueño y podrá vivir con su amo para siempre. Fácil, ¿verdad?
Un pequeño regalo para disculparme por teneros dos semanas esperando para saber qué era Sae. El problema es que es un poco corto 😅
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—¡Sae! —gritó el señor Jeon cuando entró en la sala corriendo para abrazando y él se dejó hacer demasiado sorprendido. Había sobrevivido al juicio con solo algunas magulladuras—. ¿Estás bien? —le preguntó cogiéndolo de la cara para hacer que lo mirase y él asintió—. ¿De verdad estás bien? —insistió examinándolo con atención.
—Sí —le aseguró—. No fui castigado.
—Desde luego que no, después de todo no existía ningún motivo para castigarte. Menos mal —dijo abrazándolo con fuerza contra él de nuevo.
—Pero es que soy un humano— le explicó.
—¿Y acaso crees que me importa lo que seas?
—Y lo que os hice...
—Lo que hiciste...— comenzó cuando se detuvo—. Lo que hiciste no fue correcto —admitió—, pero gracias a eso estoy aquí, estamos aquí. Hiciste lo que debías y nadie puede culparte por eso.
—¿De verdad?
—De verdad. Tú no hiciste nada malo, solo cumpliste con tu deber.
—¿Entonces no estáis enfadado? —insistió. Necesitaba confirmarlo.
—No.
—¿Y no os molesta que sea humano?
—Ya te he dicho que no. Eres mi familiar, no me importa lo que seas siempre y cuando estés a mi lado.
—¿De verdad?
—De verdad.
—Menos mal —murmuró abrazándose al señor Jeon.
—Sae, ¿estás creciendo? —le preguntó este sorprendido.
—Es solo que estoy cansado —le explicó.
—¿Cansado? ¿Sae? ¿Sae? —repitió su amo intentando sujetarlo mientras todo se volvía cada vez más lejano hasta que no hubo nada.
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