Hermione no miró a Harry afuera, aunque se dio cuenta de que llevaba una sonrisa radiante más brillante que la suave luz del día. Hermione se había apretado el abrigo, negándole a Harry una mirada continua a su fascinante atuendo. Hermione estaba moviendo la cabeza muy ligeramente para mirarlo por el rabillo del ojo, girando la cabeza hacia atrás cada vez que Harry la veía hacerlo, su sonrisa más radiante que nunca.
Una vista repugnante devolvió a Harry a la realidad.
—¡Malfoy! —siseó.
Hermione miró hacia donde Harry miraba. Allí, en una puerta, estaba Draco Malfoy, con su cabello rubio blanco brillando en las sombras. Estaba hablando con una chica con el pelo largo y rojo ardiente. Parecía estar muy animado, señalándola amenazadoramente.
—¡Ginny! —Chilló Hermione.
Harry estaba corriendo antes de decidir mover sus pies, Hermione muy cerca. Malfoy levantó la vista y gruñó mientras se acercaba, Ginny parecía mortificada.
—Potter—escupió Draco. —Debería haber sabido que vendrías husmeando. No puedes eliminar la magia de lo horrible.
Harry metió su varita en dirección a Draco Malfoy. Crabbe y Goyle saltaron de las sombras con sus varitas desenvainadas. Harry sabía que eran tontos, pero quién sabe qué les había enseñado Snape en clases prácticas de defensa. Harry vio a Hermione sacar su varita, pero Ginny no se movió.
—¿Qué te parece Potter? —Malfoy gruñó. —Te tengo un pequeño fuego cruzado, ¿cómo te gusta eso?
—No puedes hacer esto Draco, piensa que es lo mejor.
Harry estaba a punto de darse la vuelta cuando escuchó una voz que nunca pensó que estaría más contento de escuchar en un momento tan crítico.
—¡Zabini! —gritó la voz de Ron. —¿A dónde vas con esa varita? No te muevas.
Ron estaba apuntando su varita detrás de Harry y escuchó pasos crujir en algún lado a su lado derecho. Ron estaba acompañado por Luna, Terry Boot, Ernie MacMillan y Dean Thomas. Todos tenían sus varitas sacadas.
—¿Necesitas una mano, Harry? —preguntó Ron.
Harry vio que Ron tenía la mano extendida, la tomó y la sacudió. Ron sonrió como si un velo de piedra cayera de él.
—Sí ... amigo —Harry le devolvió la mirada.
A Harry le hubiera encantado el tiempo para conversar, pero las varitas todavía estaban dibujadas.
Durante varios y largos momentos, nadie dijo ni hizo nada. Estaba tranquilo. Muy silencioso. Parecía que el bullicio de Hogsmeade se había quedado atrás. El patio a la sombra de Hogs Head, donde estaban, tenía un silencio propio. Un silbido bajo de viento era el único sonido.
Entonces comenzó.
Harry lo anticipó primero. Un pequeño golpe de la varita de Draco Malfoy. Se agachó, esperando correctamente que Zabini lo maldijera por detrás. Ese hechizo tomó ladrillos desmoronados de la pared del pub. Una erupción diezmó el silencio, chorros de luces de todos los colores volaron alrededor del pequeño patio. Los ladrillos se derrumbaron, las ventanas se rompieron, un barril de agua se pinchó y lanzó un rocío siseando por todo el lugar.
El corazón de Harry se detuvo. Draco tenía su varita apuntando a Hermione, a quien le dieron la espalda cuando ella se batió con Zabini. Se zambulló en el aire y atrapó un chorro de llama púrpura sobre su omóplato. El dolor atravesó la herida y Hermione gritó en algún lugar a lo lejos. En la batalla.
Harry se acercó y apuntó con su varita a Draco, pero Ginny se había despertado. Había girado su varita hacia Malfoy, Harry se sorprendió al ver que había apuntado a Dean, ahora postrado en el suelo. Draco fue repentinamente atacado por extrañas y pequeñas cosas verdes. Harry registró el maleficio justo cuando una voz atravesó la escena.
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¿NOVIO FALSO?
FanfictionAunque Harry Potter quiere a Ginny Weasley y Hermione Granger quiere a Ron Weasley; todo cambia con un beso y tienen que fingir ser novios para así conquistar el corazón de quien realmente aman. Pero que pasa cuando las mentiras se convierten en ver...