¿NOVIO FALSO?

Capítulo 43

Eran casi las 10 cuando Harry, Hermione, Ron y Luna pasaban por las puertas del hall de entrada. Bien pasada la hora programada para que los estudiantes estuvieran acostados en sus camas, no era el mejor momento para andar vagando por el castillo, ni mucho menos para regresar de Hogsmeade. El resto de la noche la habían pasado bebiendo cerveza de mantequilla, cada vez más envueltos en la narración de sus historias de infancia y la risa compartida.

Al entrar en la sala Harry estaba envuelto alrededor del brazo de Hermione sólo para mantenerse erguido, se volvió para subir hacia la torre Gryffindor. Estaban unos escalones arriba de la primera escalera cuando Harry, se dio cuenta de que Ron no estaba detrás de ellos, miro a todos lados en busca de Ron. Lo encontró dirigiéndose en dirección opuesta.

—Ron, ¿no vienes? —preguntó Harry.

—No, ustedes dos continúen. Es tarde, me aseguraré de que Luna vuelva a su sala común. No querría que se encontrara con Filch, fuera de la cama, sola a esta hora —respondió Ron.

—Oh, bien, vamos contigo. De lo contrario, estarás a través del castillo solo, Filch se dará cuenta una vez que haya visto a Luna fuera —ofreció Hermione dando un paso adelante, tropezando y casi cayendo con las escaleras, o al menos lo habría hecho si Harry no la hubiera atrapado.

—Estaré bien, además de creo que será mejor que lleves a nuestra Hermione a la cama antes que se rompa un brazo —dijo Ron.

—Yo diría un pie tu derecho —dijo Harry riendo. —Sin embargo, toma esto. — Harry sacó el mapa de los Merodeadores de su bolsillo y dijo —Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas y luego lo dio a Ron. —De esta manera puedes estar seguro de evitar a Filch en los pasillos.

—Gracias Harry —dijo Ron. Él y Luna se dirigieron en dirección a la sala común de Ravenclaw.

—Vamos Hermione —dijo Harry —Vamos a acostarte.

Al acercarse al agujero del retrato, Harry pudo oír ronquidos resonando por el pasillo, de la dormida Fatilda.

—Fatilda...—susurró Harry con gentileza, ella no despertó.

—Fatilda —Lo intentó de nuevo, con voz más fuerte, todavía nada.

—Señora Fatilda, ¿nos dejaría entrar por favor? —Hermione aumentó el volumen.

Esto no sólo despertó Fatilda, sino varias de las pinturas.

—Hermione no tan fuerte. ¿Quieres que Filch aparezca? —Harry preguntó.

—Oh, lo siento fue un poco fuerte —dijo Hermione en un ataque de risa.

—Ah... son ustedes dos, ¿saben qué hora es? Ustedes deberían haber vuelto hace horas —Fatilda los regañó.

—Ah, sí lo siento, perdimos la noción del tiempo, en realidad si la señora Rosmerta no hubiera tenido que echarnos al cerrar, todavía estaríamos fuera —respondió Harry.

—Así que su cita parece haber ido bien entonces, aunque no estoy segura aprobar que deje a nuestra joven de vuelva tan ebria —dijo Fatilda.

—Harry no me obligó —insistió Hermione.

Fatilda levantó la ceja cuestionando a Hermione.

—Si lo dices querida.

—Sí — dijo Hermione —y también, gracias, dudo que alguno de hoy haya podido suceder sin su ayuda, y ha sido un día maravilloso.

—Estoy de acuerdo, no sé cómo vamos a ser capaces de pagarte —dijo Harry.

—Oh... ya lo han hecho, sólo verlos a ustedes dos tan felices juntos es gracias suficiente —respondió Fatilda.