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Dos días han pasado desde que Adam supuestamente me perdió de vista. Para nuestra suerte, Raziel se tragó la excusa del pelirrojo e inmediatamente mandó a sus tropas a buscarme. Desde ese día no he salido del observatorio, al igual que Ethuriel, sin embargo los demás han tenido que hacer vida normal. Durante este breve lapso de tiempo, hemos ideado un plan que no sabemos si será muy eficaz. Liam y mis amigos están empeñados en ayudarme a luchar, pero yo me niego a ponerlos en peligro.

Ahora mismo me encuentro sentada frente a la mesa, observando el mapa y las distintas estrategias que hemos formado. Aún quedan soldados por la ciudad, al parecer Raziel no confía del todo en la palabra del pelirrojo. Hablando del él, se encuentra dando vueltas por el observatorio poniéndome de los nervios.

-Para un poco- digo levantando la vista para mirarlo -Vas a hacer un surco en el suelo-

-No entiendo cómo estás tan tranquila- espeta el muchacho incrédulo -Dentro de unas horas se librará una guerra civil aquí arriba y si Raziel gana...-

-Eso es lo que vamos a evitar- agrego cortando al chico -Cueste lo que cueste, hoy Raziel no va a ganar-

-Él es uno de nuestros menores problemas- la voz de Ethuriel llama nuestra atención, acaba de llegar junto a Ezequiel -En estos dos días Olivia ha demostrado tener mucho más poder del que conocíamos. Si no nos deshacemos de ella, todo nuestro plan se irá al traste-

-Esa niña es un maldito grano en el culo- se queja Adam mientras se deja caer en el sillón.

-Yo podría ayudaros con ella, solo tendría que entretenerla y...- comienza a decir el hermano de Dylan.

-No, ni lo pienses- espeto mirando al niño -Esta guerra es mía no vuestra, no dejaré que os juguéis la vida-

-Puede decir misa Tara, sabes perfectamente que todos lucharemos junto a tí- se limita a decir el pelirrojo.

-El muchacho tiene razón, por muy fuerte que seas no podrás tu sola- agrega Ethuriel acercándose hacia la mesa -Yo controlaré a la niña, los demás irán contra los soldados y tú derecha a por Raziel-

Muy a mi pesar tengo que aceptar que llevan razón. Por una parte quiero que me ayuden, pero me da miedo perderlos por esta maldita guerra, no me lo perdonaría. La puerta del observatorio se abre de golpe dejando ver a Dylan y mi hermano, ambos parecen tener prisa, sus rostros denotan preocupación.

-¿Qué pasa?- pregunto poniéndome en pie.

-Raziel ha adelantado la fecha- dice un muy exhausto Dylan.

-Sabe que si no te tiene bajo su control, sus planes corren peligro- agrega mi hermano mirándome.

-¿De qué planes habláis?- cuestiono algo confundida.

-No creí que llegaría tan lejos- oigo decir a Ethuriel -Lleva años planeando un ataque contra el submundo para así acabar con todo aquel ser que tenga sangre demoníaca. Tú eras su As en la manga, con tu poder le sería más fácil, pero ahora que sabe que no te tiene, está asustado-

-No puede ser, matará a todos, incluidos mis amigos- murmuro en shock -Con razón se estaba preparando para una guerra-

-No podemos dejar que siga adelante- dice deprisa Dylan -Tenemos que actuar ya, es hora de poner fin a esto-

Ahora sí que estoy nerviosa, no me esperaba para nada que tuviéramos que adelantar todo de improvisto. Todos se acercan a la mesa mientras escuchan a Ethuriel explicarles de nuevo la estrategia. Me quedo al margen mientras mi cabeza divagaba por las miles de cosas que pueden salir mal. Me sé el plan de memoria, y tengo muy claro lo que debo hacer, así que no me hace falta escucharlo una vez más.

𝑺𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅 (𝑱𝒂𝒄𝒆 𝑯𝒆𝒓𝒐𝒏𝒅𝒂𝒍𝒆)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora