Capítulo 54

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Ese era el pensamiento corriendo una y otra vez en su mente, los habían escuchado. Hermione y Harry se asustaron ante la repentina aparición, y hasta hace un momento, ocupante desconocido del salón de clases. Ambos blandiendo sus varitas en la persona acostada delante de ellos.

—Muy bien contigo ¿Qué escuchaste? Habla —Dijo Hermione después de varios segundos de pie allí.

—Piensas que voy a tomar órdenes de una sangre sucia como tú.

Llegó la respuesta confirmando su identidad y los peores temores de Hermione.

Harry se quedó ahí congelado, su varita se aplacó, pero su mente, su mente estaba corriendo, y se estaba hundiendo cada vez más en sí mismo, Hermione podía verlo en sus ojos, sentir lo preocupado que estaba Harry.

—¡Levántate Malfoy! Explícate, ¿qué estabas haciendo escondiéndote? —Hermione lo interrogó.

Draco Malfoy no era del tipo que se escabulliría en el armario de un salón de clases abandonado tan tarde.

—Te dije, no tomo órdenes de pequeñas asquerosas sangre sucias —respondió Malfoy.

—Levántate. ¡O TE LEVANTARÉ! —exigió Hermione.

—Me gustaría verte probar Grang...

Harry quería intervenir, pero Hermione tomó el control.

—LEVICORPUS —gritó Hermione con tal fuerza que no sólo sacó a Malfoy de su escondite en el montón de túnicas, sino que lo golpeó con fuerza en el techo.

Luego redirigiendo su varita, giró Malfoy alrededor y lo inmovilizó contra la pared trasera de la habitación.

—OH ... ho ho ho ough, ough, así que la sangre sucia sabe pelear después de todo— Malfoy se burló a través de guiños de dolor.

—Debería pensar que te habrías enterado de eso ayer Malfoy. —Respondió Hermione— ¿O no fue suficiente un maldito ruido? ¡Prometo que puedo hacerlo mejor!

Lo siguiente que Hermione supo fue que la mano de Harry estaba en el brazo de su varita y la bajaba.

—Eso es suficiente Hermione... —dijo con voz muy derrotada.

—Harry no podemos simplemente dejarlo ir —respondió Hermione, estaba al borde del pánico.

Harry le había dicho lo importante que era que nadie los escuchara, había sido tan reacio a decírselo aquí, pero ella lo presionó, lo convenció. Estaba a salvo a pesar de sus reservas, y ahora... Ella le había fallado, le había fallado a Harry... ¡Tengo que arreglar esto! Era todo lo que seguía pensando Hermione.

—Sí, eso es exactamente lo que tenemos que hacer, no podemos retenerlo aquí para siempre, y en el segundo en que salga por esa puerta, todo habrá terminado. —Dijo Harry.

Se ha rendido. ¡Harry se ha rendido! Me confió su secreto durante unos segundos y logré traicionarlo a la peor persona menos imaginable. La cabeza de Hermione seguía girando.

—Ah, bueno al menos no eres tan estúpido como pareces Potter. Tiene razón Granger, todo ha terminado, en el momento en que me libere, ambos...

El regodeo de Draco Malfoy se interrumpió por el siguiente hechizo de Hermione.

—PETRIFICUS TOTALUS —Malfoy chocó contra el suelo como una estatua de mármol derribada de su pedestal. —Eso debería mantenerte bastante callado por un tiempo.

—¿Qué haces? Mira no tiene sentido, lo siento, te he fallado, les he fallado a todos... —dijo Harry.

—NO, no dejaré que te rindas, yo soy la que te presionó para que me dijeras aquí lo que sucedía, este es mi error, y lo voy a corregir —le aseguró Hermione con suficiencia.

¿NOVIO FALSO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora