𝑺𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅 (𝑱𝒂𝒄𝒆 𝑯𝒆𝒓𝒐𝒏𝒅𝒂𝒍𝒆)

70

La situación actual me pone de los nervios, si doy un paso en falso podría ser el fin para cualquiera de ellos. Andrea me mira con seriedad sosteniendo su cuchillo Serafín muy cerca de la garganta del rubio. Otro de los hombres del círculo tiene a Dylan que parece estar en muy mal estado.

-Cuanto respeto hacia tu propia madre- se atreve a decir Andrea haciendo una mueca -Mi pequeño Liam, cuánto tiempo-

Mi hermano se tensa al entender quién es y retrocede, no lo culpo, nuestra madre es un monstruo. Miro a todos los presentes, no sé cómo han podido, pero tienen a mis amigos, a mi primo y a mi novio. Si les hace algo, lo último que verá son mis manos arrancándole la cabeza.

-Nuestra madre murió el mismo día que mató a nuestro padre- escupo desafiando la con la mirada.

-¿Cuando entenderás que la muerte de tu padre era necesaria?- pregunta soltando una carcajada -Ese maldito quería apartarme de vosotros-

-Con razón- habla mi hermano por primera vez -Papá no quería que viviéramos con un monstruo como tú-

-Juntarte con tu hermana no te viene bien, te lleva por el mal camino cariño- dice nuestra madre haciéndome reír.

-Habló la que ha matado a cientos de personas junto a Valentine- espeto rodando los ojos.

-No se te ocurra hablar de él- agrega ella agarrando más fuerte el cuchillo -Me habéis arrebatado todo lo que tenía-

-Ahora ya sabes lo que se siente- dice mi hermano ganándose una mala mirada por parte de ella.

-Si seguís en ese plan, me temo que vuestros amiguitos deberán morir- dice de repente haciéndome tensarme.

Veo como el que tiene a Dylan agarra su cuchillo Serafín dispuesto a atravesarle el pecho. Gruño apretando ambos puños y utilizo mis poderes para evitar que lo mate. El hombre suelta el cuchillo de repente quejándose, su mano ha quedado completamente roja. El arma comienza a fundirse en el suelo, dejando solo un charco color plata.

-¿Qué demonios ha sido eso?- pregunta Andrea frunciendo el ceño.

-La última vez que nos vimos no era ni la mitad de lo que soy ahora- explico bajando las pequeñas escaleras que nos separan de la sala de controles -Pero me temo que ahora vas a descubrirlo-

Andrea se tensa al ver que me acerco a al rubio y a ella, enseguida hace una señal a sus hombres para que me detengan. Liam saca su espada a mi lado, aún no sé de dónde sale el arma, es alucinante. Los miembros del círculo sueltan a nuestros amigos y vienen derechos a atacarnos. Mientras Liam se quita de encima a dos de ellos, yo acabo con la vida de otro tres con solo chasquear los dedos. Mi querida madre no sabe con quiénes se ha metido.

-Pienso matarlo si no te detienes- dice rápidamente Andrea apretando la hoja del cuchillo sobre la garganta del rubio.

-Inténtalo- murmuro sonriendo de lado -Pruébame y verás-

Mi madre me mira con algo de terror en sus ojos, enseguida suelta al rubio, que cae al suelo soltando un quejido. Andrea suelta el arma en el suelo y levanta las manos entregándose. Los guardias se acercan para apresar la, pero enseguida los detengo.

-Hermanito- digo llamando la atención de Liam -¿Crees que deba dejarla vivir?-

-¿Después de todo?- cuestiona él incrédulo -No lo creo, hazla sufrir-

Sonrío de lado al ver el horror en los ojos de nuestra madre, la verdad es que mi hermano si se parece mucho a mí, pero eso es porque hemos tenido que aguantar mucho los dos.

-Niños, por favor- murmura nuestra madre tratando de convencernos.

-Ya no somos niños, ese es el problema- agrego relamiendome los labios -¿Porqué no agarras tu cuchillo?-