Luces
😊
Hola y bienvenidos a "Cosas que a nadie le interesan sobre Familiar" (aplausos) su presentadora de hoy soy yo, CC, la persona que escribe, pero a la que nadie hace caso😌😎✌.
Pero dejemos mis problemas con los personajes a un lado.
Lo primero que quiero hacer es agradeceros a tod@ s vuestro apoyo a esta historia. Lo cierto es que, después de Xilan y su buena acogida, estaba preocupada por cómo sería recibida su sustituta y, aunque no ha llegado al nivel de su hermana mayor, me alegra haber podido compartir con tanta gente la historia de nuestra pequeña bolita. Gracias por vuestro apoyo🥺🤧🤧🤧.
Pero comencemos la historia de Familiar por el principio, concretamente en febrero del 2009. En realidad todo empieza más atrás, pero ese fue el día de "Eri se cabrea y toma cartas en el asunto🤬🔪". Pero no nos adelantemos.
Como lectora de todo tipo de historias, terminé leyendo historias de humanos y dioses, donde un humano (chico o chica) era ofrecido como sacrificio/compañero de un dios, y leyendo, poco a poco me di cuenta de una cosa: solía haber un sirviente y este sirviente era ignorado/maltratado por el/la protagonista bajo la premisa de "soy humano, me estoy acostando desde ayer con ese dios al que llevas siglos sirviendo y tú no eres más que un sirviente, así que te maltrataré para demostrar que no tienes ningún valor" y sí, luego el o la protagonista se llevaban bien con el sirviente, pero me empezó a molestar esa actitud que tenían todos al principio, cuando veían al sirviente, tratándolo mal por su propia inseguridad y al dios de turno permitiéndolo porque "me voy a acostar contigo durante los próximos veinte años, así que te dejo que trates mal a alguien que lleva siglos sirviéndome fielmente solo para que te sientas un poco mejor"(╬▔皿▔)╯.
Así que me enfadé y decidí hacer una historia donde el sirviente fuera el protagonista para reivindicarlos y es que tal vez no fuesen humanos, tal vez debiesen obediencia, pero los sirvientes tienen derecho a ser tratados de una manera justa, a que sus sentimientos sean respetados, a que se reconozca su labor (saca las pancartas pro-sirvientes y detiene el tráfico).
Bueno, me tranquilizo.
Y así nació Sae, un pequeño sirviente que no tenía forma adulta porque venía de un alma dañada, que tenía una forma original que era una bola con un solo ojo y que no recordaba nada de su pasado. ¿Y por qué Sae es así? Pues no lo sé, cuando lo conocí era así, así que solo lo describí 👉👈.
Además, quería que fuese un sirviente a la antigua: fiel a su amo, que solo viese a su amo, que solo pensase en su amo, que todo su mundo fuese su amo... para Sae, el Sr. Jeon lo es todo💖.
Y dejé que aquella pequeña bola tomase sus decisiones, luchase sus batallas y acabó siendo el seme🤔.
En fin, cosas que pasan...¯\(°_o)/¯
En cuanto a su cambio físico, Sae pasó muchos siglos entrenando muy duro, por eso me pareció lógico que, al crecer, fuese más grande que la media ya que trabajó más que nadie.
Cuando escribí a Sae, su mentalidad era proporcional a su cuerpo por más que tenga más experiencia que alguien de su edad. Por eso, al principio, sus sentimientos hacia el Sr. Jeon son platónicos, ya que es un preadolescente, aceptando las cosas como son sin cuestionarlas; después de la primera ceremonia, pasa a ser un adolescente, por lo que sus sentimientos se vuelven más claros, quiere ser correspondidos y se cuestiona las cosas a su alrededor, aunque no siempre sepa expresarlo de la mejor manera. También tiene problemas para gestionar sus sentimientos, por eso choca mucho con el Sr. Jeon, que no sabe como manejar la situación. Y después de la última ceremonia se convierte en un adulto, por lo que es capaz de asumir y controlar sus sentimientos mucho mejor, siendo capaz de ponerse en el lugar del Sr. Jeon, aunque con ayuda.
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Familiar
RomanceUn sirviente sin memoria que es una bola de un solo ojo. Un dueño que necesita una pareja humana para no morir. Lo único que Sae debe hacer, es evitar enamorarse de tu dueño y podrá vivir con su amo para siempre. Fácil, ¿verdad?