Capítulo 17

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Al día siguiente, resultó ser un día excepcionalmente difícil para Harry. Era su último día para estar con Hermione en términos no tan platónicos antes de su doble cita en Hogsmeade, y por lo tanto la inevitable terminación de lo que se había convertido constantemente en la parte más feliz de la existencia de Harry. Sentía que la ansiedad se extendía por el pecho y el corazón palpitaba con cada mirada y cada toque. Se sentía como un adiós.

Harry se sentía melodramático de una manera sorprendentemente normal para alguien de 16 años, y no en absoluto como el Niño-Que-Vivió. Durante un día se olvidó de Draco y Slughorn, Voldemort y sus lecciones con el profesor Dumbledore, y fue bendecido actuando como un adolescente enamorado. Y en la verdadera forma, estaba bastante seguro de que la inevitable ruptura de su corazón por Hermione Granger era un destino mucho peor que cualquier otro que hubiera encontrado.

Estaba sentado en la sala común con los pies de Hermione en su regazo, después de un día tratando de no pensar demasiado en lo que sucedería, sintiéndose emocionalmente agotado. Si hubiera pensado que la sensación de ver a Dean con Ginny había sido un monstruo en su pecho, entonces ¿Cuál era esa sensación aplastante que tenía ahora? ¿Por qué fue mucho peor?

Hermione estaba tarareando felizmente, desafiada por la agitación interna de Harry y aparentemente experimentando nada de eso. Había alcanzado un nuevo nivel de patético, Harry decidió en silencio mientras reflexionó sobre las relaciones románticas fraudulentas y el amor no correspondido. Miró a Hermione, tratando de preservar este último momento bendito de paz y la mirada de Hermione feliz. Incluso pudo haberse engañado a sí mismo hasta el punto de pensar que tal vez y solo tal vez, Hermione parecía tan feliz porque estaba sentada con él.

Las esquinas de los labios de Hermione se marcaron hacia arriba en una sonrisa inconfundible y, sin mirar hacia arriba de su libro arqueó una ceja.

—Lo estás haciendo de nuevo —dijo Hermione con diversión.

—Te aseguro que no estoy al tanto de mi supuesto hábito perpetuo del que hablas —respondió Harry de manera evasiva.

—Me estabas mirando de hecho.

—No es así.

—Eres un mentiroso terrible, Harry.

Ella estaba sonriendo completamente. Harry ni siquiera había sido capaz de mentirse a sí mismo sobre sus sentimientos por Hermione en una relación condenada.

—No —respondió desafiando, cruzando los brazos, petulante. —¿Hermione? —Harry siguió, tratando de pensar exactamente cómo quería decir esto.

—Bien, entonces... ¿qué es Harry? —Hermione preguntó confundida.

—Hermione Granger, ¿serias mi cita para la fiesta de Navidad de Slug Club?

Hermione estaba aturdida.

—Lo siento, Harry... ¿qué acabas de decir?

—Te pregunté ¿Si serias mi cita para la fiesta de Navidad del Club? — repitió Harry.

—Bueno... supongo que tiene sentido que vayamos juntos. Después de todo, ambos somos miembros y ambos necesitaremos parejas, y no es como si simplemente puedes invitar a cualquiera al Club, y....— Hermione comenzó a divagar. —No se puede decir, así como una cita real.

—¿Por qué no? Eso es exactamente lo que quiero decir Hermione. — respondió Harry.

—Oh Harry.

—Hermione —dijo Harry tomando su mano. —Escúchame, no te lo estoy pidiendo porque es conveniente. Te lo pregunto porque eres una chica hermosa y brillante, que francamente me importa más que cualquier otra persona en el mundo.

¿NOVIO FALSO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora