Capítulo 30

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Abrió la puerta entrando mientras se ajustaba el cinturón para que no se le cayesen los pantalones ya que regresó a su forma de niño. No podía negar que su cuerpo era inestable.

—Suei, Gae —los llamó y al poco escuchó pasos que se acercaban.

—¿Sae? —contestó Gae al verlo.

—Me gustaría hablar con el señor Kwon —le pidió.

—Desde luego, ven —asintió guiándolo hasta el jardín donde este estaba.

—Sae, que alegría verte, ¿cómo está Jeon? —lo saludó mientras Suei inclinaba la cabeza antes de marcharse.

—Empeorando. Señor Kwon, tengo que pediros un favor.

—¿De qué se trata?

—Necesito hacer la ceremonia, pero el señor Jeon no está en condiciones de acompañarme. Por eso me gustaría pedíroslo a vos.

—Entiendo. Pero sabes que es necesario el permiso del amo del familiar para llevar la ceremonia acabo, ¿verdad?

—Lo sé y eso no es problema. Mi amo ha pedido en varias ocasiones que se realice mi ceremonia, la única razón por la que no se ha hecho, es por mi negativa.

—Comprendo.

—También me gustaría pediros que Suei se encargue del señor Jeon hasta que regrese.

—¿Crees que puede haber problemas? —le preguntó el señor Kwon más serio aún.

—Los pocos recuerdos que tengo, indican que pueden ser unos recuerdos un poco traumáticos —admitió.

—Y por eso no querías hacerlo —él asintió—. ¿Y qué te ha hecho cambiar de opinión?

—El señor Jeon está empeorando y soy el único que puede ayudarle. Pero se niega, porque teme que cambie a mi forma infantil mientras absorbo el veneno.

—¿Jeon ha aceptado que te hagas cargo de él?

—Sí. Yo pasaré por la ceremonia y estabilizaré mi forma, y él me dejaría que lo ayude antes de que sea demasiado tarde.

—Ya veo... —murmuró pensativo.

—¿Acaso pensáis que no debería ayudarlo? —le preguntó receloso.

—Desde luego que no —negó con fuerza—. Es tu amo, dejarlo morir cuando puedes evitarlo es lo antinatural, no lo contrario.

—Pero habrá dioses que no lo verán así —adivinó.

—Hay muy pocas razones que justifiquen este tipo de comportamientos y por eso la mayoría son reticentes, pero sin duda este es uno de esos casos. Desde luego, eso no servirá de nada y los que quieran criticaros, os criticarán, pero no creo que a ti te importe. No cuando, si no lo haces, Jeon morirá entre horribles sufrimientos cuando cada parte envenene a la otra.

—Nunca me importó lo que opinan los demás, y estoy dispuesto a cualquier cosa para protegerlo —afirmó.

—En tal caso, no te preocupes por lo que un par de dioses aburridos puedan decir en sus reuniones y centrémonos en lo importante, Gae, tú vendrás con nosotros —le ordenó.

—¿Yo? —preguntó este sorprendido.

—Sí es un recuerdo traumático, sería mejor que esté presente alguien que se aseguré que no te haces daño. Y por eso, pediremos ayuda —añadió.



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