¿NOVIO FALSO?

Capítulo 50

Era viernes, así que Harry estaba tomando su clase práctica de Defensa. Era la oportunidad perfecta para que Draco Malfoy atacara a alguien, por lo que Harry se aseguró de que Hermione, con quien estaba demostrando y practicando maleficios, le diera la espalda a Draco, en caso de que Harry necesitara maldecirlo sobre su hombro. Después de sus últimas jugadas, Draco no era de fiar.

Harry realmente no estaba practicando tanto como debería haberlo hecho. Una vez más, descubrió que no podía obligarse a realizar ninguna de las maldiciones sobre Hermione. Dean y Seamus se estaban divirtiendo mucho burlándose de él.

La siguiente lección fue Transfiguración y de nuevo Harry estaba contento de tener a Draco a la vista, no es que se atreviera a intentar nada con McGonagall. La lección fue bastante bien con Harry sin tener que preocuparse por Draco, incluso si la paloma que había transformado de un avión todavía tenía ruedas y una hélice. Hermione, de nuevo, obtuvo las mejores calificaciones ya que su paloma no solo voló, aunque solo fuera en círculos continuos alrededor de Harry, sino que también podría arrullar, lo que muchas de las chicas encontraron demasiado lindo para las palabras.

Draco desapareció durante el almuerzo, lo que Harry encontró un poco inquietante, pero después de que Harry completó un barrido de los pasillos, torres y los baños de los niños. No encontró ningún mal indicio, estaba satisfecho de que Draco probablemente estaba escondido en alguna parte. Harry había pasado la hora del almuerzo con Hermione.

Después de Encantamientos en la tarde, Harry trató de vigilar a Draco el mayor tiempo posible, pero hubo práctica de Quidditch, Harry se alegró de que estuviera bajo la lluvia, así que tuvo que dejarlo ir. Ginny se había acercado nuevamente para decir cuánto quería un cambio de horario en el equipo, trataría de convencer a Ron de lo mismo, pero Harry no quería ceder, ya tenía otras cosas que hacer durante el día y no podía cambiar el entrenamiento. Notó que sus ojos se veían muy oscuros, casi negros de hecho, muy diferentes al color normal de Ginny.

Asumió la carga de trabajo de las lecciones y el horario maníaco de Quidditch que impuso la estaba aplastando. Draco era demasiado como para ahora tener que preocuparse por Ginny.

Los días comenzaron a volar, Harry estaba desconcertado por el comportamiento inusual de Draco. Se había vuelto más distante que nunca, no solo de los que consideraba enemigos, sino también los de su casa, ya no era demasiado hostil; de hecho, ambos habían dejado de fruncir el ceño el uno al otro cada vez que sus miradas se encontraban y Harry pensó que no pasaría mucho tiempo antes de que volviera a hablar con malas palabras. Los Slytherin eran así de traicioneros.

La falta de actividad violenta de Draco hizo que Harry considerara que podría haber sido un sueño, nada más que eso, solo un sueño. Lo único que le molestó a Harry fue que había sorprendentes similitudes entre la falta de acción de Draco y el silencio de un villano con intenciones asesinas conocidas. Tan tranquilo como Voldemort. Fue inquietante.

A medida que se acercaba el primer partido de Quidditch, Harry volvió a desarrollar el sentimiento de ira por Draco. La emoción del primer combate, Gryffindor contra Slytherin, se estaba intensificando y Harry estaba contento porque tendría la oportunidad de derrotar al viejo enemigo, pero ganaba su molesto porque Draco no se comportaba con normalidad.

Los estudiantes de Ravenclaw y Hufflepuff habían decidido ponerse del lado de Gryffindor y la atmósfera se había vuelto tangiblemente violenta y peligrosa. Hubo numerosos incidentes de violencia en la escuela, desde peleas fuera del aula hasta emboscadas a los miembros del equipo en los baños.

Harry estaba más enojado con Draco por alentar a su equipo en tales actos, pero escondiéndose siempre. Sintió que Draco estaba tramando algo para molestarlo.