Lo anormal vino de nuevo a su vida, aunque realmente nunca se iba. Ahora mismo, Hermione caminó hacia el campo Quidditch, no era fanática del deporte, pero no se había perdido un solo partido desde que ingresó a Hogwarts y el principal culpable como siempre resultaba ser nada más y nada menos que uno de sus mejores amigos y recientemente guardián del equipo de Gryffindor, Ron Weasley.
Fue un excelente partido de esos en los que Harry terminaba luciéndose a sí mismo. Pero Hermione no estaba para ver a Harry, si no para un asunto más vergonzoso, en realidad, quería ver a Ron Weasley. La situación con Ron era muy dramática, tendía a pelear con él por cualquier detalle mínimo, casi como algo que debiera hacerse por monotonía, pero eran grades amigos y estaban el uno para el otro cuando se necesitaban. Sin embargo, quizá aquellas discusiones eran una cortina para ocultar sus sentimientos y es que últimamente con sus compañeras de habitación hablando de nada más que romances y muchachos, las ganas de decirle a Ron que le gustaba aumentaban estrepitosamente.
Declarar sus sentimientos por el pelirrojo sería una tarea titánica, sobre todo porque Ron parecía tener su ego por las nubes desde que fue aceptado en el equipo Quidditch. Harry había terminado el juego atrapando la Snitch Dorada, haciendo saltar a Gryffindor a los 150 puntos, pero realmente no le había importado a Hermione, no si Gryffindor le debía el partido a Ron. Su actuación como guardián había sido realmente espectacular.
Después de tan notable actuación, seguía la fiesta en la torre Gryffindor. Así que mientras todos los demás se fueron a la torre Gryffindor, animando por todo el camino, Hermione se tomó su tiempo caminando por los alrededores, pensando que decirle a Ron. Le sudaban las manos y por primera vez Hermione no tenía un plan elaborado, una forma de obtener el amor de Ron.
Al otro lado del campo Quidditch, Harry terminó de cambiarse en el vestuario y ahora estaba guardando su Firebolt en la tienda de equipos. El azabache quiso que el partido fuera de su amigo Ron, creía que se lo debía, después de tantos años de amistad. Era increíble lo que se podía hacer con un poco de confianza, estaba lejos de ser la mejor actuación que ha logrado, pero no fue sólo una casualidad, todos trabajaban duro por Gryffindor dando gran éxito en los últimos años.
Detrás de Harry apareció Ginny Weasley, guardo su escoba el almacenamiento del equipo antes de dirigirse al vestidor de las chicas. Harry se dejó llevar por sus emociones, aquellas que Ginny provocaba cuando estaba alrededor, no sabía cómo definirlo, pero estar cerca de ella aumentaba su ritmo cardiaco y lo hacía enrojecer. Sin embargo, en el instante que se volvió hacia ella, el cerebro de Harry parecía congelarse.
Sin darse cuenta, Ginny se había acercado tanto a Harry, que cuando se dio vuelta el aroma de su pelo rojo ardiente se impregno por completo en el aire. No podía evitarlo ahora, tan cerca estaba de la parte superior de su cabeza que con cada aliento estaba inhalando el maravilloso aroma del champú de Ginny. Olía como una mezcla de tarta y chocolate Honeydukes.
—Ginny —Harry suspiró en silencio, no podía manejar un pensamiento coherente y mucho menos una frase. ¿Qué estaba pasando? Pensó para sí mismo. Ginny prácticamente había declarado su amor por él durante años, pero Harry nunca había tenido el más mínimo interés en la hermana pequeña de su compañero, hasta ahora. En realidad, esos primeros años más o menos, ella realmente lo había hecho sentir bastante incómodo con toda la adoración de héroe. Pero ahora Ginny estaba con Dean y eso lo molestaba.
Después de que la pelirroja se fuera Harry se quedó atrapado en sus pensamientos, todo era Ginny, estaba celoso. Allí estaba de nuevo, una neblina se acercaba a él, la misma que tenía con demasiada frecuencia y siempre tan repentinamente desde el comienzo al termino, y siempre estaba acompañada por la repentina aparición de Ginny Weasley en particular. Podía oler su perfume mientras ella había estado volando. A Harry le encantaba ese olor, desde la primera vez que lo olió.
Tan perdido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que Hermione estaba parada en la entrada con una expresión nerviosa. Harry estaba aturdido, Hermione era la única persona con la que hablaría actualmente. Ron desde luego estaba descartado, no hablaría con el de su hermana pequeña.
—Hola —. Saludo la castaña con una sonrisa sombría.
—Hola —. Devolvió con un suspiro.
—Buen juego, excelente diría yo, lo hiciste muy bien Harry.
—Lo hicimos todos en realidad, larga trayectoria, ya sabes, con Oliver, Angelina Fred y George, no podía defraudar su legado.
—Seguro que lo hicieron.
Ambos soltaron el aire y se sonrieron amablemente.
Los dos cruzaron el campo de Quidditch en silencio, Hermione aparentemente avergonzada. Estaban a mitad del camino más allá de la cabaña de Hagrid de vuelta al castillo, cuando Hermione finalmente no pudo soportarlo más y rompió el silencio.
— ¿Así que vas a decirme ahora? —Preguntó.
— ¿Qué? —respondió Harry tratando de sonar confundido por su pregunta.
Le dio una sonrisa al pasar por el hall de entrada y finalmente habló.
—Ron fue una maravilla de un solo juego —. Apuntó Hermione —. Muy afortunado si me preguntas. Pero.... Supongo que no debería preocuparme demasiado.
— ¿Por qué debería preocuparte?
—Lo de Ron no fue solo buena suerte ¿no te has preguntado cómo fue que logró entrar al equipo de Quidditch de Gryffindor, en primer lugar?
Harry podía oír el cambio en su voz se había vuelto mucho más lento.
—Oh vamos — respondió Harry —. Ron sólo...
La boca de Harry se abrió con la implicación. Sospechaba que Hermione tenía sentimientos por Ron, pero no lo sabía de primera mano.
—Estoy loca, ¿verdad?
—Bueno, sí que lo estas —dijo con una risa, agachándose un poco tarde para evitar el golpe simulado de su amiga.
Valió la pena el golpe en el brazo, era un pequeño precio a pagar por la primera sonrisa que había visto en la cara de su mejor amiga.
—Ahora tú eres el que está en problemas —Hermione bromeó.
—Soy Harry Potter, estoy acostumbrado a que los problemas me persigan.
—Harry eres terrible —negó Hermione con tono juguetón.
Continuaron su camino entre bromas y risas.
—Cuidado, será mucho más difícil culpar a esas mejillas rosadas por el clima, estamos casi de vuelta a la sala común —se burló de ella.
—Lo mismo para ti.
— ¿Qué? —preguntó Harry.
—Con Cho Chang sucedió lo mismo, pero estar cerca de Ginny te pone más nervioso —aseguró Hermione.
La sonrisa de Harry se desvaneció. Estaba seguro de que no podían notar su interés por la pelirroja, ser consciente de que Hermione supiera la verdadera razón de su nerviosismo daba miedo. No había forma de que se viera tan despreocupado frente a ella, no la había engañado como a Ron para que pensara que solo era la preocupación por Voldemort.
—No esperaba que sucediera... bien ya sabes.
—Lo supe desde el verano, no se lo diré.
—Sí gracias por eso — dijo Harry.
No podría haber sido más sincero en su gratitud por el conocimiento que Hermione le había proporcionado, entonces si estaba enamorado de la hermana de Ron.
—Voy a la fiesta.
—Adelántate, tengo que dejar unos libros que pedí prestados.
Harry le sonrió a Hermione, ni siquiera un partido la detenía de pensar en libros.
Le doy las gracias a @Raglam y @Pushiiii_teamo por comentar. Enormes besos. El primer capitulo va para ustedes.
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¿NOVIO FALSO?
Hayran KurguAunque Harry Potter quiere a Ginny Weasley y Hermione Granger quiere a Ron Weasley; todo cambia con un beso y tienen que fingir ser novios para así conquistar el corazón de quien realmente aman. Pero que pasa cuando las mentiras se convierten en ver...