Los ojos de Dumbledore estaban cerrados, pero excepto por el extraño ángulo que formaban sus brazos y piernas, podría haber estado dormido. Harry alargó la mano hacia él enderezando los anteojos con forma de media luna sobre la nariz torcida y limpió una salpicadura de sangre de la boca con su propia manga. Entonces miró más fijamente al anciano y sabio rostro e intentó absorber la enorme e incomprensible verdad: que Dumbledore nunca volvería a hablarle, que nunca más podría ayudar...
La multitud murmuraba tras de Harry. Después de lo que pareció una eternidad, se dio cuenta de que estaba de rodillas. Los ojos de Hermione ardieron con lágrimas mientras Fang comenzó a aullar.
—Ven acá Harry.
—No.
—No puedes estar aquí, Harry....Ven ahora... —suplicó Hermione.
No quería alejarse del lado de Dumbledore y no quería moverse a ninguna parte. La mano de Hermione sobre su hombro estaba temblando.
—Harry, ven.
La mano tibia de Hermione había agarrado la suya y estaba tirando de él hacia arriba. Obedeció a la presión de esta mano, sin pensar realmente en lo que hacía. Solo cuando había caminado ciegamente a través de la multitud, notó, a través de un vestigio de aroma a flores en el aire, era Hermione.
Voces incomprensibles lo golpearon, los sollozos y gemidos apuñalaban la noche, pero Harry y Hermione siguieron caminando, de regreso a los peldaños de las escaleras del vestíbulo. Las caras nadaban en los bordes de la visión de Harry, las personas le miraban con atención, cuchicheando, preguntándose, y los rubíes de Gryffindor brillaban en el suelo como las gotas de sangre, mientras se abrían paso hacia la escalera de mármol.
Que había pasado. Un caos silencioso que culminó con pena.
—Vamos a la enfermería —pidió Hermione.
—No estoy herido —dijo Harry.
—Por favor Harry.
El miedo revolvió el pecho de Harry otra vez: Había olvidado las figuras inertes que había dejado atrás.
—¿Quién está muerto?
—No te preocupes —Hermione lo miró con una sonrisa triste.
Había algo, sin embargo, en su voz, que Harry sabía era de mal agüero.
El funeral de Dumbledore fue justo lo que se suponía debía ser. Demasiado emotivo, demasiado doloroso. Hermione estuvo todo el tiempo junto a Harry. Acompañándolo sin ser aprensiva, silenciosa y poniendo su hombro cuando lo necesitaba.
Ron y Luna se mantuvieron cerca. El apoyo que necesitaba Harry lo encontró en sus amigos. Draco se alejó un poco y nadie hablaba de la forma en que murió Dumbledore, fue Snape el asesino y nadie pareció creerle a Harry y Hermione excepto sus amigos, pero no pudieron hacer mucho.
Buscaron Draco para que dijera la verdad, pero se encontraba temeroso, al borde del colapso mental.
Entonces, justo cuando estaba a punto de derrumbarse, Harry cogió a Draco por el brazo y lo guio suavemente al suelo.
—Hermione —llamó Harry y ella se apresuró a unirse a ellos arrodillada junto a Harry.
Tomó su mano con una mirada profunda a sus ojos.
—¿Y ahora qué? —preguntó Ron a sus espaldas— Me alegro de que Harry haya convencido de que te unas a nosotros Draco, pero ¿cómo nos deja esto en un lugar mejor que hace unos meses?
Ron seguía desconfiando de Draco, tal vez no había matado a Dumbledore, pero lo pensó y estuvo a punto.
—Es una locura.

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¿NOVIO FALSO?
FanfictionAunque Harry Potter quiere a Ginny Weasley y Hermione Granger quiere a Ron Weasley; todo cambia con un beso y tienen que fingir ser novios para así conquistar el corazón de quien realmente aman. Pero que pasa cuando las mentiras se convierten en ver...